Dutty | Jacaerys Velaryon

Capítulo 17

Rhaenyra Targaryen detestaba tener que desayunar y compartir con la familia de su padre mientras estaba en Desembarco del Rey. Precisamente por eso nunca viajaba al lugar, pero ya que estaba ahí, debía comportarse de manera correcta con sus hermanos y con la Reina. O al menos tratar.

Por supuesto Daemon mando todo a la mierda y le dijo que ni de chiste desayunaría con personas tan desagradables. Así que ella solo suspiró y asistió al lugar en compañía de sus cuatro hijos menores. Pero en el lugar solo se encontraba Alicent y Helaena con sus hijos pequeños. Su padre estaba en su habitación ya que su enfermedad le impedía acudir a muchas cuestiones públicas, Aegon seguramente estaba borracho y Aemond tenía un temperamento similar a su tío por lo que seguramente no quiso acudir.

Pero Rhaenyra se preguntaba dónde estaban las dos personas que más me interesaban en ese momento, su hijo mayor y Lady Daena Hightower. Ella notó como Jace se preocupó por la chica cuando esta se asustó por la muerte de Vaemond Velaryon, y para ella ya era más que obvio que se gustaban.

Sin embargo, cuando la chica ingresó a la habitación se veía bastante mal. Tenía los ojos bastante hinchados y la nariz roja. Ella la miro preocupada ¿qué estaban haciendo con esa chica en ese lugar?

- Siento la demora, Majestad - se excusó con Alicent - Buen día, princesa - la saludo con una reverencia pero no la miro.

- Lady Daena - dijo Rhaenyra - ¿se encuentra bien?

La chica dudo un momento mientras se sentaba en su lugar al lado de Lucerys.

- Si - dijo rápidamente - solamente estoy un poco resfriada.

- ¿De nuevo? - dijo Alicent - Daena, debes cuidarte. Ya estuviste enferma cuando caíste al lago en la cacería.

Rhaenyra frunció el ceño un momento.

- ¿Cayó al agua? - preguntó - ¿Le ocurrió algo?

- Eh, no, solo fue un accidente durante la cacería real, fue hace bastante tiempo en realidad - le explicó la chica educadamente.

Entonces Rhaenyra comprendió que cuando su hijo le envió el cuervo contándole que había caído al agua en la cacería real, omitió la parte en la ambos estaban juntos. Sonrió, recordando que cuando ella era joven también hizo muchas cosas que se suponía que no debería haber hecho solo por querer sentir algo. Pensaba cada vez más que Daemon tenía razón en querer comprometerlos, no solo por las razones políticas, sino porque ambos se gustaban.

El silencio volvió a rondar el lugar y todo se puso un tanto incómodo, pero el pequeño Aegon se acercó caminando con dificultad hacia Daena y extendió sus brazos para que esta lo levantara. Ella dudó por un momento pero cuando el pequeño le sonrió ella lo tomo en sus brazos y lo sentó en su regazo.

- Aegon - dijo Rhaenyra - lo siento, siempre busca que lo carguen.

- Está bien - dijo la chica tomando las pequeñas manos del niño mientras le sonreía.

Ella pensaba que el pequeño no se parecía en nada a su hermano mayor, y era lo mejor, no quería tener sobre su regazo a la viva imagen del príncipe. Sin embargo, al lado suyo estaba Lucerys Velaryon que si se parecía bastante. Y tenerlo ahí era un recordatorio constante de que el príncipe Jacaerys existía. Pero, como ella supuso, él no se presentó al desayuno con los demás.

- Rhaenyra - dijo Alicent llamando su atención - Viserys me ha pedido que celebremos un torneo para buscarle una esposa a Jacaerys, aunque comprendería que ahora después de que la sucesión de Driftmark está lista quieran regresar a Dragonstone.

La princesa frunció el ceño disgustada. Si bien a ella no le encantaba compartir con esas personas, no iba a permitir que se la tratara como si ella no perteneciera ahí, o como si no pudiera quedarse cuanto ella estimara necesario.