Capítulo 82*

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NARRA HELEN:

El edificio de la biblioteca se había derrumbado. Lo supe cuando abrí mis ojos y me encontraba en mi habitación, creí que sólo había sido otro loco sueño realista, pero lamentablemente el derrumbe si ocurrió, me quitaron inconsciente del cuarto de limpieza dónde estaba con Marc, la pérdida económica y material que causo el derrumbe fue demasiada que las vacaciones de navidad se adelantaron una semana, el director estaba devastado. Hubieron trece chicos heridos, catorce contando con la bibliotecaria, para suerte de todos (en principal del colegio) nadie resulto gravemente herido ya que evacuaron rápidamente el lugar. Se preguntarán como es que dentro del cuarto de limpieza ingreso el polvo del derrumbe y como es que los ruidos eran tan fuertes, eso ocurrió porque de hecho, yo estaba camino a la biblioteca cuando Marc me encerró junto con él para "hablar", Marc había salvado mi vida ya que quizá yo no hubiera corrido la misma suerte que los otros chicos, el edificio B y el de la biblioteca están unidos por un angosto pasillo en el cual está el cuarto de limpieza de la planta baja, estábamos a tan sólo ocho metros del derrumbe, la puerta se había atorado con unos escombros que sólo sirvieron para asustarnos, luego de minutos los bomberos nos encontraron o, al menos eso fue lo que me contó Marc.
Ahora me encuentro peor y la causa no es el derrumbe, la causa es que debido al derrumbe tendré que volver a Nueva York a pasar las festividades con mi padre. Mi plan era quedarme en Inglaterra para las fiestas, dormir e incluso comer en el internado (como siempre) mientras todos visitaban a sus familiares, era feliz con mi plan de soledad pero en un abrir y cerrar de ojos todo se fue al tacho.

Y es así como llegué aquí, sola con tres maletas como de quince kilos cada una, una campera más pesada que yo, unos guantes de lana negro y desesperada por encontrar dónde diablos debo abordar mi avión para volver a Nueva York. Por más de tres semanas tendré que quedarme en casa y escuchar a mi padre llegar de madrugada e irse por la mañana muy temprano. Mi móvil empezó a vibrar en mi mano

- No me hables - chillo a Sam al contestar la llamada

- Por enésima vez, no es mi culpa que mi padre haya olvidado comprar mi pasaje - contesta, por su culpa ahora viajaré sola hasta Nueva York y pasaré las primeras veinticuatro horas sin la compañía de mi amiga. Su padre se había olvidado de comprar su pasaje y el otro vuelo más cercano era recién para mañana por la tarde

- ¿Sabes que es lo peor? - bufo caminando arrastrando mis maletas

-¿Qué Marc no te pudo ir a despedir? - me pregunta y la escucho reír

- Que ya empezó a nevar en casa - En pocas palabras odio la nieve, odio el frío, odio tener que ponerme abrigos más pesados que yo

- Sobreviviras sola por veinticuatro horas -

- Claro, ajá, lo que digas, debo abordar, adiós. - hablo rápidamente y término con la llamada -Pasajeros del vuelo 132 con destino a Nueva York, favor... - Ya te oí - gruño a la voz proveniente de los parlantes.
Seguí el mismo protocolo que había seguido la primera vez, registrar maletas, papeleo, corroborar que tenga mi pasaporte y demás cosas, más papeleo y listo.
El vuelo no fue muy divertido, de hecho me dormí un largo rato, me desperté por un rato, comí algo, vi una aburrida película y me volví a quedar dormida.

(...)

Ya en el aeropuerto mis esperanzas de que esto iba a mejorar desaparecieron cuando vi a un hombre trajeado y serio sostener un papel con mi nombre

- Bienvenida a casa, hija - imito la voz de mi padre - Gracias papá, y ¿quién es éste hombre? - me pregunto a mi misma en el papel de mi padre - Se llama Roger y es mi nuevo chofer, el te llevará a casa ya que yo estoy muy ocupado como para ir a recibir a mi única hija al aeropuerto - quedo parada frente al hombre trajeado

Sólo olvida todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora