Deja las excusas. ¿Sí? No hay nada peor que excusarte para no dar ese paso de más. Ese paso que puede ser tu salvación o tu única oportunidad de estar donde has querido, de llegar al lugar que te libera y te engrandece.
"No puedo".
"No me siento capaz".
"No tengo la fortaleza o la capacidad para lograrlo".
"No es el momento".
"No, no y no".
¿Te parecen frases conocidas? ¿Recuerdas la última vez que pronunciaste alguna de ellas? ¿Te llevó a algún lado no intentarlo? El llamado a la acción es urgente. Las cosas pasan si uno desea que pasen; este es el primer ingrediente en la ley natural o de la determinación. La fe está inmersa ahí. No todo puedes dejarlo al azar o al poder de Dios. Por eso, no puedes claudicar al presentir que la marea es alta. El río no fluye si hay algo que lo impida; luego se desborda y es cuando todo adquiere un matiz que no deseamos imaginar.
Deja las excusas. El miedo de lo desconocido, de enfrentar una nueva aventura, no puede, no debe detenerte. Solo si arriesgas podrás conocer y vivir algo distinto. No hay necesidad de esperar que nos digan "avanza" o "lleva buen equipaje para el viaje". Cada experiencia se forja desde adentro, es decir, viviéndola, cubriendo de pasos el camino.
Las excusas son barreras que nos ponemos a nosotros mismos para no enfrentar la realidad. Deja de justificar tus miedos, tus fracasos y tus limitaciones. Asume la responsabilidad de tu vida y toma las riendas de tu destino.
Deja las excusas y da el salto. ¿Ya sabes qué hay más allá del horizonte? ¡Atrévete!
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CUANDO AMAR ES UN FASTIDIO (Y otros asuntos del presente)
Espiritual¿Quién no ha amado y sufrido por amor? ¿Quién sufre por amor en este momento? ¿Quién no quiere dejar atrás al pasado? ¿Quién no ha podido cerrar círculos porque el miedo es más poderoso? Lo pregunto porque he vivido en carne propia sus consecuencias...