|06|Poco a poco
–"Hey, Luca, ¿tú eres bueno relacionándote con los demás?
Si te soy honesto, yo soy un asco tratando de relacionarme. Siento que una de las ventajas haber crecido entre gente mayor y niños pequeños era aquella facilidad de relacionarme con ellos sin que les importe realmente que soy una bestia; los ancianos lo olvidaban con facilidad y los niños se asombraban al ver mis escamas por el sudor de tanto jugar con ellos.
Quisiera decir lo mismo con la gente de mi edad; tanto con humanos como bestias me cuesta relacionarme con ellos.
Y no, Giulia y su equipo no cuentan, son más ancianos de lo que quieren admitir."
Se sentía enfermo con solo estar en aquel ambiente donde los olores de bestias jóvenes revoloteaban por todo el lugar junto aquellos colores neón y música extremadamente alta.
Algo que aprendió y comenzaba a desagradarle era como el hilo rojo para la mayoría de los jóvenes era un pretexto de que deberían aprovechar en acostarse con cualquier bestia sin importar el género o jerarquía; al fin de cuentas tendrán que dejar toda aquella vida fiestera y lujuriosa cuando se encuentren con su destinado. Aquella "fiesta" era más una invitación para coger con cualquiera en especial en las temporadas de lluvias donde pareciera estar en celo cada rato.
Tapó con asco su nariz, al estar aislado casi toda su vida de su misma especie, provoco que su olfato fuera más sensible; llegarse a enfermarse al tener un aroma fuerte y extravagante. Prefería un millón de veces un aroma tranquilo y satisfactorio que uno que le provoque nauseas cada vez que lo tenía cerca.
Observó con desagrado la lata de cerveza de su mano, intentándose calmar y parecer pacifico de lugar de enojado o irritado como siempre le dice Giulia. 《–"Tienes una cara que dice: no me hables porque eres una mierda y todo a mi alrededor es una mierda. Odio mi vida y no sé, ¿por qué estoy aquí? Solo sé que estoy en contra mi voluntad".》 Sus palabras resonaban por toda su cabeza, pero no podía evitarlo, odiaba que lo obligaran a relacionarse. No tiene buenas experiencias con gente de su edad.
No obstante sus instintos reaccionaron al ver reojo como un grupito de chicas que conocía de la carrera de teatro –cual solo las ubicaba de reojo cuando iba a ayudar con el piano– lo miraban y luego reían, animando a la más "coqueta" de las cuatro que solo tuvo que darle un trago a su cerveza para después bajar un poco las mangas de su vestido dejando al descubierto sus hombros y pechos. De manera desinteresada y fingiendo que nunca la vio camino hacia al pasillo con intenciones de huir de la escena.
Buscó por todo aquella enorme casa cualquier puerta que no tuviera una corbata o un sostén en la perilla como también que no se escuchase algún ruido raro. Odiaba estar allí, no entendía como Giulia lo había convencido en "relacionarse" con su propia especie. Lo más probable su pobre hermana desconocía lo calenturientos que eran en esa temporadas húmedas. Encamino a pasos pesados hasta que vio al fondo una puerta blanca que parecía inofensiva. Rezando en su mente que no hubiera nadie adentro no lo pensó dos veces en abrirla y con su mirada cerrada apoyarse en ella para poder respirar tranquilo sin tantos aromas sofocantes. Liberó un aliviado suspiro que no tardo en desaparecer al olfatear un olor que sorpresivamente no le parecía sofocante ni empalagoso: era como el aroma de la lluvia combinado con un café capuchino. Tan sutil como relajante.
Levantó su mirada, quedándose sorprendido al toparse con esos ojos marrones que no había visto desde aquella despedida en la estación. Sentado en los azulejos de la ducha, él parecía sorprendido de haberlo encontrado después de tanto.
–Luca...
Una silenciosa risa salió del menor, estaba nervioso al no saber cómo reaccionar. De todos los lugares no se esperaba verlo en el baño de una casa desconocida. Con un leve sonrojo movió uno de sus rulos detrás de su oreja para después mirarlo avergonzado y musitar aún más nervioso:
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11:11 || LUBERTO
FanfictionAmbos no estaban preparados para encontrarse, no querían llegar a ese punto de sus vidas de encontrar a su alma gemela. Para muchos era felicidad y paz, pero ellos no estaban preparados. Sus caminos estaban escritos y solo lo supieron con una mirad...