[ Querido usuario.
Queremos agradecerle por su sincera opinión. También queremos informarle que al leer parte de sus quejas, hemos decidido tomar medidas especiales para que disfrute del juego con más comodidad.
Por lo que le deseamos un grandioso y...
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— Toma, ayuda a Xiao durante unos minutos, tengo que ir a revisar el sello.
Observó el arma, grande fue la sorpresa que se llevó al describir que no era cualquier arma, sino la lanza que estaba conectada a su madre. Una lanza de dos hojas pero con la forma de un tridente, su energía pura brillaba en un hermoso color azul capri, además no había rechazo y esto le sorprendió aun más.
"Un arma es el reflejo del alma de una persona, comparten la misma ambición que sus dueños y al mismo tiempo tienen sus propios deseos. "
Escucha la voz de Katsuragi en su mente y se sorprende cuando esos recuerdos llegan a él. Hace muchos años que su voz como la de Niwa las había olvidado, ahora sus palabras son claras y la sonrisa que le daba todos los días es brillante y sincera.
Siente una calidez que lo abraza de forma protectora. Scaramouche vuelve al mundo con sus ojos puestos sobre el arma de su madre, se da cuenta que la energía adeptica es quién lo abraza y proteje, está se envuelve alrededor de su cuerpo sin pedir permiso. Busca los iris oceánicos de su madre, pero ella ya no está, se había ido y ni siquiera había esperado su respuesta, más eso no le importa al Baladista, él asiente ante la orden de su madre sin quejarse.
Busca a Xiao con la mirada y no tarda mucho en encontrarlo, lo observa pelear con un grupo de Hilichurs. El combate de Xiao es feroz y no tiene pudor cuando asesina a los Hilichurs, tampoco le importa cuando la sangre de estás bestias mancha su ropa e incluso su máscara. Scara ahora entiende cuando se referían a los Yakshas como "máquinas de matar", al mismo tiempo puede decir que es una estupidez ese tipo de expresión verbal que usan para ellos, porque él y otros pocos más, saben que los Yakshas son seres que también sienten y lloran.
Su madre, la General Chizapus, es el claro ejemplo de eso.
Su agarre sobre Shanhu[1] se hace más fuerte y frunce el ceño cuando nota las señales de agotamiento que el cuerpo de su Jiujiu[2] comienza a mostrar por causa de la deuda karmica. Su agotamiento se hace más evidente cuando los Hilichurs logran herirlo, lo que se convierte en la señal del Baladista para correr en su auxilio. Por supuesto que no tarda en hacerlo y el arma de su madre reacciona a sus deseos, por lo que su sed de batalla se une a las de Scaramouche.
Sin embargo, Scara se detiene a pocos pasos de llegar al Yaksha, algo impacta sobre el suelo y causa una nube de polvo que le impide mirar el bienestar del Adeptus, abaniquea con su mano el polvo para alejarlo de sus ojos y boca, busca la figura de Xiao en la nube de polvo, no ve nada. No pasa mucho hasta que el sonido de armas chocar llegan a sus oídos y su pecho se oprime.
— ¡Jiujiu!
Sus ojos tiemblan cuando Xiao no le responde pero la pequeña figura del Yaksha aparece pronto en su campo de visión, él luce bien aún con el evidente agotamiento. A su lado aparece otra figura humana de complexión masculina, no puede verlo bien por la nube de polvo, al menos hasta que está se quita se da cuenta que el hombre a lado de Xiao tiene el cabello de un tono verde con puntas amarillas y no hace falta analizarlo mucho para darse cuenta que se trata de un Adeptus.
