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Por lo que le deseamos un grandioso y...
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A lo lejos ambos vemos a Paimon con enormes cantidades de platos para ella sola. En lugar de sorprenderme, aquella imagen me hace soltar una carcajada. El rubio me mira lleno de vergüenza, más me aseguro de tranquilizarlo y darle una mirada comprensiva.
- He venido a pagar todo lo que a comido Paimon - habla el rubio con vergüenza. Sara niega con un gesto y sonríe con amabilidad.
- No te preocupes, me hace feliz que les guste mi comida - ella me mira y sonríe, a la cual correspondí.
Cuando Paimon por fin termina su comida, vuela en nuestra dirección. Por un segundo ella me mira curiosa, luego me saluda agitando su mano y una sonrisa, pero me es imposible corresponder a su saludo cuando veo sus manos sucias de comida. Mi risa sale y Aether pega su palma contra su frente mientras niega.
- Paimon, tienes que tomar un baño - el rubio la regaña. Ella ríe nerviosa pero no sé niega a bañarse.
- Paimon se disculpa, Sara. Tu comida es deliciosa y Paimon no puede contenerse a comerla.
- Está bien, Paimon. Espero verte pronto de nuevo.
- ¡Si!
Paimon sonríe con ojos de media luna con sus pequeños brazos detrás de su espalda. Pronto los tres nos despedimos de Sara agitando nuestras manos de un lado a otro y seguimos nuestro camino a la sede de los Caballeros de Favonius.
- Aether, ¿Quién es ella? - Paimon me apunta con su pequeña manita.
- Mi nombre es Agatha, su nueva compañera de viajes - sonrió amablemente a la pequeña hada. Paimon asiente con una sonrisa y ojos brillosos, su expresión se vuelve emocionada.
- ¡Bienvenida, Agatha! Paimon está feliz de tener una nueva compañera.
- Mentira, solo estás feliz por qué tendrás doble de moras para comer - el rubio la mira con los ojos entrecerrados.
- ¡Claro que no! ¡Paimon realmente está feliz!
- Jaja, está bien. Incluso si nos quedamos sin Moras, tenemos a nuestra comida de emergencia, ¿Verdad, Aether?
El asiente con las manos sobre su cintura. Paimon patalea como un pequeño niño haciendo berrinche.
- ¡Paimon no es comida!
Aether y yo soltamos una carcajada.
🐟💧🌊⛲
Impresionante.
Es lo primero que pienso al ver el enorme edificio de los caballeros de Favonius. Aether junto a Paimon son los primero en subir las cinco escaleras de la entrada, después los sigo a pasos lento mientras miro a mi alrededor. Los caballeros de Favonius no dicen nada, solo saludan con tono de voz agradable y nos dejan pasar. Al entrar, lo primero que veo, es el hermoso pasillo donde hay tres puertas en cada lado. El rubio frente a mi vuelve a caminar en dirección a la primera puerta del lado izquierdo, es ahí que me doy cuenta que vamos a la oficina de Jean la gran maestra.
