¿Es que acaso los humanos no tienen nada mejor que hacer? Fue el primer pensamiento que vino a la mente de Scaramouche. Pasaron solo unos segundos desde que Aether lo llevaba como costal de papas y los lugareños no dejaban de mirarlos o murmurar entre ellos.
Al principio ninguno de los tres le tomo importancia, no fue hasta que se encontraron con una pareja de Fatui que el rostro del Baladista se volvió rojo y se soltó del agarre del rubio. Aquella pareja de Fatui lo miraba entre curiosos y confusos, sabían que quién iba en el hombro del viajero era uno de los Once, más fue extraño ver al Sexto Heraldo de los Fatui, siendo tratado de manera tan irrespetuosa.
Y es que dicho Heraldo es bien conocido por su desagradable personalidad y por qué nunca se callaba la boca, sin mencionar que suele despreciar mucho a sus subordinados y compañeros, ejemplo: Nobile, el Onceavo Heraldo. Por eso, cuando aquella pareja de Fatui lo miraron a los ojos, el baladista no dudo en lanzar una mirada de desprecio y con intenciones ocultas, por lo que dicha pareja decidió esconderse de las garras del Heraldo.
De todos modos la pareja estaba de suerte ya que actualmente el viajero se había convertido en el niñero del Baladista, por pedido de su compañera Yaksha. Así que si este quería hacer una de las suyas, no podría.
¿Qué si Aether estaba gustoso de ser niñero? Por supuesto que no, cuidar a un Fatui era un gran problema y requería mucha responsabilidad. Sí fuese un niño, sería diferente, a los niños los puede distraer con cualquier cosa (juguetes, juegos, teatro, etc.), mientras que a un Fatui, no es fácil de persuadir.
— ¿Deberíamos preguntar a los lugareños sobre el Rito de Descenso?
La sugerencia dudosa de Paimon, fue tomada como un buen plan. El viajero no dudo en acercarse algunas cuantas personas para descubrir en dónde se llevaría acabó el Ritual, la mayoría de ellos termino dándoles la bienvenida o incluso hablando de la nación de la libertad — también "nación sin Dios" para ellos —, sólo uno de los tres lugareños les dijo dónde se iniciaría el ritual: Terraza Yujing. Con Paimon y Scaramouche siguiéndole, buscaron la dichosa Terraza Yujing.
— Ese Bardo de Pacotilla si que tiene muy mala fama — exclamó Paimon levitando al lado del viajero.
La expresión de Scaramouche se volvió burlesca, pero no respondió a las palabras del renacuajo parlante.
— Venti menciono una vez que él no quería Gobernar como el anterior Arconte, por esa razón decidió dormir mucho tiempo — respondió el viajero acorde a las palabras que el Arconte Anemo llegó a decirle.
— Ahora que Paimon lo piensa, ¿por qué Agatha menciono que al final de nuestro viaje regresaremos a Mondstdat? — pregunto el hada.
El baladista los miró de reojo. Esos dos hablaban con mucha libertad sin importarles quien escuchará su conversación y aún más si él estaba con ellos caminando por las mismas calles de Liyue. Sin embargo, la conversación entre ellos dos había llamado su atención, más específico la mención de su madre adoptiva. Después de enterarse por la misma Agatha que ella conocía su historia del pasado, ya no le cabían dudas de que esa mujer tenía información relacionada al futuro de este mundo, lo cual significaba problemas para el futuro de ella.
Que quede claro, preocupado no esta.
— No lo sé — negó el rubio sin tener una respuesta acertada a la pregunta —. Recuerdo que una vez, también mencionó que Lumine esperaba que terminara mi viaje para obtener una respuesta.
— ¿Lumine? ¿Hablas de tu hermana? — el rubio asintió con un gesto de cabeza, Scaramouche gravó en su mente aquel nombre —. A Paimon cada vez le parece más impresionante que Agatha a pesar de venir de otro mundo, sepa mucha información.
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¿Yo en Genshin Impact?
Фанфик[ Querido usuario. Queremos agradecerle por su sincera opinión. También queremos informarle que al leer parte de sus quejas, hemos decidido tomar medidas especiales para que disfrute del juego con más comodidad. Por lo que le deseamos un grandioso y...