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|04|Los humanos y las bestias no se mezclan

–"Hey, Alberto, ¿alguna vez te has sentido encerrado en una situación donde no sabes cómo actuar o reaccionar? Que lo único que estabas seguro y sin saber porque, es que no querías irte de allí."

Los colores rojizos invadieron sus mejillas al tener esa mujer alta frente de él. Esa sonrisa llena de orgullo y confianza no ayudaba en nada, y mucho menos todo ese aroma tan embriagante que desprendía. Simplemente esa pelirroja lo ponía en una situación vulnerable, se sentía acorralado. Nunca había sentido algo así por un humano, algo que lo ponía en cierto punto enfermo y asqueado. Nervioso, desvió su mirada, tratando de ocultar su vergüenza.

Ante todos esos gestos, que le causaron ternura a ella. Solo sonrió aún más mientras se adentraba por completo al atelier, cerrando consigo la puerta para evitar que la "pequeña" bestia escapara como tenía planeado. Le entregó un momento su cigarrillo a Ciccio; quien no tuvo de otra que sostenerlo para que ella se pudiera quitar aquel enorme abrigo –aunque al final termino apagándolo en uno de los ceniceros; sabiendo que el humo no era del agrado de la criatura–, revelando aún más aquel cuerpo que poseía. Los colores aumentaron en Luca al tener una mejor visión de su figura. A pesar de tener una cintura delgada, poseía una buena cadera, haciendo resaltar su figura similar a una pera, pero eso no era lo que lo cautivo, si no que ella se veía fuerte y dominante. Con un tatuaje grande en su hombro derecho de una sirena que la hacía verse aún más ruda. Tragó saliva, al sentir asco de sí mismo.

–¿A sí que lograron traerme a la pequeña bestia que hemos acosado por meses? –exclamó ella con una sonrisa afilada en lo que le lanzaba el abrigo a Ercole; obteniendo un gruñido y una mirada amenazante de su parte, pero a ella le valió un comino.

–Giulia –recalcó entre dientes el único rubio, apuntando con el radillo de la mirada lo incomodo que le puso su comentario a la bestia que "secuestraron".

La mujer de nombre Giulia, blanqueó su mirada sin mucho interés, no le iba ocultar la verdad aquel joven tan bello que lo habían analizado desde lejos durante mucho tiempo. Encamino directamente hacia su zona de trabajo pasando a un lado del castaño oscuro. Luca solo quería irse de allí lo más rápido posible, aunque también quería estar cerca de ella, solo por su aroma que parecía ser parecida a la de otra bestia.

–Perdón por la tardanza –comentó cansada en lo que se acercaba a uno de los muebles para luego agacharse y abrir el último cajón. Rebuscando entre las telas y encajes–. El vago de mi hermano estuvo tan ocupado que apenas pudo entregarme los bocetos de los nuevos diseños. Ha estado estresado por su próximo concierto y los exámenes de su academia.

–No es de sorprenderse, siempre está ocupado que parece mapache con sus ojeras –comentó Guido acercándose a uno de los maniquís para tomar el saco de estilo victoriano con el que estaban trabajando.

Luca completamente perdido en lo que sucedía en su alrededor solo observaba como entre los tres humanos caminaban de un lado a otro tomaban prendas de vestir y accesorios. Solo miraba en completo silencio como Ercole y Giulia discutían sobre cuál era la mejor opción de para lo que era una capa blanca –al estilo de caperucita roja–. Cada cierto tiempo volteaban a ver a la bestia y murmuraban entre ellos. La bestia miraba de reojo la puerta bajo el cartel de "exit".

–Bien –la voz animada de la única mujer llamó su atención, quedándose completamente extrañado e incómodo al verla a ella y los demás acercándose a él con prendas en mano–, ¿Qué estamos esperando? Hay que ver cómo le queda el vestuario.

–¿D-disculpa? ¿Qué mierda les pasa? –exclamó Luca retrocediendo unos pasos para alejarse de ellos.

–¿Alguien le ha dicho sobre el concurso? ¿O por qué esta aquí? –preguntó estresada y molesta la pelirroja a los tres hombres; quienes no contestaron y evitaron verla. Ella gruñó, cerró sus ojos unos segundos para tranquilizarse para después mirar de manera dulce a su "invitado"– ¿Te molesta si te robamos unos momentos de tu tiempo, cariño? Prometo que será rápido y te pagaremos.

11:11   ||  LUBERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora