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Juan se encontraba sentado en su xama mirando la ventana. Pensaba, ¿en qué pensaba? En su vida.
Era complicado ser parte de un linaje gigante de magos, y no cualquier tipo de brujos, los mejores.
A parte su padre, "El Gran Profeta", es una de las personas más prestigiosas en todo el mundo mágico.
La presión de tener que superarse cada vez más lo fatigaba, no la quería aguantar, pero tenía que.

A veces él pensaba en el día que se vaya de su casa.
Pensaba en no volver a verlos nunca, así no tenía que seguir siendo el ojo de la tormenta de sus padres.
Pero él los iba a extrañar.

Siempre le había gustado hacer otras cosas que no están relacionadas con su mundo.
Amaba cantar, obviamente nunca le había cantado a nadie (tal vez solo a unos amigos).
Entre sus cosas favoritas de hacer también estaba cocinar, era muy bueno cocinando.

Sacando todo lo raro, Juan intentaba tener una vida normal. Él quería ser un adolescente más del montón, es más, si fuese por él, elegiría nunca haber formado parte de algo mágico.
Él era un chico especial, nadie que conociera sus raíces iba a negar eso.

De chico, cuando recién estaban empezando a demostrarse, nadie quería jugar con él y mucho menos acercarse y hablarle como si fuese un niño del montón.
Así que su madre le dio un regalo, un anillo.
Esa argolla escondía sus poderes totalmente. Su padre al enterarse de aquello, se lo sacó y lo escondió. Xena se lo devolvió, después de haber discutido con su marido. Ella sabía que su hijo no la estaba pasando bien con su magia explotando cada día.

Ahora él estaba madurando junto a sus poderes. No se podía permitir ni un solo error.
Si llegaba a explotar por haber reprimido sus poderes podría herir a alguien, y eso es lo último que él quería hacer.

Su padre le había propuesto ir a vivir con él al mundo mágico, así ni tenía que usar el anillo nunca más. Pero Juan ya tiene una vida en el mundo humano, y su madre nunca lo había obligado a hacer algo que él no quería.

Habían pasado un par de años desde que Juan conoció a Abril, 'ari' para los amigod, una chica maravillosa y muy expresiva; y a Samy, una joven amante del vape y mal hablada.
Ellas eran sus mejores amigas, sabían todo de él y él sabía todo de ellas.
Su vida era mucho más tranquila cuando ellas estaban allí.

Un día, Juan conoció a Iván.
Él se había enamorado totalmente desde la primera vez que lo había visto, no había hombre más hermoso que él.

Immortal she, return to me... Primer Libro // SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora