Dutty | Jacaerys Velaryon

Capítulo 45

Daena había esperado que ese mismo día Jace volara al Valle de Arryn en busca de Reid. Pero los deberes reales eran más fuertes y demandantes, y el chico debía permanecer en la capital con su madre y sus hermanos. Así que en su lugar, Daena envió a dos hombres de su entera confianza pertenecientes a la casa Hightower y les ordenó traer de vuelta al niño. Había intentado hablar con Helaena, pero la chica parecía perdida en su mundo y no pudieron compartir nada. También lo había intentado con Daeron, y aunque parecía más tranquilo y Rhaenyra le aseguró que pronto podría ir en busca de Tessarion a Antigua, seguía bastante molesto por como se le había tratado.

Jacaerys le había prometido que volverían a casa de Mary pronto, pero por el momento eso parecía lejano. Había mucho que hacer para poner las cosas en orden y seguramente ya tendrían tiempo de ir a ese lugar. Daena añoraba ver a los niños y niñas, abrazar a Mary y contarle que todo había salido bien y ver a los gemelos. Pero estaba segura que pronto podría hacerlo.

Al parecer la casa Hightower haría un préstamo monetario para retribuir con oro a algunos Señores menores que habían marchado con Luke y Jace hasta la capital. Rhaenyra había nombrado a varios Lores mayores como miembros del Consejo, había agregado a dos hombres de la casa Blackwood y Tarly a la Guardia Real en reemplazo de Ser Criston y Ser Arryk. Daemon nombró a alguien de su entera confianza como Comandante de la Guardia de la ciudad, y reemplazó a algunos capitanes que se mantenían fieles a Otto y Alicent.

Y para desgracia de Daena, los Lores habían aprovechado la situación y el estar todos juntos para forjar alianzas de matrimonio. Todos estos motivados por la Reina. Daena se preguntaba si ella misma que había vivido mucho tiempo en un matrimonio sin amor con Laenor Velaryon, no había comprendido aún lo horrible que era que alguien te comprometiera con un completo desconocido. Sin embargo, eso parecía no molestarle a nadie más que a ella, y la verdad estaba bastante sorprendida que nadie mencionara una posible alianza para el niño o niña que ella llevaba en su vientre. Pero quizás aún no querían apresurar tanto las cosas.

Ahí estaba ahora, caminando con un guardia real tras ella. Si se movía tres pasos hacia adelante, el hombre también lo hacía. Si se movía hacia la derecha, él también lo haría. Era un poco irritante si era sincera, pero entendía que su posición en la vida y en el mundo había cambiado cuando decidió casarse con Jacaerys. Era extraño recibir tantas reverencias cuando pasaba caminando. La gente se detenía a hablar con ella. Personas que nunca había visto, o que si había visto y la habían pasado por alto cuando ella era simplemente Lady Daena, ahora la felicitaban por su embarazo, le decían halagos bastante básicos y trataban de entablar una relación con ella.

Era un poco irritante. En realidad muy irritante. Suponía entonces que debía estar atenta, y era mejor tener bastantes aliados en ese lugar.

Antes de llegar a su habitación se detuvo por un momento observando la silueta de la persona que estaba de pie en su puerta. Aemond miraba el piso mientras estaba de pie derecho, con sus manos en su espalda. Esperando por ella.

- Aemond - saludó a su primo cuando llegó hasta él.

- Te estaba esperando - dijo de mala a gana.

Ella intentó sonreírle pero el rostro de Aemond parecía impenetrable. Había algo que lo preocupaba. Y Daena no lo juzgaba, tanto ella como Jace habían notado que no estaba contento con la situación de la coronación de Rhaenyra, lo sentía seguramente como un insulto personal. Pero ambos valoraban que él hubiese elegido a Baela sobre todas las cosas.

- Necesito hablar contigo a solas... si me lo permite... Alteza - dijo muy pausadamente.

Ella intentó tocar su brazo para calmarlo pero este lo apartó.