|| 28 ||

111 17 0
                                    

|28|Por él

God Of Thunder de Kiss sonada con todo su resplandor en su vieja estéreo, dejándose llevar por el ritmo que iba al compás con los constantes pisabas que daba. Deleitándose ente la batería y la guitarra electica, que hacía que se proyectaran en su mente cada una de las notas. Mientras volteaba de un lado a otro su cuerpo asegurándose que su vestuario sea lo más decente para su primera cita con Luca.

Sus labios repetían en voz baja la poca y repetitiva letra, aun así lo hacía con emoción. Observo seriamente su mirada reflejada en el espejo roto de su habitación, estaba nervioso e inquieto, pensando que pudo haber exagerado en la cantidad de pulseras de sus muñecas o que iba muy de negro que parecía que iría a un funeral como las primeras opciones que tenía en mente. Su camiseta negra de mangas cortas con el logo en grande del álbum Appetite for Destruction de Guns N' Roses, un par de jeans negros rotos en las rodillas, una camiseta de cuadros rojos estilo leñador –abierta y arremangada hasta sus codos– y una botas cafés. Sonrió al verse decente para la ocasión.

Habían acordado la hora y que él lo recogería. Quería animarlo, después de lo ocurrido en el concurso. Por la experiencia que tenía en ese tipo de eventos los jueces no dudarían en descalificarlos por ese error, sin importar los aplausos que recibieron ante la levantada que hicieron en el último acto donde de nuevo su sincronización volvió. Simplemente ser bestias, los limitaba demasiado; un solo error y estaban fuera. Dejó salir un suspiro una vez que se colocó su collar de diente de tiburón.

Su cabello aún estaba sin peinar, miro a su costado sobre su mueble el hilo rojo que alguna vez le perteneció a Luca. Sintió un fuerte revoltijo en su estómago, como un enorme cardumen de peces nadara en él con solo pensar el día de su boda cuando ambos hilos se amarren en frente del altar.

–"Quiero ser un buen esposo y destinado para ti. Quiero demostrarle a todos lo agradecido que estoy al poder decir que soy un bastardo con el destinado más hermoso de los siete mares."

Decidido a ir por su amado tomó cepillo y vaselina para peinarse –aunque rara vez lo hacía–. Mientras se lo desenredaba y la canción cambiaba a una de AC/DC, pudo ver por el reflejo del espejo como su compañero de piso se recargaba en el umbral de su puerta mientras comía un bote de gelato de pistache. Tyler con solo un pantalón deportivo –de la boy band, 4 town, que tanto le gustaba y su destinada–, que había resaltar el hilo rojo de su pecho desnudo y lampiño.

–¿A dónde iras? –pregunto sin mucho interés, bajando su mirada a su postre antes de devorar una enorme cucharada de este– Tu nunca sales los fines de semanas y menos tan arreglado –añadió con la boca llena y barriéndolo con la mirada.

–Tengo una cita con Luca.

–¿El niño bonito?

–No lo llames así –recalcó entre dientes y sin mirarlo, estaba más concentrado en peinarse bien– y si, con él, es nuestra primera cita y quiero verme bien para él.

Tyler solo blanqueó la mirada antes de adentrarse a su cuarto y sentarse en la desastrosa cama de su compañero. Aquel aroma fuerte a vino tinto, provocaba que le doliese la cabeza; el aroma de Alberto siempre le pareció demasiado fuerte. Ambos eran tan distintos en todo sentido, desde estilo de música hasta vestimenta, podía jurar que nunca ha visto al pecoso con algo que no sea negro o colores oscuros. Seguía sin poder creerse que aquella bestia tan desastrosa y de aspecto de criminal sea un gran prodigio para el teatro y la música clásica.

Alberto por su lado agarró el hilo rojo para amarrarlo con su cabello en una coleta baja, haciendo apropósito que la figurita del pez resaltara. Volvió a sonreír con orgullo al verse.

11:11   ||  LUBERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora