Quiero saber

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Maxi: -¡Amor! Vas a llegar tarde al médico-. Dijo mirando el reloj mientras me preparaba -El tráfico el Miami cada vez está peor-. Dijo con voz irritada.

Ancler: -¡Ya casi estoy! Además vos vas a llegar tarde al trabajo si te vas a quedar acá a regañarme, en 5 minutos salgo no te preocupes-. Dije acercándome para darle un beso rápido en los labios.

Fui a la mesa de entrada, agarré las llaves de mi auto nuevo, un Mercedes Benz clase E y me fui a mi cita con mi médica.

Estaba sentada en un sillón color crema, en una habitación amplia con paredes pintadas de blanco, grandes ventanales que dejaban que la luz solar ilumine toda la habitación.

Psicóloga: -Veamos los avances de esta semana-. Dijo agarrando su libreta para empezar a anotar lo que tengo para decir.

Ancler: -Bueno, me llamo Ancler Hastings, tengo 22 años, trabajaba en Francia en el sector marketing de lujo para una marca que no recuerdo. Tengo un hermano, mi padre falleció hace unos meses y mi madre vive en Buenos Aires, Argentina. Vivo con mi prometido Maxi, nos estábamos por casar pero luego...-. Dije con una gran sonrisa dibujada en mi cara sin poder terminar la frase porque mi psicóloga me interrumpió.

Psicóloga: -Por lo visto te has aprendido todo lo que te dijeron, pero ¿algo que hayas recordado?-. Preguntó un poco decepcionada.

Ancler: -No-. Dije en un tono muy bajo, mirando al suelo y jugando con mis uñas por nerviosismo.

Psicóloga: -¿Recuerdas algo del accidente?-. Preguntó. No respondí verbalmente, solo moví mi cabeza de lado a lado diciendo que no- Bueno, puede tardar años recuperar la memoria, no te esfuerces demasiado, solo sigue viniendo a las sesiones y prueba cosas diferentes, puede llegar a estimular tu mente-. Dijo dando por terminada la sesión.

Salí del edificio y veo el auto de Maxi estacionado en la puerta.

Maxi: -Salí antes del trabajo para acompañarte a merendar después de la sesión con la psicóloga-. Dijo abrazándome.

Llegamos a una cafetería pequeña pero una de mis favoritas.

Maxi: -¿Cómo te fue hoy?-. Preguntó luego de darle un sorbo a su café.

Ancler: -Mal, no puedo recordar nada de mi vida, decime algo que me ayude a recordar-. Dije desesperada.

Maxi: -Bueno, disfrutas mucho de ver deportes por la tv, tu favorito es el fútbol. Amas mucho a tu familia y a mí, obviamente. Compramos esta casa acá en Miami a principio de año porque siempre quisimos vivir en los Estados Unidos-. Dijo intentando recordar puntos importantes sobre mí.

Ancler: -No, no recuerdo nada de eso. Estoy frustrada, ni siquiera sé si tengo amigos-. Dije con un nudo en el estómago.

Maxi: -Si tienes, pero la mayoría no se contactaron con vos luego del accidente. Nunca fuiste cercana a tu familia por eso no te llaman. Pero hablamos de otra cosa, no de quienes no te quieren cómo te mereces. Esta noche vamos a pedir comida y veremos tu película favorita-.

Ancler: -Ni siquiera recuerdo cuál es mi película favorita-. Dije frustrada.

Nos quedamos un rato más ahí y luego cada uno se subió a su auto. Tomé el camino más largo, me sentía plena y feliz cuando estaba manejando sola y en completo silencio. Cuando llegué a casa estaba Maxi esperando en la puerta, me bajé del auto para saludarlo pero el no se encontraba de humor aparentemente.

Maxi: -¿¡Dónde estabas!? ¿¡Por qué tardaste tanto!?-. Dijo gritando.

Ancler: -Tomé el camino largo de vuelta a casa, no pasó nada-. Dije intentando tranquilizarlo.

Maxi: -¡Si pasa! Ya lo hablamos, el auto es solo para ir a la psicóloga y volver. La última vez que te dejé sola en un auto casi te matas-. Dijo alterado.

Ancler: -¡Pero me estoy volviendo loca! Estoy encerrada todo el día en esta casa que no siento cómo un hogar, no hablo con nadie por celular porque perdí todos mis contactos, no puedo salir sola, no puedo trabajar porque no sé ni lo que estudié. Sólo quería un momento feliz fuera de casa sin tenerte como escolta. Este encierro me está matando, solo puedo pensar y lo único que quiero es acordarme de algo, de una mísera cosa pero no puedo, no me sale-. Dije y me quebré en llanto. Dejé mi cuerpo caer y Maxi me agarró de atrás y acompañó la caída para apoyarnos en el piso.

Cientos de lágrimas comenzaron a caer sobre mis mejillas y Maxi me secaba una por una con caricias suaves con sus grandes manos.

Maxi: -Tenés razón pero entendeme, cuando estabas en coma en en el hospital que no sabían si ibas a despertar me estaba volviendo loco-. Dijo mientras seguía acariciándome.

Ancler: -Nunca hablamos de esto específicamente pero porqué estaba sola a tantas horas de la noche, qué estaba haciendo-. Pregunté intentando de recordar algo.

Maxi: -Habíamos salido a tomar algo, estabas nerviosa por la boda y tuvimos una pequeña discusión, me fui y dejé que te vuelvas sola. Media hora después me llamaron del hospital, porque era tu contacto de emergencia. Me dijeron que te había chocado un conductor ebrio y que estabas en muy mal estado, no sabían si lo podías lograr-. Lágrimas comenzaron a caer sobre su cara, le di un pequeño beso en los labios y me devolvió una sonrisa.

Ancler: -Pero lo logré, solo debo tener paciencia para recordar todo. Vayamos a poner la película-. Dije levantándome y extendiendo mi mano para ayudarlo a levantar.

Se paró frente mío, con sus manos agarró mi cintura, su cuerpo estaba pegado al mío y me dio un beso profundo, un beso largo lleno de pasión. Mis manos se apoyaron en los hombre de él y me dejé llevar.

Nos separamos para recuperar el aliento, le di una sonrisa tranquilizadora y apoyé mi cabeza sobre su pecho y el con su mano derecha acariciaba mi espalda suavemente.

Ancler: -¿Cuál es mi película favorita?-. Le pregunté levantando un poco la cabeza para poder mirarlo a los ojos.

Maxi: -Diario de una pasión-.

Mi vida en la fórmula 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora