Capítulo 38

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Si tú estuvieras en el lugar de Agatha, ¿que sería lo primero que harías?. Ella miraba la majestuosa estatua del Rey Geo en medio del Pantano Dihua, decir que era grande, era poco. En realidad aquella estatua parecía aún más grande que la del Arconte Anemo, no sabía si era porque el hombre tallado en piedra era más grande o porque los lugareños de Liyue querían superar al resto de naciones con el tamaño.

Con tan solo subir la mirada, los reflejos del Sol calaban su rostro con intensidad por lo que tenía que usar su mano para darse sombra y mirar mejor la estatua. No iba a negarlo, la idea de llevarse la estatua que pasó por su mente, le había gustado. Era enorme, quizás de aproximadamente unos cinco metros, no podía decirlo con certeza ya que no era buena en matemáticas.

Sin embargo, era enorme, mucho más que la de Barbatos. Agatha soltó el aire en sus pulmones y miró a Aether colocar su mano sobre la estatua de los siete siguiendo las indicaciones de la pequeña Paimon. Vaya sorpresa que se llevaron Xiao y Scaramouche, al describir la afinidad que tenía el viajero rubio con los elementos sin necesidad de una Visión.

Para Scaramouche fue sorprendente porque cuando Signora les comento sobre el viajero y sus habilidades, él no creyó en sus palabras. Pero al parecer esa mujer no dió un informe erróneo. Lo más curioso para él, es que ninguno de los viajeros tenía la intención de esconder sus habilidades en su presencia. O es que son tontos o es que realmente confían tanto en él.

- ¿Esta bien que Scaramouchi sea testigo de la afinidad del viajero? - Paimon miró a sus compañeros con una mirada preocupada.

Aether asintió levemente a la vez que llevaba su mirada a la marioneta y luego a la mayor de su grupo. Ella no lo miró, pero la decisión que se reflejaba en sus ojos le basto para hacerle saber que ella opinaba igual. Agatha no tenía razones para desconfiar de Scaramouche, por más Fatui que él fuera, sabía que él no haría movimientos en su contra de forma impulsiva. Incluso si al baladista se le pasaba por la mente hacer una traición hacia ellos, ella confiara en sus decisiones y Aether confiara en las de Agatha.

Además, ella ya lo había adoptado como su hijo, así que... ella no creé que suceda.

- Oigan, ¿estaba esto cuando llegamos?

La voz de Paimon llamo la atención del grupo. Todos se acercaron para mirar el objeto que la pequeña hada tenía en sus manos, pero solo dos personas de aquel grupo se dieron cuenta de lo que era. Aether observó la bonita piedra de Cor Lapis, está tenía la forma de un rombo, lo que más llamaba la atención de aquella piedra era el diamante de Morax tallado en esta misma y la energía del elemento Geo.

Xiao fue el segundo en tomar aquella piedra que bajo la mirada atenta del grupo, observaron lo que hacía con ella. Fue hasta que se la entregó a su hermana que la mirada del grupo se volvió más curiosa. Agatha no supo cómo interpretar la sensación que sintió cuando tocó la piedra, lo único que podía decir es que no estaba para nada tranquila.

- ¿Qué es esa piedra? - pregunto Aether curioso.

- Se llama Cor Lapis, es un material que utilizan los herreros para crear armas - contestó Xiao con tranquilidad.

- Parece como si hubieras visto un fantasma, Agatha - comentó la hada mirando a su compañera que había permanecido callada durante un buen rato.

Pero no le hizo caso, la fémina estaba sumergida en sus pensamientos. Bonanus frunció el ceño con recelo hacia los caracteres Han grabados en aquella roca, no era una orden como aquellas que recibía en su primera vida, era más a un llamada que una orden, gracias a las habilidades de su parte humana en lenguajes, pudo leer aquellos caracteres fácilmente, lo difícil vino después. Ni la parte Adeptus ni la parte humana, supieron interpretar el significado de las palabras talladas.

¿Yo en Genshin Impact?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora