Capítulo 37

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— ¿Ya se han despedido de todos?

Venti miró a los viajeros con curiosidad. El grupo caminaba desde la cima de las montañas de la Guarida de Stormterror hasta la frontera de Liyue y Mondstadt. La razón de porque se encontraban en la guarida de Dvalin, es porque había  un pequeño lago donde se podía ver una de las grandes montañas del Desfiladero de Jueyun, un paisaje bonito.

Fue un lugar que Agatha había sugerido, pues ella recordaba que en sus tiempos como gamer en el otro mundo, había visto un pequeño río que conectaba con Liyue, pero al mismo tiempo era un lugar que daba paz suficiente. Además que estaba cerca de la Puerta de piedra.

Los viajeros se miraron entre ellos y sonrieron antes de responderle al Arconte.

— Sí, nos hemos asegurado de hacerlo.

— Entonces está bien, espero que vengan al festival de las flores de viento — los invitó muy a su manera.

— ¿Festival de las Flores de Viento? Es la primera vez que Paimon escucha sobre eso — reflexionó la pequeña hada con una mano en su barbilla.

— Si, es un festival que se celebra cada año. Muchos lo ven como una festividad de amor para regalar flores de viento a sus personas amadas, pero pocos saben que el significado de este festival es para celebrar la libertad que se les dio al antiguo Mondstadt — explicó el bardo con emoción—. Por supuesto, habrá mucha comida, musica y actividades divertidas.

« Me preguntó ¿cuántas protegemas darían ese día?, lástima que ya no seré testigo de eso » pensó la fémina llevando una de sus manos a la barbilla.

— Liyue también celebrará el Rito de la Linterna en algunos meses — agregó Venti mirando de reojo al joven Adeptus —. Supongo que deberán celebrarlo primero antes de venir aquí de nuevo.

— ¡Woo! Esas son muchas festividades ¡Paimon ya quiere que llegue el día! — grito emocionada el hada.

— Bueno, antes tenemos que buscar a Rex Lapis y hablar con él — mencionó Aether mirando a la fémina mayor. Sin embargo ella prefirió ser honesta.

— ¿Sabes que a dónde vamos es a la nación de los contratos, no? — preguntó devolviendo la mirada con seriedad. El viajero y la pequeña hada pusieron total atención, Aether asintió poco después —. No vayas con la ilusión de obtener información, porqué sí de contratos se trata, él no nos dirá nada. 

Venti miró a los viajeros al igual que el otro par de chicos que caminaban detrás de ellos.

— Agatha tiene razón, ese viejo zopenco es terco y más cuando se trata de sus contratos — dijo Venti asintiendo una y otra vez.

— Tu tampoco te libras, Venti — la fémina lo miró a los ojos, el Arconte se tensó.

— ¿El bardo de pacotilla sabe algo? — preguntó Paimon a lo que el nombrado rascó su nuca con nerviosismo.

— Lo único que sé, ya se los he contado, ehe.

— En todo caso, será bueno que sepas la historia de Teyvat, Aether — cambio de tema con rapidez la Adeptus —. Después de todo, incluso si los Arcontes no tienen la información que buscas, en algún rincón de Teyvat alguien te la dará.

— Lo dices como si supieras que alguien vendrá y me dará información — Agatha sonrió ante aquellas palabras, sólo para afirmarle al rubio que así sería.

— ¿Quién es esa persona?

— ¡Paimon también tiene curiosidad!

— Sólo viajemos y ya, la información llegará cuando tenga que llegar — exclamó dando pasos más largos para llegar al final de la montaña.

¿Yo en Genshin Impact?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora