Cerrar círculos

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No es fácil cerrar círculos. A veces vemos todo como una línea recta, inmodificable e insustituible, sobre la cual debemos avanzar. En parte, eso está bien, si no fuera porque llega el día en que esa línea tendrá que cerrarse para tomar otro camino que nos lleve al lugar elegido por el azar o por nuestros propios propósitos.

Los círculos deben cerrarse, entendiendo estos como etapas de nuestras vidas que ya no pueden prolongarse. Muchos de nuestros fracasos obedecen a que no nos preparamos para cerrarlos (o no queremos), aun sabiendo que nos hacen daño, que no nos conducen a ninguna parte, que de seguir ahí lo único que logramos es autodestruirnos. Pero si solo nos afectara a nosotros, sería menos grave; más temprano que tarde terminamos arrastrando a las personas de nuestro entorno.

Como dijo en su momento la gran poetisa colombiana María Mercedes Carranza, "es hora de limpiar la casa, cerrarlo todo y seguir viviendo". Así va la vida. Así deberían ser las cosas, por duras o difíciles que parezcan.

Nuestro universo es inmenso, pero vida humana solo se ha detectado en un planeta; así que no desperdicies la única que tienes. El mañana solo existe en tu mente y morirá contigo cuando sea el momento. ¡Vive hoy! ¡Sal de ese cuarto o de esa rutina que te asfixia! ¡Cierra de una vez el círculo que no te deja avanzar!

Cerrar círculos es esencial para avanzar en la vida. No podemos seguir adelante si estamos atrapados en situaciones inconclusas. Aprende a cerrar capítulos, a dejar ir lo que ya no sirve y a abrirte a nuevas posibilidades. Pero esto no quiere decir que si cierras un círculo, un capítulo de tu vida, las cosas van a cambiar solo para mejorar; no. Debes entender que la vida es un caminar incierto, donde hallarás batallas todos los días, dificultades y obstáculos que no se superan así como así, ni con buenas intenciones o pensamientos optimistas.

La clave radica en cerrar etapas, modificar nuestro escenario de vida, aceptar nuestros errores, fortificar nuestras virtudes y no justificar nada que sea adverso; porque es peor quedarse ahí, en esa zona de comodidad, esperando algún tipo de milagro o renegando del destino que nos ha tocado.

Por eso debo preguntarte: ¿QUÉ CÍRCULO ACABAS DE CERRAR?

CUANDO AMAR ES UN FASTIDIO (Y otros asuntos del presente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora