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Para llegar a la Hacienda Kamisato había que cruzar el Bosque Chinju, un bosque con una noche eterna y cubierto de hermosas flores que brillaban como la luz de la luna. Debido a su naturaleza como Adeptus, la energía de los Youkai era fácil de percibir para ella, pero estos parecían esconderse detrás de los enormes árboles.
En su camino a la ciudad de Inazuma, se había encontrado con tres pequeños Youkai que en cuanto la vieron, salieron corriendo. No le sorprendió, la energía oscura que alberga los advertía del peligro, después de todo ser Yaksha que mata a sangre fría puede causar temor incluso a los humanos.
La Yaksha camino por el bosque con pasos lentos y cuidadosos para evitar que sus compras se estropearán. Escuchaba la risa de las almas perdidas de los niños que jugaban en la lejanía, sus formas eran como bolas de energía azul que volaban por todo el bosque, mientras que esté era iluminado por la luz de la luna. Bonanus sabía que existía una puerta para ir al mundo espiritual, pero para encontrarla habría que hablar con un Youkai acerca de eso.
Su primera opción fue la Miko[1] sin embargo la descartó en poco tiempo, la Tengu tampoco era una buena opción y el Oni extrovertido, tampoco. Preguntarle a la sacerdotisa era un tanto riesgoso, temía que sus planes fuesen descubiertos más pronto que tarde, ella sabe que Yae pronto puede descubrir todo pero espera que sea cuando el escenario esté preparado.
— ¿Es ella?
— Sí, ella es el Ghoul[2] que se está hospedando con los humanos de la mansión de arriba.
Bonanus escuchó a los pequeños Youkai escondidos, al principio no les hizo caso y quiso reír por como la habían llamado.
— ¿Creen que se los vaya a comer?
Una vena se hinchó en su sien y apretó sus puños con tal de no gritarles para asustarlos en decirles algo, en ese mismo momento y por intuición aguardo sus compras en su inventario.
— ¿Eh? ¡Entonces debemos advertirles!
Suficiente
— ¡¡AHHH!!
— ¡¡KEISUKE!!
Los pequeños Youkai vieron con miedo como su amigo Kappa era levantado del suelo por una energía dorada y levitaba hasta donde se encontraba la Yaksha, su miedo creció aún más. Sin embargo, el pequeño y valiente Hitotsume[3] corrió para salvar a su amigo, el más tímido del grupo, un pequeño Tengu se quedó escondido en el árbol donde el resto había permanecido.
— ¡Suelta a mi amigo, apestoso Ghoul! ¡Devorarme a mi! — el Youkai lanzo una piedra con la intención de herir a la Yaksha más ella fue más rápida y lo esquivo.
El Youkai de un ojo que había corrido a defender a su amigo, se dejó caer por el miedo al notar la mirada oscura que la Yaksha le había dedicado, cerró su único ojo con fuerza al ver qué no había logrado nada y solo espero a que su vida llegará a su fin. Con el largo silencio que vino después y al darse cuenta que no había dolor al ser devorado, el Youkai abrió su único ojo para ver qué había ocurrido, el miedo lo invadió de nuevo al conectar su mirada con la Yaksha.
