𝒜𝓃𝓉ℯ𝓈 𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓉ℴ𝒹ℴ ℯ𝓂𝓅ℯ𝓏𝒶𝓇𝒶 ♡ daryl dixon ♡

embarazo: fuga

Era la noche del 2 de Enero cuando Daryl dormía en su cama.

Tenía puesto sólo un pantalón para dormir de cuadros y, a pesar de tener la ventana abierta y que esta hiciera bailar las cortinas por el viento de todas maneras no tenía frío. No se quedó dormido porque haya querido, se durmió cuando su cuerpo no pudo más. Tenía su viejo teléfono en la mano derecha, esperando la llamada de Felicity.

Sabía que esto pasaría, desde año nuevo que ella no le devolvía las llamadas o los mensajes, a este punto temía que ya había perdido a su novia y a su hijo. No había duda, claro que cualquier oferta lejos de la vieja cabaña sea mejor. Y sentía que era egoísta, porque los quería a los dos a su lado, a pesar de que viviendo en la casa Luna a su familia le iría mejor.

Su hijo iría a las mejores escuelas, vestiría la mejor ropa, los mejores juguetes, tendría buenos amigos de su rango, todo lo que él jamás podría tener. Si ahora mismo le decían que su madre tuvo la oportunidad de Felicity, y que no la aprovechó estaba seguro de que la maldecía más de lo que ya lo hacía. Y no quería que su bebé lo maldijera.

Pero no se quería ver sin ellos. Quería dar el amor de padre que jamás tuvo y la familia que siempre soñó. Quería enseñarle a alguien a cazar, quería enseñar como arreglar autos y como montar una moto. Quería cenar en familia y despedirse de alguien que lo amara así el fuese un bueno para nada. Pero también quería enseñar valentía, moralidad y amor.

Él no sabía lo que era dar amor a un hijo, pero por él o ella lo aprendería. No les faltaría nada.

Casi saltó de la cama cuando escuchó su teléfono sonar, miró la pantalla y suspiró aliviado pues era Felicity, si lo iba a dejar al menos le diría. Descolgó el teléfono y respiró tratando de ocultar sus emociones que estaban disparadas.

—Lamento si te desperté —escuchó el susurro de su novia —Bueno, lamento haberme desaparecido.

—No sabes lo mucho que me preocupaste. Supuse que le dijiste a tus papás, estaba a punto de ir, pero...

—Daryl —interrumpió, pudo sentir su voz temblorosa y eso le preocupó a sobremanera —Mis papás aceptan a mi bebé, quieren que me quedé con ellos y ellos lo van a mantener y eso...

—Lo sabía —susurró, sintiendo sus lagrimas llenar sus ojos por la impotencia —¿Qué opinas tú?

—No te voy a mentir, estos días lo consideré. Dejé de pensar como Felicity y pensé como una mamá. También llegué a la conclusión de que no quiero que mi hijo crezca sin su padre... el dinero va y viene, tener dinero no me evitó los problemas de adicción que tuve, los intensifico. Lo unico feliz que he tenido en esta casa son mis padres y hermanos. Quiero que mi bebé crezca feliz.

—Yo trabajaré, juntaremos el dinero para que vivan bien, no te podré dar los lujos que tus padres te daban, pero realmente te juro que no les faltará comida en la mesa, o ropa en los armarios. Al bebé no le faltarán juguetes en su cuarto, lo lograremos.

—Lo sé, lo sé —contestó ella, sorbiendo su nariz, por el llanto —En la tarde le marqué a un juez de tu pueblo, nos casarán el 04 de este mes.

Daryl rió —Me gustan las mujeres con iniciativa, está bien. 

—Ummm, yo... ¿puedes venir por mí mañana en la madrugada? —preguntó, sintiéndose apenada por un momento —Todo el día de mañana empacaré mis cosas. Yo... ellos... todos estaremos mejor si no les digo.

—Felicity, lamento ponerte en esta situación. Pero está bien, mañana nos veremos. 

—No te preocupes, todo esto vale la pena —dijo, sonriendo porque sabía que era correcto lo que hacía —Te amo.