Enid se quedó esperando en la barca, no era la única, de la barca de Bianca se habían quedado dos chicas y de la de Xavier se había quedado solamente Ajax.
Podía notar como el chico la observaba de reojo y temía que se pudiera acercar a ella. Tenía que librarse de él.
-Dedos, quiero que llames la atención de Ajax y lo distraigas.- La mano aceptó y se colocó detrás de un árbol, comenzó a tirarle piedras al chico medusa, este, cabreado, se levantó dispuesto a buscar quien sea que lo estuviera molestando.
Enid aprovechó que Ajax se había ido y con sus garras arañó la barca de los chicos, solo quedaba la de Bianca, pero esta seguía siendo custodiada.
Vio regresar a Bianca junto a Divina, pero no a Wednesday, por un momento comenzó a preocuparse pero se tranquilizó al ver a la mayor aparecer poco después.
La menor pudo notar que la pelinegra estaba pálida, pero supuso que sería por el ejercicio.
Estaban remando de vuelta, era el momento de deshacerse del equipo de Bianca. Wednesday dio una señal y Dedos apretó la segunda palanca. Unas lanzas salieron, solo tenían que remar hasta Bianca y eso acabaría con sus últimos competidores
Las alcanzaron, estaban apunto de golpearlas, cuando algo empujaba su barca alejandolas.
Dedos ni lo pensó, se lanzó al agua y golpeó al chico sirena que los estaba molestando. Fue un golpe directo, lo dejó inconsciente.
Las chicas recuperaron el control, y volvieron al ataque y esta vez si que dieron el golpe. Wednesday miraba maliciosamente los ojos de incredulidad de Bianca mientras las lanzas destrozaban todo a su paso.
Poco después, se hundieron.
Llegaron al final de la meta y Wednesday salió primera de la barca y agarró la bandera, estando fuera, le tendió la mano a Enid y de la mano llegaron juntas al final de la carrera.
El resto de alumnos gritaban eufóricos mientras las vitoreaban pero la pelinegra ignoraba eso, solo miraba a la menor, su amplia sonrisa, sus ojos llenos de emoción y sus mejillas ligeramente sonrojadas.
Algo dentro de Wednesday se estaba retorciendo, sentía como miles de arañas se movían dentro de su estómago.
La voz de la directora hizo que todo el mundo guardara silencio casi al instante.
-Me enorgullece poder decir que la victoria es para la residencia Ofelia.-todos volvieron a gritar y a aplaudir mientras Weems entregaba el premio a Enid- Es un honor decir que la última vez que dicha residencia ganó fue cuando yo todavía era una estudiante. Gracias a todos los participantes por la competición de hoy, ha sido una gran experiencia para todos, sin mucho más que decir, que comience la celebración.
Durante el discurso, la pelinegra aprovechó que toda la atención de los alumnos estaban en la directora y se escapó a escondidas a un callejón del patio.
Se sentó en el suelo y cerró los ojos, respiraba profundamente. Wednesday no estaba acostumbrada a un ambiente tan lleno y vivo, los gritos de sus compañeros inundaban sus oídos.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó unas pisadas acercarse lentamente hacia ella. Seguido de esto, sintió una mano agarrando su brazo y tirando de ella.
-¿Qué haces aquí Wends?- Enid tiraba de la pelinegra hasta que consiguió que esta se levantara.
-Disfruto más de la soledad, ya lo sabes.- La menor le regaló una sonrisa tímida y las pequeñas manos de Enid subieron hasta el rostro de la pelinegra mientras se iban acercando.