Hasta luego

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Salí de la habitación y fui hacia el ascensor. Mientras bajaba pensaba a dónde podía ir a caminar para despejar la mente.

Salí del hotel, camine unas cuadras y vi una heladería abierta. Fui y me pedí un helado de chocolate y detrás mío escucho una voz conocida. Era Charles pidiendo un helado también.

Me di cuenta que el no había notado mi presencia, así que fui a la puerta del lugar y me senté en una hamaca con lugar para dos personas que había en la puerta y cuando vi salir a Charles le llamé la atención.

Ancler: -¿Y se puede saber qué estás haciendo acá si mañana tienes carrera?-. Dije riéndome y haciendo referencia a la hora porque ya era bastante tarde.

Charles: -¿Estás sola? No quiero generar más problemas-. Dijo mirando hacia los costados por si aparecía Maxi.

Ancler: -Si estoy sola, Maxi se quedó en hotel. Vení, siéntate al lado mío-. Dije marcando con la mano el espacio vacío que había en la hamaca.

Charles: -Perdón por causarte un problema antes-. Dijo mientras movía la cuchara en círculos dentro del helado.

Ancler: -No generaste ningún problema, la verdad es que las cosas con Maxi no están tan bien hace tiempo, vos no tenes nada que ver. Lo que sí para un futuro, te aviso que me puedo defender sola-. Dije poniendo cara de seria.

Charles: -Ya se que te podes defender sola pero no es necesario. Siempre te protegeré-. Dijo y me comenzó a acariciar la pierna con su mano derecha.

Ancler: -No necesito un guardaespaldas-. Dije bromeando.

Charles: -Pero no siempre uno tiene lo que necesita, a veces uno recibe lo que se merece también, y vos mereces alguien que te cuide y que se ponga feliz cuando te vaya bien y triste cuando la pases mal pero lo más importante que siempre esté apoyándote en todo lo que te propongas y más. Una pareja tiene que ser tu compañero-. Dijo y cuando lo escuché pensaba sólo en el.

Maxi jamás sería capaz de ser así conmigo. Siempre hicimos lo que él quería o lo que le convenía a él. La mayoría de las decisiones durante toda la relación las tomó él y yo siempre lo seguí por estar enamorada pero algo cambió en mí y no se si lo podremos superar.

Ancler: -Lo sé, lo tengo o lo tenía por que no se que le está sucediendo últimamente-. Mentí pero no le podía decir que percibía eso que dijo en él.

El tiempo pasó y nosotros nos quedamos charlando y riendo hasta que cerró el lugar. Fuimos caminando juntos al hotel y cuando estábamos llegando Maxi nos vió a través de una ventana y yo no me había dado cuenta.

Llego a la habitación y él ya se había acostado, las luces estaban todas apagadas y Maxi supuestamente estaba dormido. Me acosté al lado de él lo más silenciosa posible hasta que me quedé dormida.

Pasaron las horas y sonó el despertador. Como todos los domingo de carrera me desperté feliz y ansiosa por los posibles resultados del equipo. Me empecé a preparar y Maxi se despertó por el ruido que estaba haciendo.

Maxi: -Perdón por lo de anoche, de verdad quería venir y pasarla bien unos días, pero no se que me pasó-. Dijo con voz de dormido.

Ancler: -Creo que ambos exageramos pero no es nada que no se pueda perdonar ni arreglar-. Dije mientras buscaba la ropa del equipo.

Maxi: -¿A qué hora salimos? No quiero retrasarte porque me quedé dormido unos minutos-. Dijo levantándose rápido de la cama para cambiarse.

Ancler: -Creo que lo mejor es que no vayas...-. Dije con la voz baja temblorosa y mirando al suelo.

Maxi: -Creo que no escuché bien, ¿no quieres que vayas? Pensé que ya había pasado el enojo de lo de anoche-. Dijo asombrado.

Ancler: -Si si, ya pasó pero por lo visto no te llevas bien con Charles y no quiero que se ponga nervioso o de mal humor antes de la carrera, teniendo en cuenta que también es su ámbito de trabajo y necesita concentración-. Dije dando vueltas por el cuarto para no tener que mirarlo a los ojos.

Maxi: -En parte tienes algo de razón pero el sentido de que yo haya venido era para que pasemos tiempo juntos. Además hoy a la noche sale mi vuelo a Miami, no nos vamos a volver a ver hasta...-. Lo corté antes de que termine la oración.

Ancler: -Si ya se, hasta el día de la boda. Pero mira el lado positivo la próxima vez que nos veamos vamos a dar el sí en el altar y después vamos a tener unos días los dos solos en nuestra luna de miel. Y tampoco falta mucho, solo unas semanas-. Dije con una gran sonrisa en la cara aunque la verdad es que no estoy tan entusiasmada por la boda cómo le demostraba a Maxi.

Maxi: -Déjame que te acompañe hasta la puerta del paddock y te despido. Ni siquiera voy a entrar. Me voy a quedar unas horas recorriendo la ciudad hasta que se haga el momento de ir al aeropuerto-. Dijo mientras agarraba sus cosas para guardarlas en su bolso.

Ancler: -Bueno dale, pero apúrate que en 10 minutos nos tenemos que ir, si no voy a llegar tarde-. Dije apurandome para salir a tiempo.

Una vez que estaba lista le avisé a Maxi que lo esperaba en el lobby del hotel. Estuve 15 minutos esperandolo hasta que al fin apareció y nos fuimos hacia el paddock.

Llegamos y era el momento de despedirnos. Una parte de mi se sentía aliviada de que se iba y me hacía sentir un poco culpable pero ponía muy tensa la situación entre Maxi y Charles.

Maxi: -Bueno, la próxima vez que te vea vas a ser mi esposa-. Dijo y me dio un beso en la mejilla.

Ancler: -Caminando hacia el altar con un vestido que todavía no tengo-. Dije bromeando y se subió al taxi.

Mi vida en la fórmula 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora