Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"Tomar en tus manos la decisión de tener un bebé es trascendental, significa que desde ese momento tu corazón empezará también a caminar fuera de tu cuerpo".
Soobin observaba atento cada movimiento de su padre mientras cocinaba, últimamente cantaba mucho, reía más, solo había una respuesta para ese comportamiento extraño por parte de su papi Jimin.— Papi, ¿porque comiste chocolates y no compartiste conmigo? Eso no se hace. —Dijo el pequeño Soobin enfurruñado haciendo un tierno puchero.
Jimin reprimió las ganas de reírse de su pequeño. —Bebé, no he comido chocolates, ¿por que dices eso? —Pregunto sin mirarlo, sonriendo mientras le servía el desayuno.
—Porque vi que reías mientras cocinabas, yo no no vi nada gracioso, entonces papi, te volviste loquito, —dijo el pequeño fantasioso tapando su tapando su rostro con sus pequeñas manitos, —Oh no papi Jiminie que haré, tranquilo, yo te cuidare, lo prometo.
Jimin cargo a su fantasioso pequeño dejando un montón de besos esparcidos en sus rosados mofletes, haciendo reir a Binnie.
—Amor mio, no estoy loquito, y tampoco comí chocolates a escondidas, papi solo está muy feliz, —Jimin busco las palabras adecuadas para explicarle a su hijo cómo se sentía un corazón liberado.—A papi le dolia mucho aquí, —dijo Jimin señalando su pecho, —pero ahora papá se siente en paz, como si todo el peso que había allí se fuera como por arte de magia, ya no hay dolor, por eso papá sonríe mucho mi dulce pequeño.
Soobinnie miraba con tanto amor a su padre mientras este hablaba, colocó sus pequeñas manitas en el rostro de Jimin admirándolo con fervor. —Papi eso suena muy bonito, me gusta que sonrías y que ya no te sientas enfermito, todos los niños deberian tener un papito tan bueno y bonito como el mío, estoy feliz de que tu pechito no duela más, dice mamá Bo que soy un niño muy afortunado por tenerte y que te tengo que amar muchisimo porque eres muy valiente y muy fuerte.
El afortunado era él, Jimin había tenido suerte por traer al mundo a ese pedazo de cielo, a su mundo roto en caos llenando de luz toda la oscuridad que lo rodeo durante un largo tiempo. —Como tuve tanta suerte contigo mi amor, no tienes idea cuanto te amo, ahora termina tu desayuno que tengo que visitar a los niños en el hospital ¿recuerdas? Jimin vio él rostro de su hijo trasformar esa tierna sonrisa en una mueca triste, —Bebé quieres ir conmigo, puedes jugar con algunos de los niños, podemos saludar a los tios y después ir por un helado, ¿que dices?
Soobin se levanto de un solo salto y abrazo a su padre, era un niño feliz, y compartir con su papi hacía su domingo mucho mejor.
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