Capítulo 20

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Xiao no sabía cómo preguntarle por lo que había visto

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Xiao no sabía cómo preguntarle por lo que había visto. Habían pasado alrededor de 20 minutos, desde que su hermana había salido a quién sabe dónde, hacer quién sabe que. Fue a buscarla, y no tardó mucho en encontrarla, sus pasos eran lo suficiente ruidos para que ella pudiera escucharlo. Pero no lo hizo, ella jamás noto su presencia.

Xiao tampoco se atrevió a interrumpir lo que sea que estuviera haciendo, no hasta que la vio hacer presiones en el aire. Le pareció extraño lo que hacía su hermana, aún sin detener sus pasos, vio aquello que su hermana presionaba.

La confusión invadió su mente, incluso pensó que tanto tiempo dormido le había pasado factura y ahora veía cosas de otro mundo. Sin embargo, lo pensó y se dió cuenta que el único de otro mundo serían todos los seres divinos e inmortales como él. Incluso si hay humanos que saben de su existencia, hay muchos otros que no lo saben y dudan de ella. Pronto estuvo a pequeños centímetros de distancia, no sabe cómo, pero pudo leer una larga oración en aquello que su hermana estaba tan concentrada.

Bajo su mirada y la vio. Lucia nerviosa, preocupada y había una pequeña pizca de temor. Su sentido protector lo hizo fruncir el ceño, decidido la llamo y esperaba que ella le dijera la verdad. Una vez más, no lo fue, aunque dijo una mentira que contenía parte de verdad, también se dió cuenta que ella le ocultaba algo. No es que Xiao dudará de ella, solo se preocupaba y temía perderla de nuevo.

Verla entrenar de nuevo, le recordaba en aquel entonces cuando la veía entrenar sola en una cascada de agua. En un principio no sabía porque entrenaba bajo una cascada, hasta que ella le explicó en lo que consistía y por qué lo hacia. Por eso, cuando le sugirió entrenar en la cascada, pensó que ella recordaría su entrenamiento, más no espero lo contrario.

El frío sudor que caía de su frente, como aquel dolor en su pecho y su cuerpo tembloroso, le habían hecho entender que inconscientemente su hermana inicio el proceso de Tongku. Un entrenamiento para nada simple, el cual consiste en una pelea interna contra tres de las cinco etapas del dolor: negacion, ira y negociacion.

Cada una de estas tres etapas, representaran al usuario a su imágen, es decir; tomara la forma física y mental de usuario. De esta forma, una vez haya superado estás etapas, podrá conectarse al espacio de la eutimia.

Ahora ella estaba ahí, recostada en la comodidad de una cama con sábanas blancas. A comparación de cuando fue llevada a la mansión, su respiración ahora era regular y sin señales del sudor frío -Aether se había encargado de limpiarlo -. La temperatura corporal ya era cálida, aún así, ella seguía sin despertar. No porque el entrenamiento le había hecho daño, de hecho ella estaba bien por ese lado. El hecho de que no despertara, era porque dormía cual bella durmiente. Xiao ya la había visto moverse algunas veces, incluso fue testigo de como Agatha tomo una de las almohadas para abrazarla y subir sus pies. Ante tal acción, el único gesto que hizo el Yaksha, fue levantar una de sus cejas con incredulidad.

Sin embargo, la imagen de aquella cosa rara que su hermana presionaba en el aire, seguía en su cabeza junto a una serie de preguntas que quería hacerle a su hermana. La principal y más importante para él era sobre la oración que había leído.

- Aether, ¿Has notado algo extraño en Bonanus? - su voz fría ajena a lo desconocido, fue en dirección al rubio compañero de su hermana quién a unos cuantos pasos de distancia, leía un libro.

- ¿Bonanus? - susurró para sí mismo. Ah, Agatha, Xiao lo vio sacudir su cabeza en negación -. No puedo decir mucho, ya que hace unos días la conozco.

- ¿Días?

- Sí, ¿Te lo dijo, no? Ella viene de otro mundo al igual que yo. - explicó luego añadió:- Yo comencé mi viaje en Teyvat días antes de que ella llegara aquí. La vez que nos conocimos, ella era perseguida por unos Slimes, yo los derrote en su lugar, luego se presentó como Agatha, además su apariencia no era tan 'etérea' cómo ahora.- el rubio llevo una de sus manos a su barbilla pensando por si había algo que se le haya escapado.

Xiao lo miro durante unos segundos, asintió cuando noto que no había mentira alguna en su relato.

- ¿Por qué ella no se defendió? - una nueva pregunta voló a los oídos del rubio.

- Dijo que no recordaba que tenía una visión - respondió.

- Entonces, ¿No sabia que era Bonanus hasta después? - continuo preguntando, Aether le miro con atención y termino dándose cuenta de la mirada intensa que el Yaksha le daba. Nervioso miro el piso y jugo con sus dedos.

- No, luego de encontrarnos con una Oceanida su aparecía cambio a la actual, ahora que lo pienso, se veía sorprendida cuando supo que se llamaba 'Bonanus' - confesó con el ceño fruncido.

¿Una Oceanida?, pensó el Yaksha con una de sus manos en su barbilla.

Para Xiao era extraño que Agatha tuviera una relación con una Oceanida, pues en el pasado nunca se le vio comunicarse con otros seres además de los Adeptus y Dioses. Cree que ni siquiera sus otros hermanos o Indarias - la más cercana a ella - supiera de dicha relación.

- ¿Te preocupa?

Ahora le tocó al tierno de Aether para hacer preguntas. Xiao se mostró distante con él desde un inicio, pero sabía que era normal ya que ambos apenas se conocían. De alguna forma quería ser su amigo, claro que también quería hacerle saber que él cuidaría de Agatha durante sus viajes, es decir, quería su confianza.

-...- como el rubio esperaba, Xiao no dijo nada además de responder con un asentamiento. Sonrió con amabilidad, le daría su tiempo, le bastaba con saber que se preocupaba por su compañera de viajes.

Aether camino en dirección a la cama donde se encontraba la fémina, la sacudió con delicadeza para despertarla. Agatha realizó sonidos quejosos, intento alejar la mano del rubio para evitar ser despertada, sin embargo, Aether no pensaba rendirse. Xiao miraba en silencio las acciones del compañero de su hermana, no le molestó que el rubio la quisiera despertar, prefería que la despertara. El rubio pellizco y luego jalo ambas mejillas de la chica, a la vez que sonreía por lo graciosa se veía.

- Agatha, levántate.

- Una hora más - murmuró entre sueños la fémina.

- No, nada de una hora más, levántate - regañó Aether con gracia. Xiao observó como el rubio tomaba los brazos de su hermana y la jalaba con la intención de levantarla, quería reír - Agatha, tenemos una misión que cumplir, anda.

Sin embargo, la fémina siguió sin despertar. Fue entonces cuando Xiao decidió actuar y ayudar al rubio a levantar a su pequeña hermana. El Yaksha se levantó, camino con largos pasos hasta llegar a la cama, se acercó a su oído y susurró un par de palabras.

- Si no despiertas, le diré a Rex Lapis que estás viva.

Tal y como espero, la fémina abrió los ojos de golpe. Pronto una mirada fulminante para en su dirección, Xiao simuló una sonrisa burlesca para su hermana, claro que Aether la había visto también, pero no diría nada.

- ¡Tu..! - Agatha calló sus palabras cuando un dolor punzante crecio en la parte inferior de su abdomen, la expresión dolorosa fue suficiente para preocupar a ambos jóvenes.

- ¿Que sucede, Agatha?

En cambio, no hubo respuesta alguna por parte de la fémina. Ella trataba de calmar aquel dolor con toda la paciencia posible. Hasta que ambos Yaksha fueron testigos de la notificación que llegó por parte del sistema y Agatha maldijo al sistema una vez más.

[Su castigo ha sido aplicado con 7 días de periodo]





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