Capítulo 22.

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Miro con cautela a la chica que tengo adelante y ella suelta una pequeña risa

-Tranquila, estaba jugando, de seguro nadie escucho nada...

- ¿Por qué tu si? - la interrumpo de mala gana a lo que la chica morena vuelve a sonreir

- Porque mi habitación está pegada a la tuya y las paredes no son muy gruesas - dice señalando una puerta que tiene un pequeño pizarrón blanco colgado en el centro

- Por cierto, soy Ann - se presenta con una de sus brillantes sonrisas

- Hola - respondo el saludo

- Si quieres puedes dormir en mi habitación esta noche, tengo una cama vacía

- ¿Por qué? - pregunto

- Así como tú tengo una amiga a la que le gusta ir a fiestas, con la diferencia de que mi amiga nunca pasa la noche en su habitación sino en alguna otra, fuera del edificio de las chicas, si me entiendes - asiento con la cabeza, por supuesto que entendí

- Me encantaría tener una cama en dónde pueda descanzar pero no te conozco y no tomaré riesgos. Me quedare aquí - Ann pone los ojos en blanco

- Cómo quieras - dice volteando

- ¡Esta bien! dormire en tu habitación no insistas - con esfuerzo me pongo de pie y camino hasta quedar a su lado. ¿Cómo esta misteriosa chica salio al pasillo justo cuando yo estaba allí sabiendo que no tenia dónde dormir y teniendo justo una cama vacía en su habitación? Qué conveniente. Mi pregunta se respondió sola al ver los nombres en el pizarrón acrílico que esta por la puerta indicando los nombres de las chicas que viven en ese dormitorio, el primer nombre no era problema: Angela Harris supongo que ese sería el verdadero nombre de Ann, el segundo nombre tampoco tenía nada de especial aunque a diferencia del nombre de Ann que estaba escrito en tinta azul, éste está escrito con tinta negra y mayúsculas: WENDY ADAMS pero el tercero... el tercero respondía mis preguntas SHANON BLACK con un corazón a un lado y escrito en tinta rosa, miro furiosa a Ann y esta me devuelve la mirada pero en vez de furia parece un cachorro asustado, veo por el rabillo del ojo a una chica con lentes que me estaba observando desde su cama, al parecer traía un pequeño bisturí en sus manos, rápidamente lo esconde cuando nota mi mirada que iba directo a sus manos un poco ensangrentadas, se esconde entre las frazadas y vuelvo mi mirada hacia Ann

- ¿Qué quiere Shanon de mí? -pregunto frustrada

- ¿A que te refieres? - me pregunta sorprendida

- No me llevo para nada bien con Shanon y me parece raro que me ofrezcas para dormir justo dónde es su habitación, ¿tienes planeado hacerme algo? ¿algo doloroso? - pregunto demostrando desinterés aunque la verdad siento miedo

- Mira, por culpa de Shanon ya hemos sufrido suficiente, de hecho esta no era nuestra habitación, nos cambiaron por una pelea que tuvo Shanon con las chicas que vivían alado - contesta más que fastidiada

- ¿No tienes nada que ver con Shanon? - pregunto alzando una ceja

- La odio - bufa con clara sinceridad

-Es lo peor que me ha podido pasar en la vida, la odio. La odio tanto que no desaprovecharia una sola oportunidad para matarla si pudiera... - por primera vez la chica con las cortadas bajo las sábanas muestra signos de vida

- Wendy, no digas eso - la regaña Ann

- Creo que es mejor si me voy - digo dando media vuelta decidida a volver a mi habitación

- No, por favor, quédate... - me pide Wendy

- Está bien - digo suspirando y sentándome en la cama del costado derecho cerca de la puerta

- Creo que no hemos iniciado muy bien, así que volvamos a hacerlo, soy Angela Harris Collins, ya lo sé, mi apellido no rima pero es culpa de mis padres - vuelve a presentarse sentándose en la cama junto a la mía

- ¿Collins? - repito para confirmar lo que habia escuchado - Mi prima se llama Angela Collins, pero ella vive en España... olvida lo que he dicho -digo mientras intento olvidar aquella loca idea de que esta Angela fuera mi prima

- Hola Murray - saluda ella con nerviosismo, mi boca esta abierta hasta el máximo, sólo mi prima me llamaba por mi segundo apellido, bueno, antes de mudarse a otro país y prácticamente desaparecer

- ¿¡Estás bromeando!? - pregunto poniéndome de pie

- No, de hecho creo que debo confesarte un par de cosas - me dice sonriendo

- ¡Creí que te había perdido para siempre! -grito. Ahora me percato de algo importante, su acento no tiene nada de español, de hecho su acento es de un inglés muy perfecto, o nunca logro atrapar el acento tan peculiar de los españoles o nunca fue a España. Ann y yo eramos inseparables de pequeñas, hasta cuando cumplió siete y sus padres se separaron, entonces nuestro lazo se rompió y ella tomó un vuelo a España con su madre y desapareció.

Sólo olvida todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora