2. Cierto chico detestable

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– ¿Simplemente no puedes ser tú?

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– ¿Simplemente no puedes ser tú?

Vi como Daly ponía una mueca.

– Maddy, sabes que me encantaría ayudarte pero estoy trabajando en algunos proyectos pero... puedo buscarte a otra persona.

Y al parecer no tenía otra opción.

Estudiar arte no era para nada sencillo.

Nada.

Tenía que buscar un modelo para un posible cuadro que sería mi proyecto final. Y al parecer me estaba costando más de lo que había pensado.

Muchos tenemos diferentes pasiones y la mayoría las deja en el olvido. En el caso de mis amigos no era así, cada uno tenía su toque y constantemente me daba cuenta que cada cabeza era un mundo totalmente diferente.

Y plasmarlo entre líneas, colores y formas era mi manera de dejar ver que de alguna manera los comprendía.

A la única persona que jamás logré comprender del todo fue a él.

Y nunca logré ver que era la pieza que le faltaba a mi rompecabezas, hasta mucho tiempo después.

 Y nunca logré ver que era la pieza que le faltaba a mi rompecabezas, hasta mucho tiempo después

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Cuando el concierto dio inicio me encontraba detrás del escenario como la mayoría de las veces.

Los chicos estaban comenzando pero al parecer sus fanaticos iban en aumento.

– Maddy, por fin te encuentro.

Me giré y vi como Daly me miraba con expresión culpable.

Y eso no era una buena señal.

– ¿Dal? – dije con el ceño fruncido.

– Creo que resolví tú problema sobre el proyecto, hablé con los chicos y...

– Si obligaste a Aarón a que fuera el modelo no tiene que...

– ¡NO!, no, no. Sabes que Aarón aceptaría con gusto pero no fue el quien se ofreció... – dijo con una expresión nerviosa.

Todo parecía demasiado extraño y comenzaba a preocuparme.

– Dal, si sobornaron a Evan para que aceptara créeme que lo aprecio pero...

– Andrew se ofreció.

Tenía que se una broma.

Una maldita broma.

Y lo peor es que sabía que lo hacía solo para fastidiarme, hubiera preferido el soborno de Evan.

Por mucho.

Me pase las manos por el rostro.

– No es tan malo como crees Maddy, piensa que esta es una oportunidad para que comiencen a convivir y puedan arreglar... – pareció pensar un momento. – Lo que sea que haya pasado entre ustedes para que se odien.

– No lo odio. – dije entre dientes.

Daly me miro con una severa expresión de sarcasmo.

Volví mi vista al escenario y lo observé por un momento.

Iba vestido con unos simples jeans desgastados y una camiseta negra, comencé a prestar más atención a sus brazos y me di cuenta que tenía varios tatuajes en uno de ellos. Un mechón rebelde de esa melena negra azabache se le pegaba a la frente por el sudor y pude notar como sus ojos oscuros parecían aún más intensos bajo las luces del escenario.

Sin duda iba a ser toda una aventura.

Y más porque en algún momento la encontré algo agradable y simplemente esbocé una sonrisa de medio lado.

Siguiendo al corazón © #2 - Saga Four Hearts. 💜(en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora