Little ; woosan

❥ d o c e.

Los ojos color miel de San exploraban la habitación del pelinegro, los colores que sobresalían en toda la habitación  eran el gris y el negro. Tenía una cama grande, un escritorio con algunos libros y una puerta que daba al baño.

Era mucho más grande que la habitación de San. Pero lo único que el pelirojo no podía dejar de ver era el pequeño estudio que tenía en un costado de la habitación. Tenía todas las cosas necesarias para grabar y producir música.

San se acercó automáticamente y admiro todo con emoción, mientras Wooyoung estaba nervioso de que tenía a Choi san en su habitación, y lo más importante era que estaban los dos solos, sin pelear.

—Esto vale fortunas, que suertudo que los tengas. — Dijo San genuinamente sorprendido, mientras toqueteaba el micrófono que era para grabar.

—Fue un regalo de mi padre para mi cumpleaños. — Wooyoung explicó, mientras le señalaba a San que se siente en la silla que estaba al frente del escritorio.

—Entonces, escucho tus ideas. — San fue directo, y miraba esperando a que Wooyoung le respondiera.

San estaba curioso, desde el otro día que le dijo que tenía ya ideas hechas, y también porque su profesora le comentó que el pelinegro tenía mucho talento y lo quería comprobar.

—Tengo algunas ideas, pero pensaba empezar hacer todo desde el comienzo, me gustaría escuchar tus ideas también, así lo podemos armar entre los dos, y que sea algo cómodo. — Explicó Wooyoung.

San se quedó pensando en la propuesta de Wooyoung, él la verdad no tenía una idea clara de lo que quería hacer, y pensaba que los sentimientos que tenía eran muy diferentes a los de Wooyoung. Claramente no iba a servir de nada. Ya se empezó a frustrar un poco.

—No creo tener ideas, me gusta cantar más que nada. — Dijo San inseguro, mientras abría su mochila con dudas. ¿Estaba bien confiar en el pelinegro insoportable? Se preguntó para sí mismo San. El pelirojo tenía un texto que había escrito hace un tiempo y seguro serviría. —Pero tengo esto, es un comienzo. Realmente me gustaría que la canción tenga ese sentimiento. — Le entrego una hoja de color celeste un poco arrugada a Wooyoung.

"Estos momentos que me siento solo y abandonado, me prometo nunca alejarme de mi mismo, aunque me estoy sintiendo herido porque me están dañando, no importa, porque al final del día debo y necesito ser mi propia luz y esta es la promesa que voy a cumplir algún día".

San se arrepintió al instante de mostrarle ese texto a Wooyoung. Tenía miedo que el chico se burle de él, como siempre hacía. Se maldijo a si mismo por ser tan tonto y mostrarle una cosa muy personal a prácticamente su enemigo.

—¿Me lo puedo quedar?. — Preguntó cauteloso Wooyoung, veía la incomodidad del pelirojo. —No me malinterpretes, te lo devolveré, es que es una buena idea y más para una canción.

San miró a Wooyoung con muchas dudas, él estaba esperando una respuesta burlándose o un comentario inmaduro. Parecía otro Wooyoung cuando hablaba de música.

—Te lo puedes quedar, solo es una cosa tonta que escribí, pero pensé que ayudaría. — Dijo San nervioso.

—No creo que sea tonto, es honesto. Yo tengo muchos cuadernos con textos así, es liberador. — Comentó Wooyoung mientras guardaba la hoja celeste en un cuaderno que estaba en el escritorio al lado de la computadora.

San se rasco la nuca avergonzado ya era la segunda vez que prejuzgaba a Wooyoung en su cabeza. Bueno, pero él no tenía la culpa, el pelinegro siempre se comportaba mal con él.

Iban a hablar al mismo tiempo, pero unos golpes en la puerta de Wooyoung los pararon. El pelinegro se levantó rápidamente. Era su papá llevando cosas para comer.

—Cariño, les traje estas galletitas y un poco de jugo para el invitado. — Wooyoung agarró la bandeja mientras San todavía estaba sorprendido de lo lindo que era el papá de
Wooyoung. —Y también venía a preguntar si ¿Te ibas a quedar a cenar?. — Preguntó el padre de Wooyoung a San.

—No creo que pueda señor, vivo lejos de acá y tengo que retirarme temprano. — Dijo tímido San, él nunca rechazaba una invitación así. Pero observó como Wooyoung miraba a su papá como reclamando por invitarlo a cenar.

—No te preocupes, el padre de Wooyoung no tendrá problema en alcanzarte. Además si vienes a nuestra casa por primera vez, no te puedes ir sin probar mi comida.

Seonghwa sentía la mirada profunda de su hijo, pero él solo quería ser amable con el chico pelirojo de sonrisa tierna y también ayudar a su hijo.

—Si Wooyoung está de acuerdo. — Dijo San aún más tímido y miró al pelinegro esperando su respuesta.

—No tengo problema, más tiempo para el proyecto. — Wooyoung trato que suene como si le diera igual, pero sabía que iba a ser una cena muy larga.

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