Omega Kim [KookTae]

𝃢 ˖ 𓏲࣪ 🍾 Capítulo 05

Luego que las manos curiosas de ambos hicieran nuevamente contacto con la piel ajena, ambos sintieron aquella chispa recorrer por su cuerpos, como si aquello fuese una especie de conexión momentánea. Y ninguno de los dos parecía desagradarle aquello, más bien, el sentimiento alojado en sus pechos era curiosamente agradable.

Es así que alfa y omega comenzaron a bailar torpemente en los estrechos servicios, chocando de vez en cuando con alguna puerta detrás de ellos, sacándole en ocasiones carcajadas a ambos.

— ¡Eres terrible haciendo esto! — dijo el omega en tono de broma al ser nuevamente pisado por el alfa castaño, teniendo que alzar la voz debido a la fuerte bulla del lugar.

Jungkook hizo un gesto de falsa indignación

— ¡Pero si no es culpa mía que tus piececitos sean tan pequeños! y que por eso los tenga que estar pisando todo el tiempo.

Esta vez, fue el omega quien chasqueó la lengua, en claro signo de indignación.

— ¡Mentira! Mis piececitos no son pequeños. — Jungkook achinó los ojos — Bueno, quizá un poquito.

— Pero si esas cositas son del tamaño de un maní...

— ¡Jeon Jungkook! — el rubio chilló avergonzado — Recuérdame por qué es que estamos teniendo esta conversación...

El castaño alzó los hombros con diversión

— ¿Quizás por qué estamos algo ebrios? — preguntó el alfa con obviedad, recibiendo un asentimiento de Taehyung.

— Uh, esa canción es mi favorita. — dijo el rubio con entusiasmo, alejándose mínimamente de Jungkook antes de empezar a bailar al ritmo de la canción, tambaleándose cuando las bebidas ingeridas en esa noche parecían comenzar a hacer efecto en su sistema.

— Si sigues moviéndote así, vas a caer Tae...

El omega detuvo su accionar, formando una sonrisa boba en el rostro antes de minimizar la distancia que tenía con el alfa, posando los puños de sus manos en el fuerte pecho del contrario.

Y el alfa lo miró con sorpresa cuando notó cómo los ojos ámbar del rubio comenzaban a volverse más profundos.

— No caeré — afirmó — porque sé que ahí estarás tú para atraparme, ¿no es así, alfa?

Y como si el cuerpo del castaño pareciese haber tomado control propio, asintió de inmediato. Sin analizar con seriedad las palabras dichas por el omega del rubio, quien con el cambio del tono de su iris, quiso hacerle saber al castaño que allí estaba el.

Y cuando los lobos de ambos sintieron que algo más podría suceder entre ellos. El sonido de la puerta siento tocaba con fuerza, sacó de la ensoñación a ambos.