Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"Familia, donde comienza la vida y el amor nunca termina."
Hablar con su familia siempre resultó una tarea fácil para Jimin, podían decirse cualquier cosa, el tema tabú era cualquier tipo de conversación sobre él teniendo una pareja a futuro, era la última elección como tema de conversación, sus padres respetaban eso por suerte, no podía decir lo mismo sobre sus tíos o primos y sus comentarios afiliados con fingida indiscreción.
Hasta que aprecio Jeon Jungkook y sus ojos negros como la noche más oscura en su vida, todas sus defensas quedaron nulas.
Sus padres o su hermana siempre estaban dispuestos a escucharlo, Hyungsik y Boyoung siempre habían dejado que Rose y él tuvieran voz propia, que fueran libres de decidir qué hacer, eran padres muy abiertos, pero, Jimin no había conversado con ellos sobre Jungkook, hasta ahora.
Jimin no quería que su familia se sintiera herida por haber omitió el pequeñísimo e insignificante detalle casi imperceptible de que ahora tenía pareja, no es que no confiara en ellos...solo.
No debió ocultarlo, eso lo tenía claro.
¿Y si no recibía apoyo el apoyo de sus padres al igual que Jungkook? No tenía otra opción, mucho menos tiempo, tenía que hablar sobre su novio, hoy, ahora, necesitaba ayuda, necesitaba a su familia, moría por contarles que al fin tenía a alguien a su lado, tomando su mano y esa persona lo hacía inmensame te feliz, ojalá y lo tomen bien, ojalá.
***
—!Llegueeee! Grito Jimin desde la entrada.
—Estoy en la cocina hijo.—Esa era Boyoung su madre, siempre hasta tarde en la cocina, ella era una pequeña y dulce mujer llena de energía que no paraba nunca.
Con una sonrisa inmensa adornando su rostro, quito su abrigo, ver a su novio, si, su novio, esa palabra lo hizo sonreír como tonto, jungkook lo hacía tan feliz, aunque tenían un problema ahora mismo que debía resolverse, su madre solía decir que el amor todo lo podía, retiro su abrigo y lo acomodo dentro del armario junto a la entrada. sacó sus zapatos dejándolos en el estante y cuando levanto la cara vio a su padre parado en las escaleras, sintio la parte trasera de su cuello erizarse, tenia miedo, Hyung Sik estaba mirandolo fijamente cómo si quisiera preguntar muchas, muchas cosas, pero no se atrevía.
Su padre se acercó a él lentamente intimándole, el señor Park lo había visto por la ventana de su cuarto, también lo vio muchas veces llegar en el mismo auto, su pequeño Jimin no era el chico más discreto del mundo, Hyunsik no estaba enojado en absoluto, al contrario quería escuchar de los labios de su hijo la historia tras esa dulce sonrisa que poseía ahora, el que Jimin tuviera pareja podia significa solo una cosa, que por fin había dejado los malos recuerdos de lado, después de cinco años, su pequeño por fin avanzó, eso es lo mejor que le podia pasar a su familia. —Mi niño llega de nuevo tarde.—mencionó con una sonrisa socarrona el mayor, era divertido molestar al más joven de sus hijos.
