La Esposa Del Magnate© {BORRADOR}

CAPITULO XXVIII

LA CICATRICE IL RICORDO DEL DOLORE.

LA CICATRIZ EL RECUERDO DEL DOLOR.

TRES MESES Y DOS SEMANAS DESPUÉS.

NOVIEMBRE 14 2022.

Suecia, Estocolmo.

ANTONELLA.

El Goteo del fregadero es lo único que se escucha en la amplia sala de la cocina, un tintineo del agua bajando por la tubería, él observó los ingredientes alrededor del mesón, se supone que hornearía un pastel, pero la idea de tomar algo solo hace que una punzada de dolor se cruce en mi pecho sentimientos que no logro descifrar es como si he perdido una parte de mí.

Las últimas noches he despertado al escuchar llantos de un bebe Marcos, solo calla cuando pregunto que paso o cuando deseo besarlo, solo se aleja como si mi cercanía le causara asco, la otra mañana los escuches decir que mi memoria podría que jamás regresará la cara de todos fue de miedo y solo culparon a una persona Alessandro, por la forma que todos se observaron era alguien que odiaban.

Pero algo me decía que ese nombre no era tan desconocido como mi mente lo pensaba, porque a pesar de no recordar, había momento que mi cuerpo expresaba y ese nombre removió un sinfín de sensaciones.

-Deja de pensar o tendrás un cortocircuito en ese cerebro de papa-la voz de Stanislav, Me hace volverme.

-Podrías no acosarme, señor magnate-doctor.

-Magnate de día, doctor de noche.

-Doble vida.

-Doble riqueza, me cago en billetes hermosos.

-¿Arrogante?-ironizo-no deberías de estar limpiando el culo de algún bebe o algo?

-No, solo el tuyo.

-Imbécil.

-Esa boquita.

Me sorprende que este tipo frente a mí sea un doctor, cuando es un grano en el culo los niños deben odiarlo es un maldito idiota egocéntrico, uno muy guapo, pero su cerebro igual de hueco que una nuez. Sus labios hacen una línea fina mientras sus ojos se iluminan de perversidad, en el tiempo que paso con él suele comportarse como un maldito hombre hambriento y un gilipollas insoportable.

-Que tal la princesita ya recordó.

Volteo, pero esa mirada divertida solo ha desaparecido y la sustituye una de miedo.

Niego.

Porque no.

El hecho solo hace enfurecerme que he pensado golpear mi cabeza con una sartén.

Pero eso sería estúpido, según mi psiquiatra.

Irónico.

Bufo.

Todos preguntan eso y solo deseo cortar sus cabezas con sus malditas preguntas.

Antonella estás bien.

Antonella recuerdas algo.