Capítulo 92

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Tres días antes, Isla Narukami

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Tres días antes, Isla Narukami

El silencio reinaba en el comedor, los hermanos Kamisato y Thoma, comían en silencio sin hacer un solo ruido. Desde el punto de vista de Agatha, ella que de vez en cuando les echaba un vistazo, observaba la perfecta etiqueta de mesa de quienes nacieron en cunas de oro.

Agatha no pudo evitar sentirse algo incómoda con el silencio y sobretodo, sentirse inferior. Desde que llegó a este mundo, nunca se puso a pensar en el tema de la economía que viviría en este mundo o por el dinero - salvo la vez que pensó en ahorrar dinero en caso de que el destino la uniera en una misión con Zhongli -, desde su llegada, jamás se sintió inferior, incluso cuando se quedo un tiempo en el Viñedo del Amanecer, no se sintió así.

Durante las horas de desayuno, comidas o cenas, su familia siempre sacaba algún tema para hablar, las risas nunca faltaban en cada comida, a veces habían debates pero el ambiente en la comida no dejaba de ser alegre, ella estaba acostumbrada a eso. Entre los Ragnvindr y los Kamisato, se notaba la diferencia en el ambiente, mientras que uno era cómodo y hogareño, en el otro era todo lo contrario.

En su mundo anterior, Agatha había vivido una economía media baja, no era pobre ni rica, ella trabajaba para darse sus gustos y ayudar a su familia con algunos gastos. Cuando sucedió lo de su embarazo, ella tomo un permiso para descansar esos nueve meses, por fortuna tenía ahorros lo que le habían ayudado mucho esos nueve meses.

La razón por la que su apetito se desvanecía, es por esa incomodidad que sentía. Sabía que solo ella se sentía así porque ellos no se darían cuenta del tipo de ambiente que transmitían, así que no se atrevió a iniciar una conversación y comió sin hacer ruido, teniendo cuidado de manejar bien la etiqueta de mesa, tampoco pudo evitar extrañar a su familia del otro mundo e incluso a su querido hijo y nuevos amigos.

- Señorita Agatha, ¿la comida es de su agrado? - la susodicha levanto la mirada tratando de mostrar una expresión tranquila, había una sonrisa amable en sus labios.

- Claro que sí, su cocinero tiene un sazón delicioso - halago siendo sincera, la comida en sí era deliciosa al igual que el sabor. Lo único que lamentaba era que estaba rompiendo sus propias creencias en comer alimentos que no correspondían a ellas.

Ayaka le regaló una sonrisa a su invitada, no dudo de sus palabras. Agatha bajo la mirada con una media sonrisa cuando se dio cuenta que no habría más conversación.

Al contrario de su hermana, Ayato había notado un severo cambio en su invitada hace unos dias, su expresión era más relajada que días anteriores, el mar en sus ojos brillaban de una forma hermosa y aunque tenia una apariencia glamurosa, parte de ella había sido sustituida por un toque angelical, sobre todo las sombras cuáles así como los detalles de escama bajo sus ojos, la hacían ver como una sirena.

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