Jamás comprendí que me llevó a ofrecerme para ese maldito proyecto, al principio creí que sería divertido molestar a Maddyson pero cuando comprendí todo el tiempo que tendríamos que pasar juntos, el único que terminó molesto fui yo.Nos encontrábamos en uno de nuestros primeros conciertos oficiales con la disquera y aunque había un montón de fanáticas que reclamaban por nuestra atención, hubo una melena rubia a un costado del escenario que se robó la mía.
Aunque sabía perfectamente que se trataba de Maddyson, no pude evitar mirarla. Estaba de perfil mirando algo o alguien que no alcanzaba a distinguir porque estaba demasiado oscuro, sus ojos azules brillaban gracias a los distintos colores que llegaban de las luces del escenario y parecía tan perfecta con esos jeans y la camiseta de nuestra banda que por un momento olvide todo lo que pasaría si me descubriera observándola.
Al bajar del escenario y escuchando los gritos eufóricos del público solo tengo una misión: encontrar a Maddyson.Logró verla entrar al camerino y decidí no desperdiciar la oportunidad.
– Maddyson, que placer volver a verte. – dije con una sonrisa de medio lado que en el fondo sabía iba a molestarle.
– El placer fuera mío si no estuvieras aquí. – dijo con una sonrisa más que fingida.
– Mira que yo tampoco quisiera estar entablando una conversación pero creo que tenemos un trato que hacer.
– ¿Trato? – dijo mientras me daba una mirada confundida.
– ¿Que te has olvidado de tú propio proyecto?, vaya si que puedes seguir sorprendiéndome.
– Insufrible. – La escuché murmurar en un volumen no tan bajo.
– ¿Has dicho algo?
– Que dejes de hacer al idiota y me digas de que demonios estás hablando.
– Bien... como sabes vas a tener que trabajar conmigo para tú pintura, así que quisiera saber qué gano yo de todo esto.
Ella me da una mirada incrédula. – Andrew si crees que voy a pagarte...
– No me refería a eso.
Para ser sincero ni siquiera yo sabía de qué carajo estaba hablando, en ningún momento pasó por mi mente ninguna cosa que quisiera a cambio de trabajar con ella. Aunque pensándolo bien podríamos hacer una especie de tregua, yo siempre estaba arruinando sus citas y ella a cambio terminaba arruinando mis ensayos o haciendo alguna cosa para que la parbada de fanaticas siempre pudiera encontrarme.
– Lo que quiero decir es que tendremos que hacer una tregua... yo también necesito ayuda.
Ella pareció querer soltar una risa pero se contuvo.
– ¿Y para que el gran Andrew necesita mi ayuda?,¿ tú y tu gran ego no pueden hacerlo solos?
Blanqueé los ojos. – No es de tú incumbencia mis asuntos Maddyson, pero en lo que a mi respecta eres la única persona a la que nadie se resiste.
– Excepto tú.
Abrí tanto los ojos que creí por un momento que podrían salirse de sus órbitas.
– Es una broma Andrew, no mueras aún.
Me recupere al instante. – Si, si, si. El punto aquí es que dejare que me retrates a cambio de que me ayudes a conquistar a alguien.
Pareció sorprenderse. – ¿Y quien es exactamente la pobre alma que será tú próxima conquista?
Volví a blanquear los ojos. – ¿Sabes?, estoy arrepintiéndome de esto. – dije mientras tendía mi mano hacia delante para que la tomara y por fin cerrar el trató.
– Y yo pienso que será divertido. - dijo tomando mi mano y sonriendo con malicia en el proceso.
Y lo único que sentí fue como una sensación de extrañeza iba invadiéndome a cada segundo por lo conocida que resultó esa expresión en ella.
Y debía admitir que no le quedaba nada mal.
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Siguiendo al corazón © #2 - Saga Four Hearts. 💜(en proceso)
RomanceLa primera impresión siempre es importante. Después de que en una fiesta él arruina su cita de la noche, todo se descontrola. Siempre coinciden pero no se soportan. Ella cree que es gruñón, arrogante y un fastidio. Él cree que ella es fría, calculad...