Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"Para poder tener éxito, tu deseo de alcanzarlo debe ser mayor que tu miedo al fracaso."
—¿Por eso pusiste la renuncia?. Te va mejor vendiéndote?.
¿Jimin estaba escuchando bien? ¿que idiotez acababa de escupir este idiota?—Buenos días jefe, si le interesa lo que hago en mis horas no laborales, como para cruzar la línea y no recordar que mi vida personal no es de su interés, a las 12 am termina mi turno, con gusto puedo responder cualquier inquietud que tenga después de mi horario de trabajo.
El rubio trato de mantener la compostura lo mejor que pudo y no demostrarle al idiota de su jefe que le había afectado el comentario absurdo que acababa de hacer, ¿acaso un hombre como JungKook, no podía fijarse en alguien como él?
No quería que nada ni nadie empañe la dulce historia de amor que estaba viviendo, si, parecía una novela donde el apuesto hombre maduro se enamora del sexy jovencito y son felices para siempre, el imbecil de Charlie le dijo en su cara que parecía un aprovechado, ¡Dios! su sangre hervía, no quería dañar su carta de recomendación por un impulso el último día de trabajo.
Cómo una persona inteligente y racional solo iba a dejarlo pasar, sería su último día, -solo aguanta un poco más Jimin-, se dijo a sí mismo, sería un turno infernal, el más largo y pesado al parecer.
Maldito Charlie, maldito sea.
Jimin tenía el ceño fruncido desde que entró a la cocina, a Min Yoongi no se le pasaba nada por alto. —¿ Que pasó esta vez? Habla.
Gracias a Dios ni JungKook o Yoongi habían escuchado lo que él idota de Charlie dijo, en este momento ese inútil estaría rumbo al hospital con la nariz rota y un par de dientes menos.
—Buenos días para ti también Chef Min, ¿porque nadie saludo normal hoy?
—Te ves molesto, habla ¿qué pasó?, ¿fue Jungkook? ¿Que te hizo? Dime, tengo que golpearlo, le advertí que si te molestaba le daría una paliza.
Jimin no pudo evitar reír, Yoongi a veces parecía un padre sobreprotector o un guardaespaldas. —Kook no hizo nada Yoon, déjalo, trabajemos si.
—¿Fue el ogro imbécil entonces? Yoongi no iba a dejarlo ir, Jimin sabía eso.
—Si te cuento lo golpearas y tendrás que venir conmigo a trabajar a la librería Yoon, solo déjalo pasar, ok.
Yoongi soltó un suspiro exagerado que sonó mas a un bufido dándose por vencido.—Ok pimpollo, solo te haré caso porque no se nada de libros, así que hagámoslo bien este día y para que no me extrañes, hoy te quedarás conmigo en la cocina.
