Cuando su madre le dijo al príncipe Jacaerys que debía pasar una temporada en Desembarco del Rey con su abuelo la idea le disgustó. La familia de su abuelo no le agradaba, y después de que su hermano pequeño, Luke, le saco un ojo a su tío Aemond las cosas habían empeorado bastante.Pero Jace, a pesar de que se sentía desdichado, aceptó sin protestar. Conocía su posición y su deber, y si su abuelo quería educarlo personalmente para que algún día fuera Rey debía aceptar.
El chico sabía que su situación era crítica ya que si bien algún día sería Rey, siempre se le cuestionaría al no contar con los distintivos rasgos Targaryen. Él sabía quien fue su padre, Ser Harwin Strong, y aún después de años de su muerte lo extrañaba como el primer día. Ese hombre le había enseñado tantas cosas y había sido todo un padre para él.
Sin embargo tanto él, como el hombre que le había dado su apellido habían muerto y ahora lo más cercano que tenía a un padre era Daemon Targaryen, el nuevo esposo de su madre. Sin embargo, Jace tampoco lo consideraba un padre. La parecía un gran hombre, pero su padre siempre sería Harwin Strong.
Sobrevoló Desembarco del Rey a lomos de Vermax y aterrizó en la fortaleza roja. Habían pasado al menos uno 5 o 6 años desde que se habían ido a Dragonstone. La verdad es que Jace considero que el lugar estaba igual que como lo recordaba.
Su abuelo, su familia, la guardia real y miembros del consejo lo esperaban de pie ante la Fortaleza Roja, todos bien formados y presentables. Órdenes de su abuelo, supuso Jace, ya que no esperaba un recibimiento así por parte de la Reina.
Cuando bajo de Vermax su abuelo le dio un gran abrazo.- Muchacho - dijo dando leves golpes en su espalda - estas cada vez más grande.
- Majestad - dijo el chico inclinando la cabeza hacia su abuelo y la esposa de este, Alicent Hightower.
Todos estaban ahí. Incluso su tío Aegon quien tenía cierta fama por su desdén a la vida real y las obligaciones.
Sin embargo, entre tanta cabellera plateada, una melena que era la mezcla perfecta el cabello rojizo y castaño llamó la atención del príncipe y posó los ojos en la chica que estaba de pie al lado de su tía Helaena. Él iba a preguntar quién era la chica cuando la reina habló.
- Debes estar cansado por el viaje, Jacaerys - lo miró - quizás debas descansar un poco antes de las festividades por tu bienvenida.
- ¿Festividades? - dijo confundido.
- Un banquete para recibir al heredero - dijo su abuelo golpeando su hombro cariñosamente - la querida Helaena ha planeado todo durante semanas.
Jace miro a su tía y le sonrió en agradecimiento. Siempre le había parecido su tía favorita, o al menos desde que podía usar la cabeza con claridad, ya que en su infancia Aegon le parecía genial y hacía todo lo que él decía.
Pero sus personalidades eran muy diferentes. Jace conocía su deber y se esforzaba por cumplirlo, mientras Aegon gozaba de la vida fácil y lujuriosa.Posó nuevamente la mirada en la chica al lado de su tía, pero ella ni siquiera lo miró y no pudo verle bien el rostro ya que solo miraba el piso. A pesar de eso, le parecía muy bonita.
Su abuelo quiso acompañarlo personalmente a sus aposentos, mientras conversaban de los dragones y de cómo Vermax había crecido tanto en el último tiempo.
Cuando la noche cayó el príncipe suspiró pesadamente y se miró en el espejo mientras se ponía el antifaz dorado que cubría la parte superior de su rostro para el banquete. Sin duda un ridiculez que nunca habría hecho en Dragonstone, pero que en la capital era mucho más habitual.
Además, cuando Helaena golpeó su puerta y le entregó el antifaz color dorado no pudo decir que no. Su tía vivía en un matrimonio muy infeliz y normalmente era ignorada por sus padres, así que Jace trataba de ser amable con ella.
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Dutty | Jacaerys Velaryon
Fanfiction"- Usted no comprende, mi Lady - dijo el chico acercándose a demasiado a la chica - Me han educado para actuar con honor y para cumplir mi deber, pero cada vez que la veo siento salir a la luz los deseos más profundos de mi corazón - y susurrando en...