- Te odio, te odio, te odio. - susurraba sin parar. - Marc. - lo llamo
- ¿Qué? - pregunta bebiendo agua
- Te odio.
- Que novedad, me haz dicho lo mismo los últimos cuarenta y cinco minutos.
- Marc - lo llama Matt
- ¿Tu que quieres?
- Te odio el doble.
- ¿Qué acaso todo esto es mi culpa? - explota, estaba enojado y no tenía ni un solo motivo, por su culpa estábamos aquí.
- Déjame ver... - susurra Ann acercándose - ¡Si! Todo esto es tu maldita culpa.
- Por tu culpa moriré virgen hermano. - grita Matt haciendo reír a todos, a todos menos a mi. No entendía como podían reír en un momento así.
- ¿Se dan cuenta que no es momento para hacer bromas, no? - pregunto, no me importa ser acusada de aguafiestas o de amargada, lo único que quiero hacer es salir de éste diabólico lugar.
- Si me haces pasar la noche aquí, te arranco los testículos. - amenaza Sam a mi novio haciéndome mirarla mal.
- La única que perderá será Helen. - susurra Ann.
- ¡Ya, basta! - grito - ¿Se dan cuenta que estamos varados y sin ninguna forma de contactar con el mundo?
- ¿Qué te parece si subes al auto he intentas relajarte?
- ¡Estás loco! ¿Hablas en serio? ¿Relajarme? Tu lo único que logras es sacarme canas verdes, Marc Eloth.
- El tiempo avanza amigos, o pensamos en algo para salir de aquí o nos designamos a morir en manos de los fantasmas.
- En realidad, los fantasmas no pueden matar. - dice Wendy buscando algo en el suelo.
- Sólo poseerte. - contesta Matt
- ¿Quieren cerrar sus malditas bocas de una buena vez? - amenaza Sam - Dejen de mencionar fantasmas, demonios o posesiones, suficiente tuve con aquel hombre raro que intento matarnos, ahora, supérenlo y busquen una manera de salir de aquí.
- La única solución es ir caminando. - susurra Marc.
- ¡Tu cierra la boca! - grito - No opines y tampoco ofrezcas tus ideas.
- ¿Ya no me quieres o que te pasa? - me pregunta mirándome de manera extraña.
- Te quiero... - susurro - matar.
- Chicos no es momento para terminar su relación.
- ¡Tengo una barra! - grita Ann, estaba en el techo del Mercedes de Marc gritando como una loca
- Yo tengo tres barras - susurro al ver la pantalla de mi móvil - Logan me ha llamado más de siete veces...
- ¡Hilary! - grita Ann con el teléfono cerca de su oído - ¡Estamos perdidos! ¡Ayuda!
- Dile que estamos en...
- La señal volvió a caer... - digo y Ann lanza su móvil muy lejos de ella.
- ¡El hombre raro! - grita Sam, esta vez pude ver a aquel hombre dentro de su camioneta directo hacia nosotros, otra vez.
- Cariño... - me llama Marc, todos habían empezado a correr adentrándose al bosque
- ¡¿Están locos para entrar ahí?! - grito, el hombre había frenado su camioneta muy cerca nuestro
- Corre. - repite Marc.
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Sólo olvida todo.
Teen FictionEl primer amor tal vez no sea siempre el indicado, ¿o sí? Novela registrada en Safe Creative Código: #1502213301381 Todos los derechos reservados.