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Enid sujetaba la cabeza de la pelinegra sobre sus rodillas. La menor no era estúpida, sabía que si Wednesday estudiaba en Nevermore debía ser porque tuviera algo que la hacía una marginada, algo que la hiciera ser distinta a los demás chicos de su edad.

Era desagradable ver el cuerpo de la mayor rígido como una piedra con ligeros temblores, pero aún así Enid se quedó junto a ella acariciando su rostro con suavidad.

Después de unos minutos, el cuerpo tenso de la pelinegra se relajó. Sus ojos seguían cerrados y su respiración era acelerada.

Cuando la mayor por fin abrió los ojos lentamente, Enid pudo apreciar un extraño brillo en su mirada.

Wednesday se incorporó, con ayuda de la menor, hasta quedar sentada. En esta visión se había desplazado mucho y eso había drenado su energía.

-No podrás mantenerme al margen para siempre Wends.- El tono dulce de Enid sonaba como una linda melodía en los oídos de la pelinegra.

-¿Por qué llorabas pequeña?- La mayor miraba expectante a la rubia. La nombrada suspiró derrotada, sabía que no se libraría.

-¿Recuerdas la copa Poe?-La pelinegra asintió- Yoko está en la enfermería por un accidente con el ajo y no podrá estar presente, nos falta un miembro, no podremos participar.- La menor miró triste al suelo.

-¿Solo os falta uno más?- Enid asintió- Todo esto es cosa de Bianca, cuenta conmigo.- La rubia dio un salto de emoción.

-¡¿harías eso por... mi?!- Wednesday se movió un poco incómoda en el sitio, tanta emoción le provocaban arcadas.

-Tengo tantas ganas de humillar a Bianca, que sí, si lo haré.- La menor frunció el ceño.

-Pero también lo haces por mi...¿verdad?- La pelinegra rodó los ojos y asintió.

Enid soltó un chillido y se levantó dando saltos de alegría. Hasta que recordó que ella quería algo a cambio. Se cruzó de brazos y miró seriamente a la mayor.

-¿Tu no tienes nada que explicar Wends?- La pelinegra se sentó en su cama mientras suspiraba estresada. Cuanta perseverancia tenía esta mujer.

Lentamente y teniendo que repetirse varias veces, Wednesday le explicó a la menor todo, desde sus visiones hasta lo del monstruo.

Enid se sentó en el suelo sin palabras, demasiada información que procesar en poco tiempo. No tardó en atosigar a dudas a la mayor, tantas preguntas absurdas a las que Wednesday descubrió no tener respuesta.

Por suerte, la menor decidió dejar las preguntas por ese día, después de la visión notaba a Wednesday mucho más cansada de lo normal.

Pensó que la pelinegra debía descansar así que no quiso molestarla más y se fue a su propia cama a dormir.

Esto le molestó a Wednesday, ella deseaba dormir con la menor. Sin siquiera pedir permiso se levantó y se acostó junto a Enid, que estaba de espaldas.

Paso su brazo por debajo de la cabeza de la menor, pegándose a su espalda y con el otro brazo abrazó su cintura, atrayendola hacia ella.

Enid no pudo evitar soltar una risita al sentir la nariz de Wednesday en su nuca. Esto hizo sonreír a la mayor, quien apretó su agarre.

-Wends.- La mayor soltó un gruñido como respuesta.- Te quiero.

-Te quiero muchísimo más Enid.

Ambas chicas cayeron rendidas en un sueño profundo. Wednesday disfrutaba dormir con la menor, desde que pasaba sus noches con ella no había tenido ninguna pesadilla.

Only You My Girl || WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora