Felicity se veía como la mierda.
El señor Luna no podía dejar de ver sus ojeras gigantes y la manera en la que sus manos temblaban. Ni siquiera podía tomar el tenedor de buena manera. Había veces en las que ella cerraba sus ojos y tomaba su cabeza con las manos, como si le fuera a explotar.
—¿Te sientes bien, Amelia? —preguntó su hermana menor.
—No me llames Amelia, con un carajo —gruñó ella con los ojos aún cerrados.
Daryl había puesto una condición a su relación; 0 drogas. Y en serio que ella trataba de hacerlo, pero no era para nada fácil.
—Está preocupada por ti, Amelia —reprendió su mamá.
–¡No me llames Amelia! —gritó Felicity levantándose de la mesa.
Su papá imitó su acto pegando con las palmas la mesa —No te atrevas a hablarle así a tu mamá.
—Váyanse al diablo, los odio a todos.
Felicity aventó su plato al piso y corrió escaleras arriba, sintiendo como el mundo daba vueltas.
Se encerró en su cuarto, subió la ventana y contempló el cielo tornándose oscuro. No sabía si podría.
Antes no sabía que tenía una adicción hasta ahora, creía que era una consumidora normal. Pero aquí se dió cuenta de que no.
Se acostó en el piso y cayó dormida.
—Mi niña, despierta —escuchaba murmuros a lo lejos —Vamos a la cama, anda.
Abrió sus ojos lentamente y pudo ver a su nana. A su Margaret. Felicity se levantó con ella aún somnolienta y se dejó guiar a su cama. Dejó que la arropara y se sintió de nuevo como una niña feliz.
—Lo hago por él, nana —confesó
—Lo lograrás cuando lo hagas por ti, mi niña. Eres fuerte, eres grandiosa, eres más que una flor podrida —le dijo ella dándole un beso en la frente.
Daryl gruñó mirando su reloj en la mesita de noche. 3:40 am.
Buscó su viejo teléfono debajo de las sábanas hasta que lo encontró. Descolgó esperando escuchar la voz de su hermano pero en lugar de eso escuchó un sollozo entrecortado.
—¿Felicity? —preguntó exaltado —Hey, hey, calma, ¿estás bien?
—Voy de camino a tu casa —dijo ella sorbiendo su nariz.
—¿Qué? ¿En qué vienes?
—Tomé el auto de mi papá, voy allá.
—Felicity, muñeca, escucha. Aparca el auto, puede ocurrir un accidente, aparcalo y trata de tranquilizarte —rogó Daryl, escuchó como ella seguía sollozando —¿Ya lo hiciste? ¿Dónde estás?
—En la I-20, estoy aparcada en el seven eleven —dijo ella después de un rato.
—Bien, cierra las puertas con segura, no salgas de ahí hasta que llegue, no tardaré. Mantente a salvo.
Después de escuchar el asentimiento de Felicity colgó para correr a la mesa mientras se ponía su camisa. Tomó las llaves de ahí y estuvo apunto de salir cuando se encontró a Merle borracho en la sala viendo televisión.
—¿La muñeca está en problemas? —preguntó en torno de burla —¿De aquí a cuando eres el príncipe azul del cuento?
—Ahora no, Merle.
—No la traigas a casa, en mi habitación hay dos putas esperando a ser cogidas y no quieres que haya malos entendidos.
Daryl rodó los ojos y salió de la casa con molestia, ahora no tenía a donde llevar a Felicity por culpa del idiota de Merle.
Arrancó la camioneta y, por primera vez en su vida, rezó para que Felicity estuviera bien.
No fue difícil distinguir el auto en el que estaba Felicity. Era el único aparcado en el estacionamiento. Las únicas personas con vida en el lugar eran ellos dos y los trabajadores de la tienda limpiando los pasillos.
Daryl aparco de mala forma su vieja camioneta y se bajó con una de sus chaquetas en el brazo, por si ella tenía frío.
Trotó al auto de su novia y se sorprendió cuando ella se bajó del auto dejándola ver. Hace días que no la miraba y parecía que habían sido meses.
Estaba totalmente demacrada, sus ojeras estaban intensar y sus labios estaban casi blancos. Interiormente se enojó y quiso matar a Grant por ser él quien le vendía las mierdas.
Le puso la chaqueta y en cuanto la cerró le dio un abrazo fuerte, haciendo que los pies de la joven no tocaran el piso. Ella se abrazó de su cuello y sintió por fin un poco de paz.
—Lo siento, soy una estúpida.
Daryl negó con la cabeza separándose para poderla ver de nuevo, le dio un pequeño beso en los labios —Lo lograrás, eres fuerte.
—Tengo miedo, Daryl. Me acabo de dar cuenta lo adicta que era, así debo de estar podrida por dentro.
—No, no, no. No digas eso, esto pasará.
—Quiero estar contigo —admitió ella sollozando.
—Vente a vivir conmigo.
La propuesta la tomó por sorpresa.
—No puedo, no... Lo pides por lástima.
—Lo pido porque quiero estar contigo.
—Estaremos juntos pero ya que pase este capítulo. No quiero que me tengas de carga.
—Felicity, te amo.
Y se besaron.
pues es mi manera de decir que regresé jejeje tengo un cap de la familia en borrador pero es de los más largos que he escrito así q puesssss tendrán que esperar un poco más, lamento mi ausencia tuve un problema llamado HOMBRES LLEVÁNDOME A LA DEPRESIÓN :( espero comprendan
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𝒜𝓃𝓉ℯ𝓈 𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓉ℴ𝒹ℴ ℯ𝓂𝓅ℯ𝓏𝒶𝓇𝒶 ♡ daryl dixon ♡
Fanfiction♡ ONE SHOTS ♡ ♡ MUNDO NO APOCALÍPTICO ♡ Serie de one shots que nos hablan un poco más de la relación de Felicity y Daryl antes de la epidemia y de las crisis que pasan en "La Familia"
