8. Lecciones

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Mostrarle a Andrew lo que más amaba había resultado mejor de lo que pensé

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Mostrarle a Andrew lo que más amaba había resultado mejor de lo que pensé.

Pasamos una tarde agradable en el parque, comiendo, riendo y tratando de poder convivir por primera vez como personas civilizadas.

Ver el atardecer con él no fue tan malo después de todo. Hubo un momento en el que los últimos rayos del sol se posaron sobre su semblante tranquilo mientras estaba tumbado sobre la manta, admito que en algún punto me pregunté qué estaría pensando.

Si había algo que lo atormentara tanto como a mí, si él también se ponía una máscara frente a las demás personas y durante esa tarde por fin pudo pasar un rato sin ella.

Habíamos acordado reunirnos en su casa porque era su turno de mostrarme algo que realmente le encantará, y sinceramente no sabía que me depararía.

– Sabes que puedes pasar, ¿no?. No voy a morderte, Maddyson.

– Mira que si resultas ser alguna criatura extraña y me trajiste para comerme, no lo dudo. – dije dándole una sonrisa burlona.

– Creo que tanta pintura está afectando tú cerebro.

– O tal vez sea todo el tiempo qué pasó contigo.

Solo soltó una risa de boca cerrada y me indicó que pasará a su garaje.

Genial. Yo lo llevaba al parque y él me escondía en un rincón oscuro.

– Creo que estoy reafirmando la teoría de que vas a comerme. – dije mirándolo con el ceño fruncido. – ¿Qué hacemos aquí?

– Para ser una persona observadora, me sorprende que no lo descubrieras todavía. – dijo haciendo una señal con la mano de que mirara a mi alrededor.

Cuando por fin presté atención no sabía hacia dónde mirar.

Daly había descrito mil veces ese lugar y yo había estado cientos de veces en su casa por las fiestas que organizaban los chicos, pero jamás me imaginé estar en el lugar en el que ensayaba la banda desde sus inicios.

Al firmar el contrato con la disquera, les habían proporcionado un estudio y un lugar para que la banda oficialmente ensayara. Por lo que sabía, a veces todavía lo utilizaban para conseguir algo de inspiración o cuando querían un ensayo mucho más privado.

– Te doy la bienvenida a mi lugar de trabajo, Maddyson.

Parpadeé como respuesta.

– No estaba muy seguro de que cosas podría mostrarte, no soy un aficionado a demasiadas cosas y cómo de seguro sabes, hay una sola cosa que amo con locura. Así que voy a dejar que lo experimentes por ti misma.

– ¿Qué quieres decir?

– Que te doy la bienvenida a tus lecciones de guitarra privadas con uno de los integrantes de
four hearts.

Siguiendo al corazón © #2 - Saga Four Hearts. 💜(en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora