Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"El tiempo a tu lado no será suficiente para demostrar todo el amor que llevo en el pecho".
Los dias pasaron en un abrir y cerrar de ojos, en 2 días Jimin y Jungkook estarán felizmente casados.
Dos largas semanas, el pelinegro estuvo prácticamente viviendo en el hospital con Jimin, al recibir el alta, entre Hyungsik, SeokJin, su padre y Taehyung, habían traído a su casa todas las pertenencias que él rubio había puesto en una lista, ahora oficialmente vivían juntos.
Lo que prometía ser intensos y ardientes días de dulzura y miel junto a su futuro esposo en casa, o juegos, cosquillas y golosinas con Soobin, no resultó de esa manera.
Comprar los tickets de avión, no fue tarea fácil, era temporada alta, había gran demanda de parte de turistas vacacionando.
Lo único que Jungkook amaba de estos días caóticos, fueron los detalles de la boda, las invitaciones, eran botellas de cristal, como las que encuentras con mensajes a orillas del mar, y las alianzas iban a estar dentro de una ostra color ivory, al final los colores de la boda cambiaron, seria boda blanca con detalles en azul marino.
Llegar al aeropuerto también fue un desastre total, se quedaron dormidos, la razón, aparecieron los terribles síntomas del embarazo, Jimin se veía fresco como lechuga, radiante, hermoso, pero él, estaba vuelto una mierda, tenía insomnio, náuseas, acidez, antojos, mareos, ¿como una persona embarazada sobrevivía a esto?
El vuelo solo había aumentado al máximo sus achaques, Jimin tenía tanta paciencia con él estos días, aunque no dejaba dormir para nada, sinceramente le alegra ser él quien la estaba pasando mal, Jimin hacía bastante con cargar a sus lindos angelitos dentro de él, si a cambio de eso su amor estaba tranquilo, lo valía, el peligro había pasado, estaban en la semana 12 de gestación y los gemelos estaban fuertes, creciendo sanos y por fin, bien adheridos al cuerpo de su papi.
11 horas con 20 minutos de vuelo entre Nueva York y Hawai, era un estrés total, dio un vistazo a su reloj quedaba 1 larga hora de vuelo aún por delante, Jimin y Soobin estaban tiernamente acurrucados en sus asientos, se habían quedado dormidos no hace mucho.
El vientre del rubio se notaba un poco a penas abultado, el traje en su última prueba lo disimulaba muy bien, aunque Jimin no tenia problema con eso, lucia su cuerpo orgulloso.
Ese guapo chico y él, se convertirían en esposos al fin, quería que llegue ya el sábado.
Cerró los ojos un momento esperando que el tiempo corra rápido.
Aterrizaron en Honolulu, el aire fresco de la isla los recibió, Binnie seguía dormido, él también quería dormir, si era posible hasta mañana, pero antes de eso comer helado, mucho helado de chocolate con menta y trozos de brownie.
Jimin tomó su mano, beso el dorso. —¿Estas bien amor?—pregunto.
