Capítulo 95

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- Santo cielo, Matt - susurré - Y-yo no sé que decir - intentaba que mi voz sonará tranquila como si no estuviera nerviosa.
- Sólo déjame en claro lo mucho que amas a Marc, quizás así no sufra tanto con tu recuerdo.
- ¿Es peligrosa? - ignoré completamente su petición - Tu operación - aclaré tras su cara de confusión.
- No, no lo es, no es muy simple pero creo que no es mortal
- Creo - repetí
- ¿Sabes? No quiero preocuparte ni mucho menos ponerte en una situación difícil - Debiste pensar en eso antes de decirme que me amabas, pensé - Solo te quería dejar en claro mi comportamiento tan raro de los últimos días antes de marcharme
- ¿No planeas volver?
- No depende de mí.
- ¿De quién depende?
- De mi avance, mi recuperación
- ¿Cuándo te irás? - sabía que lo estaba ahogando con todas mis preguntas, lo supe en cuanto me miró de una manera que solía mirarme cuando lo molestaba
- Helen, nadie debería enterarse de esto
- Creo que eso es algo obvio, ¿o quieres que le diga a Marc que me amas como algo más que su hermana?
- Me refiero al viaje, bueno también a ese tema, pero más al viaje
- ¿Qué?
- Nadie debe saber cuando me voy ni mucho menos que me voy, una vez que ya no esté me ocuparé de contarles a todos el porqué
- ¿Eso quiere decir que no te puedo organizar una fiesta de despedida? - pregunté boquiabierta
- Si puedes, pero no tan obvia, algo no tan grande, que sólo tu y yo sepamos que es una despedida
- Lo que me pides es una locura - comenté
- Lo que te dije hace un rato fue una locura, esto es solo un último... - lo pensó por unos segundos y dijo: - Deseo.

Cada día pasaba más rápido que el otro, en un abrir y cerrar de ojos ya era viernes, de nuevo. Toda la semana me la pasé casi sin dormir preocupada por que existía la posibilidad de que esa noche sea la última en la que Matt durmiera aquí, cada día al despertar lo empezaba a odiar más y más sólo por el hecho de que el maldito no me decía cuando se iría, debido a eso (a mis dudas y a su viaje sin fecha) todas las noches obligaba a mi pequeño grupo de amigos a venir a mi habitación, comíamos algo y hablamos de diferentes tipos de cosas, tal y como me lo había pedido Matt, sólo él y yo sabíamos que era una despedida, muy rara, ya que nunca se iba y hasta quizá me tenga así durante mucho tiempo pero al fin y al cabo, como ya dije, todas las noches podía ser la última.
- No, es en serio Matt. - le gruñí - No sé cuanto dinero piensas que tengo pero no puedo comprar pizzas todas las noches solo dime cuando te irás.
- Por si lo olvidas todos colaboramos para las pizzas y ahora cállate Sam esta corriendo hacia aquí
- ¡CHICOS! - gritó mi amiga. Cerré lentamente mi casillero y le dediqué una sonrisa
- Calma - le susurré - Respira y dinos que sucedió
- T-tengo... - tartamudeó - ¡TENGO EL PAPEL! ¡SOY JULIETA EN LA MALDITA OBRA! - miré de reojo a Matt mientras saltaba de la alegría con mi amiga y este se tapaba el rostro con un cuaderno
- No las conozco - le susurró a una linda alumna que pasaba a nuestro lado
- Ven aquí - chille y ambos rodeamos con nuestros brazos a Sam
- Felicidades - susurró Matt, no parecía muy feliz - Moriría por verte actuar
- ¿Cuándo es la obra? - pregunté emocionada
- El próximo viernes - vi como Matt sonreía pero esa sonrisa no le llegaba a los ojos
- En serio moriría por verte actuar - repitió y fue ahí dónde me di cuenta de lo que sucedía
- Oh no, ¿Ese día te vas, verdad? - pregunté olvidándome de la presencia de Sam, Matt rápidamente reaccionó para tapar mi metida de pata
- Si, debo viajar a ver a mi abuela ese día está muy enferma y vive sola en Nueva York - mintió para Sam
- No, que mal - contestó ella - Quería que todos estuvieran pero esta bien Matt, te entiendo, no te preocupes. Chicos los veo luego debo ir a gritarle a todos que tengo el papel - y así fue, mientras se alejaba de nosotros camino al jardín del campus iba gritando como loca que había conseguido el papel.
- Casi cometes una estupidez - me susurró Matt - Bueno, de hecho, cometiste una estupidez, si no fuera porque se me da bien mentir ahora estaría en un apuro
- Ya cállate y camina, llegaremos tarde a clases.
Esa semana pasó aún mucho más rápido que la anterior, los días parecían no tener suficientes horas, tenía demasiada tarea sin concluir y otras sin siquiera empezar, sólo me dedicaba a pasar tiempo con Matt, pasar tiempo con Marc, ayudar a estudiar el guión de la obra a Sam, comer, dormir, un poco de clases y listo, el día ya terminaba. Estábamos a un día de la obra y digo estábamos porque si Sam no pudiera presentarse por alguna razón yo la podría reemplazar sin ningún problema ya que sé el guión de atrás para delante, mi habitación era un caos total con Sam poniéndonos nerviosos a todos más la tristeza de que Matt mañana se iría, la verdad era una mezcla de todo tipo de emociones
- ¡Por Dios que alguien le cierre la boca! - gritó Wendy, Sam no dejaba de repasar y repasar sus diálogos en voz alta caminando de un lado a otro dentro de nuestra habitación
- Sam, ¡cálmate! - gritó Matt
- Te irá bien Sam, sólo cálmate - apoyó Marc quién jugaba con una pelota mientras tenía su cabeza sobre mis piernas cuando yo solo intentaba terminar una tarea de español
- ¡OH ROMEO, ROME...
- ¡CIERREN SU MALDITA BOCA! - grité poniéndome de pie asustando a todos principalmente a Marc - ¡ME ESTAN VOLVIENDO LOCA!
Todos se callaron, atentos a mi siguiente movimiento
- Tú - dije señalando a Sam - Ya sabes todas tus líneas CÁLMATE te irá bien maldita sea, tú - esta vez señalé a Marc - Deja de jugar a la pelota por mi frente. TODOS escúchenme NECESITO terminar una tarea para mañana y si no piensan ayudarme entonces guarden silencio por al menos cinco minutos. - cuando la habitación se quedó en completo silencio lentamente volví a mi cama, me senté sobre ella, puse mi laptop sobre mis piernas esta vez, escribí la palabra gracias y di por terminado mi ensayo luego de más de cuatro horas
- Listo, pueden volver a ponerme loca. - no fue necesario terminar mi oración para que todos empezaran a hablar a la par, otra vez.
Mi despertador sonaba a lo lejos, el sonido no provenía del mismo lugar del cual siempre lo escucho, es como si estuviera en otro lugar, al abrir los ojos entendí dos cosas, una: me di cuenta de que no era el despertador quién había cambiado de lugar y dos: ya sé porque me duele tanto la espalda.
Por alguna extraña razón había amanecido en el piso mientras que dos chicos con nombres parecidos dormían cómodos y calientitos en mi cama, en el momento no fue eso lo que más me enfureció ni preocupó, lo que sí me hizo volverme loca era la hora:
Ocho y veinte de la mañana de un viernes, por costumbre siempre programo dos alarmas una a la hora correcta para levantarme y otra por si me quedaba dormida, al parecer ninguno de los adolescentes presentes, incluyéndome, había escuchado la primera alarma así que ahora estábamos un poquito retrasados con el tema del horario de clases
- ¡ARRIBA, ARRIBA, ARRIBA! - gritaba una y otra vez - NOS QUEDAMOS DORMIDOS.
Corrí al baño mientras mis compañeros seguían intentando saber que demonios estaba pasando, cuando escuche los gritos y el sonido de las pisadas al correr de todos supe que ya se habían despertado e reincorporado a la vida real, tarde lo menos que pude arreglando mi cabello y eligiendo que ponerme, ni siquiera me di un baño para ser francos, me eche encima casi toda mi botella de perfume y salí corriendo de la habitación que, según lo que pude ver, estaba hecho un desastre, cajas de pizzas en todos lados, latas de refrescos esparcidos por el piso y tres sostenes de Ann colgados del ventilador (creo que por obra de Marc y Matt).
Como era de esperarse llegué un poco más que solo tarde y por ello perdí dos puntos en mi ensayo que según el profesor, si no hubiera llegado tarde habría sacado diez, no se puede ser perfecta ¿no?
El tiempo (hablando meteorológicamente) estaba en pocas palabras, horrible. Era más que obvio que iba no sólo a llover sino que se caería el cielo. El viento hacia pegarme a mi misma en la cara con mi cabello de camino al teatro al atardecer, Marc sujetaba mi mano derecha mientras que hacia una maniobra con la izquierda para poder enviar mi cabello detrás de mis orejas, Matt había desaparecido en uno de esos caóticos momentos en mí habitación mientras Sam se preparaba, nadie además de yo sabía adónde fue y todos se hacían la misma pregunta ¿Dónde está Matt? Yo simplemente no contestaba, sabía que si contaba la verdad todos me odiarían por no decirlo antes.
- El teatro está lleno - comentó Marc totalmente sorprendido cuando formábamos la fila para ingresar.
Como era de esperarse comenzó a llover bastante fuerte antes de que iniciará la obra, fruto de toda esa tormenta que se desataba afuera la luz amenazó dos veces con cortarse, si el teatro sufría un apagón en estos momentos no tenía idea de cómo controlaría a Sam, pasó toda la semana lamentándose por el feo clima que habría hoy luego de ver el pronóstico extendido del clima en su teléfono y mientras ella se lamentaba yo le hacía creer que el pronóstico no siempre acierta, me equivoqué al parecer.
-Tranquila, el teatro cuenta con luz de emergencia - me consoló Marc mirando el programa impreso de la obra.
La suerte estuvo de lado de Sam y de todos nosotros con el tema del tiempo al parecer el viento y el agua se calmaron un poco dejando disfrutar al 100% la obra, como ya me lo esperaba el que protagonizó a Romeo era bastante atractivo, una de las tantas razones del interés de Sam para participar.
- ¿Qué haremos para celebrar esta maravillosa actuación? - preguntó Hilary a Sam cuando pasaron treinta minutos de que la obra finalizó y por fin la podíamos ver vestida como alguien de este siglo luego de más de dos horas
- Lo siento chicos, los fabulosos actores iremos a cenar a un restaurante no muy cerca de aquí - se disculpó mi amiga - Si quieren nos pueden acompañar
- No, está bien. Diviértanse.
Luego de haber terminado de despedirnos Ann, Wendy, Marc y yo decidimos ir a Mc'Donals, que por cierto resultó una malísima idea ya que si nos quedábamos a cenar ahí tendríamos que esperar hasta mañana para que nos entreguen nuestros pedidos. La fila para ordenar era más larga que la cola para ingresar al concierto de alguien muy famoso, como un concierto de Michael Jackson luego de resucitarlo o algo así.
- Tres noches de seguidas cenando pizzas - se quejo Wendy tocándose la barriga
- Mis eructos tienen olor a pizza
- Marc, eso es asqueroso. - lo regaño empujando su rostro lejos del mío
- ¿Quieren un poco? - nos ofrece Hilary y todos nos miramos para saber que hacer ya que su comida no se veía para nada apetitosa. Hace algunas semanas Hilary había decido convertirse en vegana y déjenme decirles que sus comidas parecían trocitos de pasto mezclado con más trozitos de pasto.

- Entonces el hombre empezó a decir "Yo no maté a esas mujeres" - eran las diez de la noche y era la decimocuarta vez que Marc contaba la historia de aquel día a Hilary - Y entonces...
- Ya supéralo Marc - lo interrumpió Ann
- Ya cariño, conocemos la historia de memoria. - añado
- Oye, Marc ¿cómo haces para siempre venir aquí y que los guardias de pasillos no te digan nada? - preguntó de la nada Hilary, Marc le respondió con un guiño y luego hizo un gesto con los dedos dando a entender la palabra dinero, la puerta de la habitación se abrió y Marc miró asustado
- Hola - saludó Sam para luego tirar su bolso a un lado y subirse junto a Marc y a mí en mi cama
- ¿Cómo te fue? - pregunté cuando escuché a alguien gritar
- Que extraño - dijo Wendy parándose de inmediato
- Oigan no sé que estará pasando pero al entrar vi policías - comentó Sam despertando la curiosidad de todos. Los gritos cada vez eran más fuertes hasta que escuché como si la que gritara pasó frente a nuestra puerta y pude identificar palabras como "No" "Auxilio" "Déjenme" o "Muéranse" Miré a Marc como pidiéndole permiso para ir a ver y este negó con la cabeza, cuando los gritos se hicieron más despacios como si la persona se hubiera alejado, él fue el primero en correr fuera de la habitación y todas lo seguimos hasta la planta baja del edificio muertas de la curiosidad, al llegar a la entrada principal ya todo el salón estaba minado de chicas riendo u otras mirando confundidas, me acerqué lo más que pude para lograr ver hacia los muchos autos de policías que estaban estacionados hasta que todas me empezaron a dar lugar haciéndose a un lado, era como si yo tuviera algún poder superior al de ellas o algo así. Caminé junto a Marc hasta quedar en la entrada mismo y luego de eso todo pareció pasar en cámara lenta.
Shannon Black era subida contra su voluntad a una patrullera, esposada de manos y pies (algo raro que para ser franca nunca había visto) y en ese instante una duda inundó mi cabeza:
- ¿Qué carajos está pasando? - no solo lo pensé si no que lo dije tan fuerte que todos giraron a mirarme para luego volver la vista hacia la patrullera donde Shanon estaba protagonizando un verdadero espectáculo. Una chica, al parecer de último año se acercó a mi sin dejar de sonreír
- ¿No estás enterada de lo último? - me preguntó
- No - conteste con franqueza mientras Marc la miraba con intriga
- El padre de Shanon cayó esta tarde por plantación y comercialización internacional de mariguana - mis ojos y los de Marc se abrieron más de lo que creía posible
- ¿Llevan presa a Shanon por el delito de su padre? - se mete en la conversación Ann
- Al parecer es un trabajo de familia ya que Shanon vende o bueno, vendía cocaína y mariguana dentro y fuera de esta institución.
El padre de Marc/Director/mi suegro no tardó en aparecer en la escena, al igual que todos los hombres que antes estaban viendo lo que sucedía desde la entrada de su edificio
- Shanon no saldrá de prisión en un buen rato - susurró - Creo que a todos les llega la hora de pagar lo malo que hacen.
Eso fue lo último que le escuche decir a la de último año antes de desaparecer de mi lado.

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¡Hola!
¡Feliz navidad y año nuevo! (Completamente atrasado)
Aunque el dos mil dieciséis ya empezó hace varios días creo que igual les puedo desear un maravilloso año y agradecerles una vez más por leer esta historia que por supuesto sé que no es como las historias de Suzane Collins o J.K. Rowling, aunque no le alcanzará ni a los tobillos a esas escritoras ustedes me han dado su voto de confianza y estoy tan agradecida por ello. Gracias por darme un 2015 maravilloso y les prometo un 2016 mejor, con nuevas historias y por supuesto aunque me duela aceptarlo el final de esta.
Estoy feliz con todo lo que hice este 2015 y una de las cosas por las que más feliz me siento es por mi increíble avance en lo que refiere a la escritura, sé que aún cometo errores pero cada vez que leo algunos capítulos viejos de esta novela, para ser francos muchas veces me sangran los ojos, no sé como ustedes, lectores, han llegado hasta aquí, los capítulos actuales son más... Decentes, pero los viejos, dan pena, y no, por más que quiera modificarlos/arreglarlos/editarlos no lo haré porqué es ahí dónde se puede corroborar mi avance. Perdonen si este mensaje se alargó demasiado pero quería expresar con ustedes esto. Una vez más: Feliz año.
Pd: Cada vez falta menos para el final.
Pd2: déjenme un comentario o un voto como regalo de navidad ;)
xoxo.

Sólo olvida todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora