Dutty | Jacaerys Velaryon

Capítulo 15

Jacaerys estaba enojado por todo. En primer lugar, porque su madre lo había ignorado completamente con la conversación que quería tener con ella, en segundo lugar, por el empujón que Aemond le había dado y por lo que le había dicho, y en tercer lugar, porque en ese día debido a la situación de Driftmark había escuchado murmurar la palabra bastardo a sus espaldas más veces que en toda su vida.

Sin embargo, cuando se iba a cambiar para verse presentable en el reclamo que harían tanto su madre en nombre de su hermano como Vaemond Velaryon, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Lady Daena caminando por el mismo pasillo que él. Ella también lo vio y sonrió nerviosa cuando él se acercó y la saludo.

- Escapaste de mi familia - le dijo luego de saludarla.

- Lo siento - dijo ella bajando la cabeza, pero él la tomó del mentón.

- Está bien. Sé que mi madre hace comentarios incómodos y que Daemon es intimidante - dijo riendo - Pero me gustaría que puedas conocerlos más.

- Jacaerys - dijo ella nerviosa - No sé si sea buena idea que estemos así en público.

- ¿Estas sugiriendo que te invite a entrar a mi habitación? - dijo riendo mientras señalaba la puerta que había al lado del pasillo.

Ella lo miro negando con la cabeza y él la tomó de la mano haciéndola entrar rápidamente a la habitación y cerrando la puerta tras él.

- ¿Ahora si? - dijo mientras hacía que la chica apoyara su espalda en la puerta, y él ponía una mano en su cintura y la otra en la puerta para acorralarla.

- No hagas eso, tonto.

- ¿Tonto? ¿De verdad aún me odias? Pensé que anoche habíamos terminado con eso - dijo cerca de sus labios.

- No te odiaba - dijo ella - solo no me agradabas. Aún lo pienso a veces sabes. Sobretodo cuando eres engreído, cuando tienes exceso de confianza, cuando te portas como tonto.

Él la miro riendo y se acercó a aún más a sus labios.

- Pensé que eso era lo que te gustaba de mi - susurró.

- ¿Y quién dijo que me gustabas? - preguntó ella.

- Anoche parecía que te gustaba mucho - le dijo rosando sus labios - Al menos lo parecía cada vez que gemías mi nombre.

Ella se estremeció ante eso y el chico la besó en los labios. Ella correspondió el beso y rodeó su cuello con sus brazos haciendo caricias en su nuca. Él bajó su mano de su cintura hasta la falda del vestido de la chica y la subió dejando al descubierto sus piernas, acarició su muslo y ella gimió.

Jace sonrío pícaro ante esto pero se detuvo, apoyando su cabeza en el hombro de la chica un tanto frustrado.

- No tenemos tiempo ahora - le dijo con bastante frustración - Además tú ya estás lista - la miro de los pies a la cabeza. Llevaba un vestido verde claro muy lindo - Luces hermosa, por cierto.

- Basta, tonto - dijo golpeando su pecho mientras reía - me haces ruborizar.

- Solo te digo la verdad, tonta - le dijo dándole un beso en la mejilla - Necesito hacerte una pregunta.