Capitulo 23

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XXIII - ME IRÉ

RILEY

Mi vida a sido un desastre desde la noticia de mis papás, no he dormido bien, no como, tengo ojeras y poco a poco se que voy acabando mi propia tumba.

Con mis pocas ganas de vivir me levanté y fui a darme una ducha. Tome una sudadera y una falda, tomes mis converse y me las puse, salí de mi habitación y me dirigí a la cocina donde estaba Nick.

—Hola Ry, toma te compré una dona y te hice café. Terminó de arreglarme y nos vamos.

Se fue y tome la dona y la bote en la basura y el café lo tiré en el fregadero.

Ni siquiera tengo ganas de comer, solo quiero estar es mi cuarto durmiendo y dejando que el tiempo pase.

Me senté en el piso frente los ventanales y me puse a pensar.

¿Cómo les diría a mis amigos que me iré?

¿Cómo lo tomarán?

¿Seguirán siendo mis amigos apesar de la distancia?

¿Seguiré siendo novia de Mikey?

Estaba tan perdida en mis pensamientos que Nick me tuvo que mover para reaccionar.

—Vamos, se nos hace tarde.

Salimos del departamento y fuimos por su carro, me llevo a la escuela y vi a mis amigos.

—Hola —dije al verlos.

—Hola Rory —Andrew me abrazo.

—Nena tienes unas ojeras del demonio, ¿has dormido bien? —Lili me tomo de la cara y me analizo.

—Si, no se por qué me salen.

—¿Has comido bien? —Mikey me miró preocupado.

—Sip, nada de que preocuparse.

Claramente todo iba mal y me sentía peor por no poder decirles lo que estaba pasando con mi vida.

Pasaron las primeras clases, algunos maestros me llamaron la atención por no hacerles caso o estar distraída.

Tocaron el timbre para el descanso y yo guarde mis cosas para ir con mis amigos.

Mientras caminaba se me acercó alguien.

—Hola Riley.

La mire y era una de las chicas de mi clase.

—Oh hola Lía.

Se puso a mi lado y seguimos caminando.

—Oye ¿quieres los apuntes de mate?, te vi muy distraída.

—Me harías un favor, justo los iba a pedir, gracias.

—No hay de que, oye ¿te puedo hacer una pregunta?

—Claro.

—¿Te encuentras bien?

La pregunta me tenso, quería decirle que me iba a ir de la escuela y que no sabia cómo decirles a mis amigos, pero no pude.

—Si, solo no he dormido bien.

—Oh bueno, te mando las actividades en la tarde, adiós.

Se fue y yo me fui a la cafetería con mis amigos.

Los saludé y dejé mis cosas para ir a la cafetería a comprar goma de mascar y agua.

—Hola florecita —Mase me tomo de los hombros —. Necesito que vayas a mi casa para que me ayudes en una tarea.

The night we met                                                    (Miguel C.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora