CAPÍTULO 24

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Dentro del helicarrier se respiraba una tensa calma pues, por un lado, Vlad había sido finalmente capturado; pero, por otra parte, también estaban siempre alertas de que su detención pudiera salirse de control. Thor permanecía sin interrupciones dentro de la celda donde se encontraba el rumano, además, había mandado llamar desde Asgard a su compañera de batallas, Lady Sif.

El casco que portaba Vlad mantenía conexión segura con el cerebro de Vlad para inyectarle pequeñas dosis de Litio cada pocos minutos, esto dormía los poderes telepáticos y telequinésicos de Vlad en su totalidad. Tony y el Dr. Banner se encontraban en la sala de operaciones tratando por todos los medios de encontrar el enorme contenedor con Extremis que escondía Vlad en algún lugar de Nueva york.

-JARVIS, amplía la búsqueda a toda la isla de Manhattan y marca todas las bodegas abandonadas que existan - indicó a su asistente virtual que respondió por todos los altavoces de la sala.

-Enseguida, señor. Thor comenzará el interrogatorio en menos de diez minutos - respondió el programa de inteligencia artificial de forma elegante y tranquila.

-Bien, veamos qué es lo que le pueden sacar a ese rumano chiflado - respondió Stark mientras se encendían diversas pantallas holográficas para transmitir el interrogatorio en la sala de operaciones. Estaban a la espera del director Fury.

Por otro lado, en la casa de campo de Becky, en Suiza, la alarma que se había disparado en Barton y Romanoff al grado de llamar al capitán Rogers y a Rebecca a la sala era debido a unos visitantes. Frente al camino empedrado que llevaba a la puerta de la rústica casa color blanco, se estacionó un auto negro de modelo no muy reciente.

Un hombre alto y canoso de alrededor de 60 años y una mujer rubia unos cinco años mayor que Becky se bajaron del auto. Caminaron lentamente hacia la puerta mientras dentro de la casa, Natasha y Clint se mantenían detrás de la puerta. Steve estaba de pie en el pasillo de la cocina con Becky detrás de él, mantenía su escudo listo para protegerla.

Se escuchó que tocaron a la puerta y la voz femenina hizo su presencia, parecía tranquila y triste.

-¿Becky, estás ahí? Becky, soy Gretta... - Becky en cuanto escuchó el nombre salió disparada para abrir la puerta, pero Natasha se interpuso mientras Clint se mantenía en guardia.

-La conozco, es la hija de la señora Müller... por favor - suplicó Becky a los dos agentes al ver que ninguno de los dos se movían de la puerta. Ambos miraron al Capitán Rogers, quien asintió no muy convencido para que dejaran a Becky abrir la puerta.

Cuando Romanoff y Barton se apartaron de la puerta y Becky la abrió, y se encontró con su viejo amigo y mayordomo de la casa, su nombre era Urs. Becky lo abrazó por largo tiempo tratando de aminorar el dolor que ambos sentían por la muerte de la señora Müller.

-Margrit te adoraba, pequeña - le dijo el hombre con un nudo en la garganta. Becky se separó de él y miró a la mujer.

-Gretta, lo siento tanto por... - comenzó Becky tratando de acercase a ella, pero la mujer dio un paso atrás.

-¿Qué le pasó a mi madre, Rebecca? - preguntó mientras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos llenos de rencor - ¿Fue a buscarte a Nueva York, cierto? - volvió a preguntar al ver que Becky se tardó en responder.

-Sí... - alcanzó a decir Becky antes de sentir cómo la mano de la hija de la señora Müller se impactaba contra su mejilla aún adolorida por golpes anteriores. Becky perdió el equilibrio y fue a chocar con el cuerpo de Barton, quien la sostuvo a tiempo. Romanoff desenfundó su arma y le apuntó a la mujer.

-Sabía muy bien que mi madre moriría por tu causa gracias a tu padre - comentó de nuevo Gretta mientras Becky intentaba reponerse sin quitarse la mano de su mejilla mil veces más adolorida, con su otra mano bajó el brazo de Romanoff con el arma.

El legado Stark © #premiossugar2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora