𝒜𝓃𝓉ℯ𝓈 𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓉ℴ𝒹ℴ ℯ𝓂𝓅ℯ𝓏𝒶𝓇𝒶 ♡ daryl dixon ♡

embarazo: 6 meses

Los cambios que su cuerpo experimentaba estaban divididas en dos partes:

La primera, es que su vientre tenía una bonita forma los vestidos le quedaban hermosos y su piel brillaba más de lo normal.

La segunda, es que las estrías, la hinchazón y los dolores de cabeza se intensificaban.

Era sábado en la cabaña Dixon, ella y su marido estaban sentados en el patio trasero que te daba una linda vista al bosque.

Felicity tenía la radio puesta escuchando una canción curiosa que al parecer su bebé podía escuchar porque se movía como loco.

Se quitó los zapatos sin agacharse con ayuda de sus pies y los puso en el regazo de Daryl mirando lo hinchados que se ponían. Hizo su cabeza hacia atrás y se lamentó por el dolor de cabeza que tenía.

—¿Te sientes bien? —preguntó Daryl bebiendo de su cerveza.

—Tendré pies de elefante —murmuró suspirando.

—Me gustan tus pies.

—Daryl fetichista —burló sonriendo.

—Tonta —siguió él con el mismo tono apretando un poco de sus pies, Felicity gimió —¿Tan temprano?

—Quiero amor, Daryl —dijo haciendo un puchero, el nombrado sonrío de lado —No de ese, quiero que me abraces todo el día y me digas hermosa y que no puedes vivir sin mi y que morirías por mí.

—Dramática.

—Por favor, o me iré al más profundo bosque y viviré de puros venados —sonrió viéndolo.

—No soy un puto cursi.

—Ehhh, si lo eres, amor. Ayer me dijiste muchas cosas al oído, muy lindas por cierto.

—No es verdad.

—Si lo es.

—No recuerdo haber dicho algo —bromeó dejando la cerveza de lado.

—¿No me amas? —preguntó haciendo cara de cachorrito.

—Nou.

—Jodete, pues —insultó usando su lengua materna.

—No es justo, no entiendo el español.

—Lo sé, por eso lo dije. Deberías comenzar a aprender.

—Sólo sé decir: vamos, ahora, mami, y verde —recitó con orgullo.

—¿Mami? —preguntó confundida —¿así le decías a tu mamá?

—Nope, conocí a alguien que le ponía ese apodo.

Felicity se carcajeo —Lo lamento, amor. No te veo como sumiso.

—No lo soy, sólo le decía así pero yo dominaba.

—A mi no.

—Claro que sí —dijo apretando una vez más sus pies —¿No recuerdas que hace unos días te amarré las manos mientras...?

—Daryl, no calientes la comida si no te la vas a comer —interrumpió, después puso sus manos en su vientre —¿Cómo ves al sucio de tu padre?

Una patada le respondió haciendo que riera, Daryl viendo la escena decidió hacer lo mismo. Mostró todos sus dientes en una sonrisa cuando también lo recibió una patada.

—¿Qué se siente? —preguntó fascinado.

—No sabría explicarlo, es muy extraño pero no duele —murmuró.