Capítulo 21

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- ¿Ella está bien?

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- ¿Ella está bien?

Aether fue el primero en preguntar por la seguridad de su compañera. Sus ojos dorados reflejaban su obvia preocupación por el bienestar de su amiga. Xiao se encontraba a su lado, aunque su expresión no mostraba nada, sus ojos hablaban por él.

Adelinde, miró con ternura a ambos jóvenes. Al mismo tiempo que una risita traicionera salía de su boca, eso fue suficiente para que ambos jóvenes lograrán calmarse y suspirar aliviados. La jefa de las criadas carraspeo, les regaló una sonrisa amable antes de asentir cómo respuesta.

- Ella se encuentra bien, es mejor que descanse por ahora ya que se encuentra un poco débil.

La jefa de las criadas hizo lo mejor que pudo para evitar comentar el estado de la chica, no por que ella se encontrará mal. En realidad como mujer, Adelinde comprendía mejor que nadie la posible vergüenza que le daría a la Yaksha que ellos supieran sobre su estado. Sin embargo, Xiao no lo entendía y su curiosidad no tardó en tomar acciones.

- ¿Qué son los siete días de periodo? - su pregunta fue sería y directa. Él más que nadie tenía curiosidad del significado de las palabras que leyó. En cambio, el rubio a su lado abrió los ojos con asombro entendiendo rápido la situación de su compañera. Un frío sudor recorrió su frente al recordar a su hermana gemela pasar por aquella misma situación, sabía de los cambios de humor que vendrían más tarde.

La jefa de las criadas no mostró nerviosismo, en su lugar miro al Yaksha, creyendo que esté era a penas un niño que no sabía el significado, busco las mejores palabras para explicarle.

- Los siete días de periodo, son el ciclo menstrual que tenemos las mujeres durante unos días cada 12 meses. Significa que nuestro cuerpo 'madura' y se prepara para un embarazo en el futuro - explicó la mujer con paciencia. Xiao fue rápido para entender aquella explicación, asintió en comprensión.

- Si no es molestia, ¿podemos dejarla a su cuidado? - preguntó Aether con una sonrisa nerviosa. No quería causar molestias al señor de la mansión, pero con la situación de Agatha, ella no podía salir, al menos no por ahora.

- No es ninguna molestia, tabibito-san - sonrió la mujer -. Cuidaremos de ella, así que no se preocupen. Aether asintió y miro al Yaksha, este no tardó mucho en dirigir su mirada al rubio. Adelinde decidió que lo mejor era dejarlos solos, así que con una reverencia se retiró del lugar.

- Gran cazador de demonios, uhm.. - el rubio no sabía que palabras usar para explicarle que era mejor dejar tranquila a la fémina de forma que no se sintiera ofendido. Aether jugo con sus dedos, Xiao fue paciente en su espera - Lo mejor será dejar Agatha tranquila al menos por este día. Sí quieres podemos ir a la ciudad, aunque bueno tengo que hacer algunos encargos.

El Adeptus asintió entendiendo lo que el humano quería decirle. Lo mejor era regresar a Liyue y dejar a su hermana en manos del viajero, estaba feliz de haber encontrado a Bonanus y saber que estaba viva. Sin embargo, no faltaba mucho para que Rex Lapis visitará Liyue y él como el resto de los Adeptus debían prepararse. No quería irse, eso no lo negaría, pero tenía un contrato el cual no se cumpliría solo.

- Regresaré a Liyue - anuncio en pocas palabras- La dejaré en tus manos.

- Está bien - el rubio sonrió y luego añadió:- ¿Le entrego tu mensaje o le avisarás?

- No, le avisaré.

Sin esperar respuesta alguna por parte del rubio, el Adeptus desapareció de la sala dejando solo una pequeña ventisca de viento. Aether rasco su mejilla con una de sus manos, suspiró antes de subir a su habitación para ir por su pequeña guía de viajes.

El gran cazador hizo de nuevo presencia dentro de la habitación de su hermana. La vio dormir con tranquilidad, al instante notó el aroma de las sábanas limpias, dándose cuenta que estás habían sido cambiadas. Aunque le pareció raro, decidió no pensarlo mucho. Se acercó a la cama y se sentó en ella, extendió su mano en dirección a los cabellos castaños azulados de la fémina.

Agatha se removió al sentir las suaves caricias en su cabello. Sus sentidos se fueron despertando uno por uno, hasta que sus ojos decidieron abrirse y mirar a la persona que le otorgaba caricias.

- ¿Despertaste? - la voz de Xiao sonó baja, pero aún así ella logro escucharlo.

- Tengo los ojos abiertos, así que sí - respondió ella con gracia, el Adeptus le regalo una diminuta sonrisa.

- ¿Te sientes mejor? - la fémina asintió, aún podía sentir un leve dolor en su vientre, era menor gracias a las hierbas medicinales que la jefa de las criadas le dio- La humana que te ayudo me explico que estás pasando por tu ciclo menstrual.

- ¿Eh? ¿Y lo entendiste? - preguntó ella sintiendo como el calor subía a sus mejillas, el chico Anemo movió su cabeza de arriba a abajo en afirmación.

- No recuerdo que Indarias o tú pasarán por esa situación- exclamó mirando el mar en los iris de su hermana. Agatha río nerviosa, de hecho no hubiera sucedido si no fuera por ese dichoso castigo del sistema. Xiao la miro con seriedad - ¿Es por el castigo que esa cosa te dio?

Los oceanicos ojos de la castaña azulada se abrieron de par en par, el asombro se reflejo en su expresión, el nerviosismo se volvió más claro y más difícil de esconderse, sobre todo cuando ella comenzó a balbucear palabras en un idioma el cuál el Adeptus no entendía.

- Y-yo...

- ¡Yo puedo explicar eso!

Una pequeña bola de luz púrpura salió del pecho de la Yaksha, aquella bola de luz tomo la apariencia de un pez Koi color plateado. Para ambos Yaksha fue sorprendente, sin embargo para Agatha lo fue aún más.

- ¿Quién eres? - el primero en preguntar fue Xiao usando su tan común tono de voz frío, el pequeño pez nado en círculos en el aire.

- ¡Mi nombre es Yunqi! - se presentó el pez dirigiéndose a Xiao, luego miró a su usuario - También conocido como 'sistema'.

La sorpresa de Agatha fue remplazada por un semblante serio. Era la primera vez que conocía la apariencia verdadera del sistema, aquel que tantos problemas le ha ocasionado en su estancia en Teyvat. Era notable que veía como amenazaba a Xiao ahora que esté sabía de su existencia, si no, seguiría divirtiéndose viéndola sufrir en ese mundo. Por su parte, el Yaksha Anemo mantenía una mirada seria, su ceño estaba fruncido y la desconfianza era notable en sus ojos dorados.

- ¿Sabes? Realmente es sorprendente que exista alguien capaz de verme además de mi cliente - exclamó el pez para luego continuar hablando :- En todo caso, ahora que sabes sobre mi, espero que no se te ocurra hablar sobre mi existencia o tú hermana podría sufrir las consecuencias.

Este imbécil, la castaña maldijo al sistema en su mente. No obstante, Xiao no parecía temer a las amenazas del sistema, en su lugar tomó con una de sus manos al pequeño pez y lo estrujó con una mirada amenazante.

- Te doy cinco minutos para explicarme todo lo que quiero saber e imagino que no es necesario que te diga que es.

El pez que con anterioridad actuaba superior y orgulloso, se removió sobre la mano del Yaksha con la intención de safarse de ese fuerte agarre. Sin embargo, terminó ganando un apretón más fuerte, al final termino asintiendo en respuesta y con ojos llorosos.

- ¡Lo haré, lo haré!

Xiao termino soltandolo.

¿Yo en Genshin Impact?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora