Capitulo 13

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ALEXANDER


Hoy era el cumpleaños número catorce de Riley.

Me desperté más temprano de lo normal ya que me tenía que arreglar. Iríamos a Disney así que me tendría que llevar algo cómodo por qué era caminar, tome un pants y una t-shirt, salí de mi habitación y dirigí a las de mis amigos.

—Nick, Nicolás despierta —lo moví de su cama.

—¿Ah?, déjame dormir.

—No ya levantate, necesito que me ayudes a despertar a todos.

—Que hueva.

—Ya párate y vamos.

—Ash ya voy.

El se levantó y fuimos a levantar a Aarón.

—Oye rata ya levantate, necesito que me ayudes.

—Aarón levantate no pienso ser el único que se levantó para ayudar a Álex.

—Déjenme dormir.

—Si no te levantas no vas a Disney —comente con simpleza.

El se levantó y me miró

—¿A qué iremos a Disney?

este pendejo, se nota que sigue dormido

—Por el cumpleaños de Ry.

Al fin se levantó y salimos a despertar a todos los demás, todos se fueron a arreglar y yo bajé a la cocina.

—Buenas —dije al ver a mis papás.

—¿Riley sigue dormida? —pregunto mamá.

—Si, ¿ya la iremos a despertar?

—Solo que Kendall baje.

—¿Hoy la dejarás utilizar tops o le dirás que parece prostituta y la golpearas hasta más no poder en la cajuela de la camioneta?

Ambos me miraron.

—Es su cumpleaños, supongo que hoy será la excepción —contesto mamá con simpleza.

—Lisa deberías dejar que la niña se vista como quie... —papá fue interrumpido.

—¿Ryan por qué siempre me tienes que contra decir?

—Solo estoy opinando —alzo los hombros.

—¡Claro que no siempre me estás contradiciendo!

—Dios ya paren, ni en el cumpleaños de Riley dejan de pelear, solo comportense hoy, ya luego se pelean —comento Kendall de mala gana.

Tome el pastel y los demás tomaron algunos obsequios, subimos a la habitación de Ry y entramos, mamá y papá se sentaron en su cama.

—Hola cariño, feliz cumpleaños —la voz de mamá me sorprendió.

Esas palabras, esas palabras me recordaron a la pequeña Ry de 5 años, esa pequeñita que recibía el amor incondicional de mamá, pero de un día para otro cambio, nadie sabe por qué cambio.

—Ry, pequeñita, es hora de soplar las velas —papá la llamo.

Ry despertó y se sentó, mamá y papá se acercaron a ella y la abrazaron, la mire y sus ojos se estaban cristalizando.

ay, me dan tantas ganas de abrazarla.

—Recuerda que tienes que pedir un deseo.

Ry le dio una sonrisa y apagó las velas

The night we met                                                    (Miguel C.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora