Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"Aférrate a mi y no permitas que el miedo te diga que puedes hacer y que no".
El castaño detuvo sus pasos nervioso. —Hobi, ¿te vas a arrepentir?
—Nunca Taehyung.
Ellos dos habían caminado seis calles sin decir una sola palabra, Hoseok se sentía culpable por no haberle confiado el tema molesto con su padre, ¿Hobi se sentiría decepcionado? Tal vez...presionado, Taehyung estaba mortificado con sus labios apretados en una línea tensa, su ceño fruncido y lleno de pánico, por que gracias a su audacia el pelinegro no volvería a ver a su familia, y si luego lo culpaba por ello. El no pensó, solo actuó...A pesar de todo no iba a dejarlo ir, el amaba a Jung Hoseok.
Taehyung sabía que no había vuelta atrás desde que salieron del Restaurante, pero quería escucharlo de los labios del pelinegro, quería que el nudo en su garganta se deshiciera, quería sentir que todo estaba bien y no había arrepentimientos en medio de ellos dos. —No hay retorno Hoseok.—le repitió con temor.
—¿Quien dijo que quiero volver?
—Me amas lo suficiente para quedarte a mi lado por el resto de tu vida Hobi.
Hoseok sabia lo que era el amor, claro, ya se había enamorado una vez, aunque estuvo atado a un amor falso por largo tiempo, él, al menos amo de verdad, con todo lo que pudo, pero ese sentimiento no se comparaba con lo que sentía con y por el castaño.
—Señor Kim, sentí que mi corazón se detuvo cuando te lo vi sentado en esa mesa, tenía miedo de perderte, miedo de que te dieras la vuelta y no volver q verte más, he vivido lo suficiente para diferenciar el amor verdadero de una tonta ilusión, lo amo señor Kim, quiero estar con usted, no le pongamos plazo, no quiero decir por el resto de mi vida o la tuya, simplemente estemos juntos y renovemos esa promesa todos los días, quiero estar contigo sin límite de tiempo, Taehyung no quiero un para siempre, quiero un amor infinito.
En la cuidad que nunca duerme para ellos dos, el tiempo se detuvo, Taehyung lo acerco a su cuerpo con manos temblorosas, perdido en esos preciosos ojos grises que le aceleraban el pulso, tomó su mentón acercándolo a su boca voraz, Hoseok sintió el aroma del castaño inundándolo, su calor desbordando entre sus cuerpos anhelantes sin hablar sus miradas decía lo que las palabras no.
Sus labios se unieron por fin en un suave roce, cerraron sus ojos entregándose a esa humedad seductora de la que llevaba ventaja el castaño, un beso delicado, tierno, que se tornó fuerte y ansioso, sus corazones danzando al mismo ritmo .
Rompieron el beso con un suspiro pegando sus frentes, sonriendo entre lágrimas de felicidad por el efecto de las mariposas aleteando aún en su pecho.
