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Confundido, Iván intentó pararse para ir a lavarse la cara pero en ese momento, sintió un raro sentimiento y se desplomó en el piso, desmayado. 


. . .


Horas después, el joven Iván se levantó, pero en vez de estar en el piso de su cómoda habitación, estaba en la camilla de un horrible hospital, aborrecía los hospitales. Miro para su lado, ahí estaba su madre, Carolina (nombre inventado). Ella suspiró profundamente cuando notó que su hijo había abierto los ojos. 

- Ay, mi pequeño Ivancito. - Su madre acarició su cabeza con cariño - ¿Quién mierda dejó que se te bajara tanto el azúcar?

- Nadie ma, solo me sentía mal y me caí... - respondió un poco desorientado Iván.

- Bueno, Ya estas mejor, solo que ya nos podemos ir. - Dijo su madre hablando bastante alto. - Vamos, levántate. 

- Ahí voy ma, salí de la pieza, por favor.

- Si, si, ahí me levanto, vieja. - ella se levantó de donde había estado sentada y salió de la habitación cerrando la puerta. 

Iván se fregó los ojos con pereza, para sentarse y luego pararse. Se dirigió a la mochila que era obviamente suya. La abrió y empezó a buscar, agarró la ropa que había allí, la cual era la misma que llevaba puesta, miró para todos lados y luego se empezó a vestir. Se puso las zapatillas y después salió de la habitación.

- ¿Ma? - dijo, intentando ver a su madre entre las pocas personas que había en toda la zona.

- Mijo, aquí estoy. - respondió llamando la atención. 

Spreen se acercó a ella, la cual empezó a caminar a la par de su hijo. Salieron al estacionamiento, bajaron al piso '-2' y se subieron a la camioneta de la señora. El viaje había empezado y Iván se quedó dormido a los minutos de emprender el camino. Llegaron 20 minutos después, Carolina lo despertó a zamarreadas, entonces él se despertó exaltado. Bajó del auto y se fue a su habitación, el otro día era sábado, entonces se podía quedar despierto hasta la hora que quisiera.

Eran las 10 de la noche, su hermana estaba profundamente dormida al igual que su padre, fue a su habitación, abrió la puerta, entró y cerró la puerta poniéndole seguro.  Volteó a ver a su cama y ahí estaba ese collar con su hermoso dije verde, ¿acaso era casualidad que llegara a donde él? O, tal vez estaba destinado a tenerlo. Sea como sea, lo iba a saber porque lo que ocurría no es normal, para nada normal.

Agarró el collar y lo dejo en uno de los cajones de su tocador, para luego agarrar su computadora, irse a su cama y empezar a buscar información sobre eso. Primero, quería saber si su visión era correcta y que algunos hacían collares con las cenizas de las brujas, sonaba tan descabellado como Tomás del 2020, pero terminó siendo cierto, familias de alta sociedad pedían las cenizas de estas y hacían joyería con estas, se quedó pensando, tal vez, ese collar si tenía un pasado oscuro. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, tenía algo de terror en seguir buscando cosas que no se quería enterar. Igual, él no creía en esas cosas, obviamente era todo una joda de alguna persona aburrida por ahí...

O, ¿Será realmente eso?

El joven apagó la computadora y la dejo en su escritorio, para luego agarrar su celular, se puso los auriculares y puso música para poder estar tranquilo un rato. Escuchando esas melodiosas canciones cayó dormido lentamente.

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"Dance, dance, dance, with my hands, hands, hands..." Esa melodiosa canción despertó a Iván esa hermosa mañana de sábado. A duras penas logró levantarse para ir a desayunar. Eran las 8 de la mañana en pleno invierno, todavía era de noche, pero eso no le importaba. Prendió la luz del comedor, para luego ir a la cocina e hacerse un café con leche.

Ya estaba todo, se dirigió a el comedor y empezó a desayunar. Tomando el café, se puso a boludear con su celular. Entró a Instagram, empezó a bajar, viendo fotos de famosos, amigos, entre otros, hasta que llegó a ver una foto de alguien que le pareció conocido, se quedó un rato viendo la publicación de ese chico, esos lentes... era Juan, su vecino. Entró a su cuenta y lo empezó a seguir, para después seguir viendo cualquier cosa. 

Un rato después, dejó el celular en la mesa para poder ir a lavar la taza. Habían pasado unos 20 minutos cuando escuchó que le llegó una notificación, se acercó a ver que onda.

Instagram: 

@ Juang_ te ha mandado solicitud para seguirte. 

Iván agarró el celular y entró a esta aplicación para ir a aceptar la solicitud de Juan para luego irse a ver netflix. Luego, volvió a recibir una notificación. 

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@Ivibuhajeruk.ok

6 de Julio, 16:34

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6 de Julio, 16:34

@Juang_ : Y este lindo?

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Spreen sonrió levemente, ese comentario fue tierno, directamente, él es tierno.

Immortal she, return to me... Primer Libro // SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora