Capítulo 29

87 16 0
                                    

El inicio del fin 


—¿¡Te das cuenta de la mierda que hiciste!? ¡Ya no basta Lara! —Gritó el hombre de sudadera gris, pero Alan no reaccionó, siguió callado y sentado en el sofá mirando el suelo de madera—. ¿No vas a decir nada?

La imagen de la sangre empapando el rostro de Bernardo y goteando en su chaqueta marrón no salía de la cabeza del profesor.

El de gris se acercó con la furia estampada en sus ojos azules, tomó los hombros de Alan y lo obligó a mirarlo.

—¿¡Mataste a un agente del FBI y no vas a decir nada!? —Su pecho subía y bajaba, y a pesar de su tono amenazante Alan no se movía, así que dio un puñetazo en el sofá marrón—. Y yo tengo que arreglarlo todo.

Se apartó, se pasó la mano por su cabello castaño y resopló.

—Te dije que no lo hicieras, te dije que no era buena idea, que la informaciones que conseguimos de Bernardo eran antiguas y que minimo esperara para estar seguro de quién era —Agregó con un dejo de reproche—. E igual lo hiciste. Lo mataste y todo por aquella.... —hizo puño con las manos—. Aquella niña estúpida . Te dije que ya no era necesario que la siguieras viendo, Alan, pero tampoco me hiciste caso y ahora por tu culpa, por portarte como un niño caprichoso, van a descubrirnos.

Alan levantó la cabeza y por algunos segundos los ojos azules de ambos hombres se encontraron.

—No quiero alejarme de Marian.

El de gris se agachó delante del profesor y dijo:

—Pero debes hacerlo, no tienes elección, y no creo que ella quiera estar contigo después de hoy. —puso una mano en su rodilla—. Alan, los sentimientos pueden arruinarlo todo y lo sabes muy bien ¿Recuerdas lo que pasó en Estados Unidos después que mataste a Jane? ¿Recuerdas que casi te atrapan? ¿Y que por eso llegaron a los demás asesinatos?

—Mother... —murmuró.

La escena de su padre gritando que la torturaría de por vida para que dejara de meterse donde no debía, volvió a su mente y su cuerpo experimentó de nuevo el miedo. No se perdonaría si permitiera que su madre fuera atrapada en aquel infierno que él conocía tan bien. No soportaría verla deteriorarse, presa en un cuarto, herida, como si fuera una basura mientras Dimitri acomulaba dinero con la mafia rusa. No soportaría que le hiciera a su mamá lo que le hacían a él

Por eso la mató, para salvarla de esa condena.

La muerte era el único camino para escapar del infierno de Dimitri, y en aquel entonces, todavía era arriesgado asesinar al diablo así que mató a Jane.

Disparó a su propia madre.

El de gris sonrió de labios cerrados.

—Eres inteligente, me sorprende que todavía valore tanto los sentimientos —negó con la cabeza—. Tú no puedes darte el lujo de dejar que los sentimientos te controlen, porque va a joderte la vida, como casi pasó ¿Es eso lo que buscas, Alan? Pasar años en la cárcel por hacer lo correcto, ¿por haber hecho lo que la policía no pudo? —El profesor negó con la cabeza—.  Ahora, necesitamos tu inteligencia para acabar con SDP.

Alan bajó la mirada, pasó la mano por su cara y dijo:

—Sé lo que debo hacer, sé que eso es importante, pero... a veces yo... solo quiero volver a la normalidad, como cuando tenía cinco años y lloraba porque mamá no quería comprarme el juguete. Quería acostarme en la cama y dormir sin pensar en quién será el siguiente a ser muerto, salir a la calle sin miedo de que la policía me atrape.

—Nuestra vida nunca será normal, y ahora ya no nos queda muchas opciones. —Tomó el rostro de Alan y agregó—: Así que enfócate, haz tu trabajo. Sabes lo que debes hacer ¿No?

Alan asintió y contestó:

—Plan B.

—Exacto, porque en cuanto el FBI se entere de la muerte de Bernardo, vendrán a Sunfil y no habrá cómo escapar. Recuerdas el acuerdos que hicimos ¿no? —Él asintió—. Ellos no van a atraparnos... 

Alan suspiró. El plan B le daba miedo, pero era eficaz y rápido. Cuando aceptó lo de Sunfil la posibilidad de ponerlo en práctica le quitó el sueño. Sabía que funcionaba, sabía que la policía no lo metería en la cárcel con ese plan y terminaría como un héroe.

Alan era un héroe, aunque lo llamaran hijo de mafioso y asesino.

Alan salvaba personas, ciudades, países.

Pero la gente era demasiado ciega y manipulable para verlo.

Sacó su móvil y envió un mensaje a su hermano menor. El chico rubio de ojos azules que estaba en la foto con Jane, la misma foto del portaretratos sobre la cómoda, el que Mari había usado como arma y se rompió al chocar contra la pared.

Desde el día que Aron interrumpió el encuentro de Marian y Alan en el lago para informar que el FBI se acercaba, lo que arruinó el día y el humor de su hermano mayor, él juró a sí mismo que lo arreglaría.

Desde el momento que Alan decidió no contar a nadie lo que le había dicho Aron; el profesor ideó solito el camino para que llegara a ese exacto momento. Él era consciente que estaban quedando sin salida.

No podría esconderse toda su vida.

No quería esconderse de Marian.

No quería ser recordado como criminal.

Alan era el hombre que solucionaba los problemas, el genio que creaba planes perfectos. El hecho de que matara sin ser atrapado no era cuestión de suerte.

Él estaba detrás de cada movimiento. Tenía ese don de hacer que las cosas sucedieran, casi siempre, tal como planificaba.

Por eso, ya sabía que enviaría ese mensaje para poner en práctica el plan que no solo acabaría con SDP como pondría un fin en el linaje Devley y jamás lo olvidarian.

Justo lo que quería.


====•°⛤🔥⛤°•====

Holaaa que tal chocolatitos?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Holaaa que tal chocolatitos?

Bueno, el nombre del cap lo dice todo ¿No? Se viene...

Solo para recordarles que pueden escuchar la canción del capítulo en el:

Solo para recordarles que pueden escuchar la canción del capítulo en el:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yo, mi profesor y el asesino [+18] ✔️BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora