Tres días

131 21 0
                                        

Alba se comenzó a preocupar cuando pasadas las horas seguía sin tener señal de Hela.

— Entonces, si dijo que... — Alba desvariaba mientras hacía notas en un cartel de desaparecida que había encontrado.

— ¿Qué sucede Alba? Me estás asustando.

— No puedo verla, no sé qué sucede, ella no puede alejarse, le sería muy difícil esconderse, algo está mal.

— Pero solo son dos horas, seguro volverá.

— No, ella me dijo que el tiempo funciona distinto en ese mundo, segundos pueden ser horas, yo, yo, no entiendo que está sucediendo, intentó averiguar cuanto tiempo ha pasado para ella pero...

— Deja de presionarte, no siempre tienes la respuesta, tranquilízate.

— ¿¡A caso no te preocupas por ella!?

— No te atrevas a volver a decir algo así de nuevo en mí casa.

No querían pelear, por fin estaban entendiéndose como para arruinar todo pero Alba podía ser un poco difícil, y por un poco tenían que decir que era muy difícil.

— Vamos ¿Podré salir de una vez por todas de aquí? 

— The one aún no puede atenderte.

— Llevo casi un año aquí, quiero irme de aquí.

— No presiones a nadie. — Hela podría lanzarse de un precipicio en ese mismo momento.

— Estoy cansada, ya había superado esta etapa. —Comenzó a flotar, eso hacía cuando estaba aburrida o preocupada. — Comienzo a extrañarlas.

No hubo ninguna respuesta para aquello.

— Al menos pueden dejarme sola, es extraño que estén aquí. — Continuó.

— Bueno, podemos si es lo que en verdad deseas pero cuando comienzas a quedarte sola por mucho tiempo te vuelves... bueno sé que lo recuerdas, no eres la persona más cuerda en esos momento. —Ética pretendió ser amable pero en realidad fue un tanto ruda con su comentario que atentaba con la salud mental de Hela.

— Lo sé, pero no, espero que The one no tarde mucho más y pueda irme de aquí. —Ella estaba confiada de que podría regresar.

— Bien, nos iremos.

Ambos dioses desaparecieron tan rápido como llegaron ahí, se vieron a los ojos y sonrieron, su trampa para saber cómo actuaba ahora Hela había funcionado, al parecer en realidad estaba haciendo las cosas bastante bien.

Hela odiaba esa habitación pero no le quedaba más que esperar, y espera uno cuantos días más.

— Sé que no tardarás mucho más, algo me lo dice ¿Podrías solo llegar ya y ahorrarme esto? —Dijo en voz alta.

— Veo que tus sentidos están más vivos que nunca.

— Tu presencia puede sentirse a kilómetros The one.

— Vaya, parece que soy predecible. — The one rio pero no dijo nada al respecto. — Veo que ahora entiendes lo que significa ayudar.

— Solo quiero volver, haré lo que sea necesario, pero necesito hacerlo ahora mismo, no puedo seguir perdiendo tiempo.

— ¿Por quién quieres volver?

— Obviamente por Sahara, ahora más que nunca.

— ¿Estás segura? —Se burló. — Sea como sea, no me parece mal que hayas contado todo a Alba, y si ella decidió contárselo a su hermana es su decisión, pero que no se repita, entonces si podría tener consecuencias serias.

El Castigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora