Sólo olvida todo.

Capítulo cinco

– ¡Llegamos! – chilló Sammy

– ¿Acaso vamos a estudiar con la reina de Inglaterra? – dije mirando por la ventanilla del coche hacia unos enormes edificios parecidos a unos castillos

– No, al menos no lo creo – contestó Sam sin despegar la vista de la ventanilla

– Bienvenidas al England School– Habló el chofer mientras atravesamos un enorme portón para seguir un largo cendero

– England School, buen nombre –dije pensando en lo bien que sonará decir Mi colegio es el England School de Inglaterra

– ¿A que se refiere señorita? – me pregunta el chofer

– Digo, elijieron el nombre del colegio que es nombre del país, me gusta– contesté mirando a través del espejo retrovisor al chofer

– Señorita éste es uno de los mejores colegios de Londres, sea respetuosa...– me dijo frenando el coche frente a una enorme puerta de madera tallada, creo que mal interpretó mi comentario

– Señor no creo que mi comentario sea una falta de respeto creo que no me entendió, discul...– intente decir pero me interrumpió

– Guarde silencio señorita, no deseo seguir escuchándola, de hecho baje de mi auto– Sentí unas cuantas ganas de darle un fuerte golpe en la cara. Sam solo me miró atenta y callada, el chofer desbloqueó las puertas

– Educación, practiquela y quizás siga conservando su trabajo. – dije para luego bajar cerrando con un fuerte portazo, Sam imita mi acción

–Idiota – susurré, no habia notado que dos hombres estaban bajando nuestras maletas

– Muy bien señoritas, siganme por favor – dijo uno de los hombres, su cabello era de un negro oscuro y sus ojos azules. Empezó a caminar y cruzó la puerta, Sam y yo lo seguimos nerviosas y a nosotras nos sigue el otro hombre con el cabello rubio y ojos marrones

— Señoritas este es el edificio B – nos contó el mismo hombre que nos dio la bienvenida

– ¿Por qué está tan vacío por está parte del edificio? – preguntó Sam

– Todos los estudiantes ya están en la sala principal esperando el discurso de bienvenida que comienza a las nueve – habló por fin el hombre rubio a nuestras espaldas tenia la voz gruesa y parecía enojado, ví la hora en mi móvil 8:58 am,
– creo que llegaremos tarde – susurré

– Será mejor que durante la reunión matenga en silencio ese móvil – me avisó el hombre de pelo negro –Bien, hemos llegado, buena suerte y bienvenidas a England – añadió sonriente

– ¿Qué harán con nuestras maletas? –pregunté con mi mano en la manija de la puerta

– La llevaremos a su habitación– dijo el hombre con cabello negro

– Luego del discurso recibirán los números de sus habitaciones –?me contó el hombre rubio – Ahora, adelante – guardé mi móvil en mi bolsillo trasero y tomé la mano de Sammy en un gesto de decir suerte.