-De todas las torturas que imaginaba y esperaba con ansias poder sufrir nunca pensé en estudiar en Nevermore, y esta tortura específicamente no me agrada madre.
-Vamos cielito, seguro que te encantará estudiar allí, estarás con gente que te comprende y quien sabe puede que hasta hagas amigos.- Morticia le regaló un sonrisa dulce a su hija, al mismo tiempo, Goméz que se había quedado en la puerta escuchando la conversación se sentó junto a su amada e intervino.
-A lo mejor encuentras el amor de tu vida en ese instituto, en el baile de eclipse, como hice yo con tu madre.- Morticia miró sonriente a su amado y este le dio un dulce y muy empalagoso beso en los labios. Wednesday cansada de que sus padres se demostraran tanto afecto delante de ella los echó de la habitación para poder recoger sus cosas sin que estuvieran los mayores.
Mientras guardaba todas sus pertenencias en su baúl maldecía a sus padres por mandarla a estudiar ahí sabiendo que viviría a la sombra de su madre, si tan solo no la hubieran echado de su anterior instituto... Pero qué podía hacer, se estaban metiendo con su hermano y ella solo lo defendió, tal vez tirando pirañas a la piscina no fuera la mejor forma, pero al fin y al cabo fue en defensa del menor.
Cuando acabó de guardarlo todo, llamó a sus padres quienes guardaron su baúl en el coche. Y ahí estaba ella, sentada en el asiento trasero junto a su hermano de camino a Nevermore. Alrededor de una hora llegaron y fue junto a Morticia a hablar con la directora quien le asignó la misma residencia en la que vivió su madre cuando estudiaba aquí, la residencia Ofelia. Tras eso salió a la puerta del instituto a despedirse de su familia.
-Pugsley, eres débil, no sobrevivirás sin mí, te doy como mucho 2 meses.
-Yo también te echaré de menos Wednesday. - El menor abrazó a su hermana quien no le correspondió, tan solo se quedó quieta. Su madre antes de irse le dio un colgante con una W que a la vuelta era una M, las iniciales de ambas.
La pelinegra guardó el colgante en su bolsillo y fue a su nueva habitación, cuando abrió la puerta se quedó aterrada al ver que parecía que había vomitado un unicornio en la habitación, una chica rubia de pelo corto saltó de su cama y se acercó corriendo a ella.
-Hola soy Enid Sinclair, tu nueva compi de habitación.-Lo dijo de una forma tan alegre y efusiva que a Wednesday le entraron ganas de vomitar. La pelinegra se limitó a ignorarla completamente y empezó a desempacar sus cosas.
Enid se quedó perpleja ante esta situación, nunca había sido ignorada de esa forma tan brusca y ruda, por dios nadie en sí la había ignorado jamás, estaba acostumbrada a que la gente la recibiera con alegría o por lo menos amabilidad. La rubia se entristeció ante aquella situación, cuando le dijeron que tendría una nueva compañera de habitación esperaba alguien con la que pudiera hablar y pasar noches de chicas como hacían las demás compañeras de habitación, poder hablar de chicos y de romances fallidos, pero con Wednesday Addams eso parecía totalmente imposible.
Enid suspiró y se sentó en la cama, decidió coger el teléfono para mandarle un mensaje a Ajax, su novio, el chico llevaba días ignorandola y la rubia seguía sin entender que hizo mal con él, según ella había sido una novia ejemplar y lo había querido mucho.
E: ¿estás ahí?
A: Dime Enid.
E: ¿Mañana estas libre?
A: No, tengo planes ¿otro día?
E: Pero lo necesito.
A: Lo siento no puedo.
Enid soltó el teléfono decepcionada y comenzó a llorar, definitivamente había hecho algo mal con Ajax y por eso no la quería ver. La rubia lloró durante toda la noche hasta que al final cayó en un profundo sueño.
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Wednesday notó algo moverse rápidamente por su cama, abrió los ojos de golpe y con un rápido movimiento atrapó lo que sea que se estuviera moviendo bajo sus sábanas. Cuando levantó la sábana se sorprendió al encontrarse con Dedos. La pelinegra se enfadó al descubrirlo, ya que eso significaba que sus padres lo habían mandado a que la vigilara y nada le enfurecía más que sus padres intenten controlarla, así que amenazó a la mano con encerrarla el resto del curso o que jurara lealtad eterna a la pelinegra. Dedos escogió la segunda opción. Wednesday siguió hablando con él mientras vigilaba que su compañera de habitación no despertase y la pillara con las manos en la masa, literalmente.
Cuando Enid abrió los ojos, la primera escena que vio fue a la pelinegra hablar con... ¿una mano? Espera, su compañera de habitación estaba hablando con una mano, la rubia se frotó los ojos con fuerza esperando que cuando los volviera abrir todo hubiera sido producto de su imaginación, pero no, en efecto su compañera estaba hablando con una mano, ante esto soltó un grito alertando a la pelinegra de que esta había despertado. La mayor se movió rápido hacia donde estaba la rubia y le tapó la boca, cuando estuvo segura de que no gritaría la soltó.
-Enid, este es Dedos, un familiar, Dedos esta es Enid, mi compañera de habitación.- La rubia se quedó boquiabierta mientras veía como "Dedos" le saludaba. Cuando por fin salió de ese trance respondió el saludo.
Después aquella extraña presentación fueron a clases, la rubia aprovechó para hacerle un tour completo del colegio a Wednesday, quien no dijo ni una sola palabra más el resto de la mañana. Enid también estuvo toda la mañana intentando hablar con Ajax pero este se excusaba con que llegaba tarde a alguna clase o cualquier otra cosa que se le ocurriera, definitivamente él no quería hablar con ella, esto no pasó desapercibido por la pelinegra quien observó como ese chico no dejaba de ignorar completamente a la menor y como está al finalizar las clases salió corriendo hacía su habitación. La pelinegra siguió el mismo camino que su compañera y cuando entró vio a Enid llorar desconsoladamente, por primera vez sintió ¿preocupación?, no, debía ser curiosidad, ella nunca se preocuparía por nadie.
-¿Por qué lloras? te hace parecer débil.- La rubia levantó su cara para mirar a Wednesday y esta pudo observar los ojos rojos e hinchados de Enid, algo se retorció en un interior.
-¿En serio te importa?- Un brillo de ilusión pasó por los ojos de la menor, y por primera vez Wednesday no tuvo el valor de arrebatarle ese brillo, así que se sentó junto a Enid y asintió.
-Verás, Ajax y yo llevábamos saliendo 3 meses y nos queríamos muchísimo, yo lo quería muchísimo, pero de la nada me empezó a ignorar y a pasar de mí en los pasillos, parece que siempre me evita, y desde ayer mi loba interior empezó a comportarse de una forma muy extraña, está eufórica.- Wednesday la miró sorprendida.
-¿Loba interior?- Enid asintió y le explicó que aunque ella aún no había podido transformarse ninguna vez, era una mujer loba, y que cada uno de ellos tenía un lobo interior, la rubia explicó que estaba confundida porque su loba interior apenas la había sentido en todos estos años y que por primera vez la siente intensamente.
-Ese chico es un idiota Enid, si me lo encuentro le partiré los dedos uno a uno.- La menor soltó una carcajada por el comentario de la pelinegra, al escucharla esta ¿sonrió? ¿se podría considerar una sonrisa?, la rubia lo interpreto como tal.
El resto de la tarde la pasaron charlando y Wednesday aprendió muchísimas cosas sobre Enid, como que su color favorito era el rosa, que se sentía insuficiente para sus padres y que su mayor miedo era que nunca se consiguiera transformar y la echaran de la manada familiar por ello. En cambio lo único que pudo sacarle la rubia a su compañera de habitación fue que su única intención era escapar lo antes posible de Nevermore, Enid se entristeció al escuchar eso, significaba que la pelinegra la dejaría atrás. Antes de poder seguir con la conversación a la menor le llegó un mensaje de Ajax: ven a mi habitación, es urgente. La chica salió corriendo de la habitación dejando a Wednesday sola.
Pues nada, hasta aquí el primer capítulo, espero que de veras os haya gustado, cualquier sugerencia me la podéis dejar en los comentarios. Gracias <3
Un beso
Ana ♡♡