Jungkook, un apuesto ingeniero, soltero, maduro y sobre todo idealista, sueña con su chico ideal, está seguro que el hombre de sus sueños está en alguna parte esperando ansiosos por él hasta que se topa con la personificación de su persona soñada a...
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"Desde el primer momento en que te vi, supe que te quería a mi lado para siempre".
Jungkook estaba conducido todo el camino desde su oficina hasta el taller del señor Park, ¿podía huir ahora? ¡No!, él no era un cobarde, tomó una gran bocanada de aire bajo de su auto y con toda la confianza que poseía entró al encuentro de su suegro, ya no podía dar marcha atrás.
—Señor Park, ¿cómo está?
Hyungsik levantó la vista y miró al pelinegro con algo de preocupación y asombro por su presencia en su taller, frunció el ceño extrañado, se levantó ágilmente limpio con un trapo sus mano estaban totalmente cubiertas de aceite y grasa de motor, ¿que es lo que hacía JungKook allí? —Esta vieja máquina,—dio una palmada al capote del auto que arreglaba en ese momento, —me está dando muchos problemas, ¿pero a que debo la visita?, ¿todo en orden hijo?
Jungkook veía con disimulo todas las rutas de escape a su alrededor, estaba muerto de miedo, claro que lo estaba, había estudiado su discurso varias veces con Taehyung antes de venir y según él estaba listo, era un hombre grande, ¿cierto?
—Señor Park, usted me podría regalar un momento, seré breve, hay algo importante que necesito hablar con usted.
Hyungsik asintió curioso y lleno de dudas. —Jungkook, llámame Hyungsik, me haces sentir viejo como mi padre, no soy tan mayor, —su futuro suegro aliso su overol de trabajo. —Ahora cuéntame pasó algo con Jimin, no pelearon supongo por lo que vi estaba muy feliz está mañana.
Jungkook se sonrojó enseguida. El también lo estaba, había pasado la tarde junto a Jimin y Binnie, fueron al parque, comieron delicioso, luego vieron una película, fue un jueves diferente y perfecto, como nunca, terminó su trabajo temprano, paso por su familia sorprendiendo gratamente a su lindo novio y por supuesto haciendo muy feliz a Binnie.
La voz de su suegro lo sacó de sus pensamiento. —Vamos adentro, señaló una puerta entreabierta, —tengo una pequeña oficina podemos hablar allí, solo dame un momento para limpiarme, —levanto sus manos engrasadas mostrándolas, —también traeré algo dulce, estás muy pálido.
Jungkook paso las manos por su abrigo, secando el sudor helado de estas, los nervios volvieron. — Gracias, por recibirme Hyungsik, aún sin haberlo llamado antes.
Hyungsik negó. — No me lo agradezcas, eres el novio de mi hijo, Jungkook deja de ser tan formal, eres familia, no muerdo, al menos que le hayas hecho algo a mi muchacho.
Jungkook sonrío por la broma y eso fue suficiente para relajarse un poco, tomó asiento frente a su suegro, el hombre mayor tenía un rostro amable pero le intimidaba al mismo tiempo, ni siquiera podía mirarlo a la cara.
—Mmm, bueno, por donde empiezo, —Jungkook se quedo en blanco, todo lo que había planeado decir, se le olvidó, se quedó observando una mancha de aceite en el piso como si allí iba a encontrar las respuestas a todo el revoltijo de su mente, siempre había un plan b, por si eso pasaba, solo tenía que decir lo que sentía, eso siempre funcionaba bien, ¿cierto? —Hace unas semanas tuve una conversación muy seria con Jimin sobre lo que queremos para nuestro futuro, donde nos vemos después de un par de años, sobre él haciendo todo lo que no ha podido hasta ahora, sobre Soobin, sobre niños, claro a futuro. —se recordó el pelinegro suspiró nervioso, —Conozco a Jimin hace poco, estoy consciente que aún me falta mucho para llegar a ser el hombre que su hijo merece y me falta aún más para llegar a ser un buen padre para Soobin, mañana cumplo treinta y dos, no soy tan joven ya, quiero casarme con su hijo señor Park, a eso es lo vine, quiero hacer las cosas bien y también vine por que quiero ser legalmente el otro padre de Binnie, vine a hablar con usted primero porque no quiero interferir en cómo está formada ahora su familia, no quiero ser un intruso, quiero ganarme mi lugar como parte de su familia, quiero saber si está de acuerdo a que él y yo nos establezcamos como una familia, Jimin va a seguir estudiando me comprometo a que lo haga y... —el rostro melancólico de su suegro lo hizo detener su monólogo. —Perdón, no he dejado de hablar, cuando estoy nervioso, solo hablo y hablo sin parar.